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Señor Q (1082)

Un heredero, una cena con el jefe y el caos de la oficina.
lun 23 enero 2012 12:36 PM

ESTIMADO SEÑOR Q:

Mi marido heredó recientemente un monto importante de dinero de un tío fallecido. Antes, había trabajado casi 30 años (mi marido) en la misma empresa de seguros, donde era gerente regional. Le escribo porque mi marido quiere renunciar y jubilarse, a los 57 años, con el dinero de su tío. Pero yo sé que se va a aburrir. ¡Lo conozco! ¿Qué va a hacer todo el día en la casa conmigo? ¿Cómo puedo convencerlo? Esposa preocupada

Querida Esposa:

¿Convencerlo? ¿Cómo sabes que tú tienes razón y no él? Por momentos pareces más preocupada por tu propia tranquilidad (¡sola en la casa!) que por la salud mental de tu marido. En cualquier caso, tu preocupación está bien encaminada. Muchos hombres que se retiran temprano en la vida se aburren pronto. Incluso si tienen dinero y juegan al golf y viajan en cruceros. Se aburren del golf y de los cruceros. "El retiro es más mortífero que el trabajo forzado", dijo el editor estadounidense Malcolm Forbes. Tómalo como ejemplo. Dile a tu marido que, cuando no tenga nada que hacer, empezará a hacer cosas equivocadas. Hiperactivo, Q

ESTIMADO SEÑOR Q:

¿Cree usted que vale la pena pagar 1,000 pesos por una botella de vino? Cuando salimos a cenar con el jefe, a veces pienso en decir que no vale la pena y que estamos pagando de más. Pero me callo. Abstemio

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Querido Abstemio:

Si no sabes de vinos, no digas nada. El Señor Q (que sí sabe de vinos) cree que por 400 o 500 pesos puedes tener una experiencia absolutamente satisfactoria. Pero ésa es una discusión para otro día. Sibarita, Q

ESTIMADO SEÑOR Q:

Tengo algunas quejas con el sistema de trabajo en nuestra empresa (financiera de tamaño medio). Somos bastante ineficientes y muy a menudo debemos quedarnos en la oficina hasta tarde en la noche compensando lo que no pudimos hacer durante el día (no nos pagan horas extras). Esto genera, por supuesto, conflictos familiares y de todo tipo, además de que estamos cansados y cada vez menos productivos. El problema central, sin embargo, no es ése. Llevo un par de meses juntando coraje para ir a ver al director del área, que no parece enterarse del caos reinante, y advertirle que nuestra paciencia está a punto de llegar a su límite. Cuando creo que ya he reunido el coraje suficiente, alguna de mis compañeras me dice que mejor es que quede muda. Dicen (los hombres) que somos histéricas. Yo me resisto a creer que en el México del siglo XXI haya todavía directores con MBA en el extranjero que razonen de esa manera. Histérica

Querida Histérica:

Aunque el calendario diga que estamos en el siglo XXI, en México, como en casi todos los países, cada momento particular es una mezcla de varios siglos, que conviven simultáneamente. Ahora estamos en un nuevo siglo, pero buena parte de nuestras vidas está marcada por tendencias y costumbres arraigadas desde otros siglos. Tu caso es clarísimo: aun en 2011, prejuicios contra las mujeres repetidos desde hace décadas mantienen su vigor, y llevará tiempo extirparlos. Por lo menos hay un consuelo: en el resto del mundo la situación es parecida. Hace poco hicieron un estudio en Estados Unidos en el que le mostraron a un grupo de gente una conversación entre un empleado insatisfecho y su jefe. Cuando el empleado era mostrado como un hombre, los participantes del estudio lo evaluaban positivamente, porque había hecho valer sus derechos y mantenido su posición con firmeza. Cuando las mismas palabras eran dichas, según la hipótesis, por una mujer, los participantes señalaban lo contrario: decían que la empleada insatisfecha se había dejado llevar por sus emociones, que era (como tú) una "histérica" y que había sobrepasado los límites de una protesta razonable. El Señor Q entiende que todos estos ejemplos te sirven de bastante poco en este momento. Por eso recuerda: si reúnes el coraje de hablar con tu director, hazlo con la mayor humildad y la mayor simpatía y la mayor racionalidad posibles. Que le sea imposible acusarte de ‘emocional'. Es triste decirlo, pero es así: que crea que eres un hombre. Emocional, Q

SEÑOR Q encuentra solución a los problemas que rodean la vida profesional. Si él no tiene la respuesta, seguramente nadie la tendrá.

¿Alguna pregunta? Escribe a: senorq@expansion.com.mx

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