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Tres tipos de cuidado

Jim, Andrew y Jonathan, el ‘clan Tisch’, dirigen Loews, un conglomerado que ha sabido olfatear la coyuntura para comprar empresas baratas.
lun 11 junio 2012 04:20 PM

El director de Loews, Jim Tisch, es el negociador que no hace negocios. Tiene casi 50,000 MDD para invertir, lo que incluye primas de una empresa de seguros propiedad de su conglomerado con sede en Nueva York. Sin embargo, en los últimos cinco años no ha realizado ninguna compra de envergadura, absteniéndose aún durante la crisis financiera de 2008 y 2009 cuando el índice Standard & Poor's 500 cayó más de 50%.

Cuando se le pregunta sobre las adquisiciones, Tisch da una respuesta que obliga a pensar en el mundo musical: "¿Se acuerda de Diana Ross y las Supremes?", plantea en su oficina en el East Side de Manhattan. Luego tararea uno de los éxitos del trío de Motown de los 60: "No se puede apresurar el amor". "No, sólo hay que esperar".

Tisch, de 59 años, dice que no se apresurará a hacer ninguna compra porque las empresas de capital privado están impulsando un alza de los precios. Otros jefes corporativos de Estados Unidos están igualmente renuentes. Las empresas del Índice Industrial S&P, que excluye a las empresas financieras y de servicios públicos, tienen un acumulado récord de liquidez de más de 1 trillón de dólares y, al igual que Loews, usan parte de ésta para recomprar sus propias acciones en lugar de embarcarse con nuevas empresas en una economía tambaleante.

Así, Jim Tisch y su equipo de gestión han superado en desempeño al inversionista de valor y comprador serial con quien se les compara constantemente: Warren Buffett.

Desde que Tisch asumió la dirección de Loews, en diciembre de 1998, las acciones de la compañía han tenido un rendimiento anual de 8% hasta fines de marzo, casi el doble de 4.3% del rendimiento de las acciones clase A de Berkshire Hathaway, una empresa 10 veces más grande que Loews.

Jim Tisch dirige Loews como miembro de un triunvirato. Es el presidente y el CEO; su hermano Andrew, de 62 años, y su primo Jonathan, de 58, son codirectores. Juntos dirigen un conglomerado con una capitalización bursátil de 15.2 mil millones de dólares, cuyos orígenes se remontan a un pequeño hotel en Nueva Jersey adquirido hace más de 60 años por el padre de Jim, Laurence, y su tío, Robert.

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La compañía administra en este momento 17 hoteles de lujo en Estados Unidos y Canadá, la aseguradora CNA Financial, cuatro docenas de plataformas de petróleo y buques perforadores; así como una empresa de exploración de gas natural y gasoductos de 2,000 MDD que transportan 11% del consumo de gas natural promedio diario.

Hoy, Jim Tisch se enfrenta a un dilema. Luego de gastar 1.5 mil millones de dólares en la compra de acciones propias desde 2008, debe decidir si va a apalancar el efectivo de Loews para ir tras el tipo de activos en problemas que les generaron importantes ganancias en el pasado.

Una razón por la cual Loews ha superado el desempeño de Buffett -quien fuera amigo y compañero de bridge de Larry Tisch- es que Jim Tisch, el inversor consumado, compró activos tales como plataformas petroleras y ductos en una época cercana a un periodo cíclico de precios mínimos. También tuvo el deseo de diversificar sus activos -algo que Buffet rara vez hace- vendiendo el fabricante de relojes Bulova en 2008 por 263 MDD y escindiendo a la gigante tabacalera Lorillard durante el mismo año. De 1998 a 2008, Lorillard fue un importante aporte al flujo de fondo y a las ganancias de Loews y, por lo tanto, contribuyó a elevar el precio de sus acciones.

La disposición de Tisch a readquirir sus propias acciones ha sido otro elemento que lo distingue de Buffett, lo cual ha elevado el precio de las acciones de Loews. También ha reducido las acciones que se operan en la Bolsa en un 30% desde 1998, aprovechando que las acciones están a un precio de descuento con respecto al valor de las empresas que controla Loews.

En Estados Unidos, las compañías de todos los ámbitos están siguiendo los pasos y enseñanzas de Tisch, conservando su liquidez y readquiriendo acciones propias. Hasta fines de 2011, las empresas del Índice Industrial S&P habían incrementado la liquidez retenida por 13 trimestres consecutivos. "La acumulación de liquidez es el resultado de la incertidumbre corporativa", dice el analista senior de Índices S&P, Howard Silverblatt.

"Seguirán moviéndose con cautela e invirtiendo lentamente hasta tener un panorama más claro del clima político y de las medidas económicas", complementa el experto .

Tisch tiene fama de ser un inversionista de valor que va contra la corriente. En 1982, cuando era vicepresidente de Inversiones de Loews, compró siete supermercados por 6 MDD cada uno, menos de su valor residual, y vendió el último en 2004 por casi 10 veces esta cifra. En 1992, adquirió 39 plataformas de perforación de petróleo en altamar por aproximadamente 372 MDD, la mitad de lo que en la actualidad cuesta sólo una plataforma. Y en 1999 se ocupó cuidadosamente de que CNA convirtiera una inversión por 9 MDD en el gigante de las telecomunicaciones Global Crossing, con ganancias por 1.9 mil millones de dólares en tres años.

Actualmente, Tisch supervisa una compañía totalmente diferente con respecto a la de su tío y padre, conocido por su paso como ceo de CBS. Loews tiene el control mayoritario de tres empresas de energía: 50.4% de Diamond Offshore Drilling Inc.; 61% de Boardwalk Pipelines Partners lp, una sociedad limitada en un gasoducto y la propiedad total de la empresa High Mount Exploration & Production LLC, una compañía de gas que opera en el suroeste y que no cotiza en Bolsa. Loews es dueño de 90% de CNA, con sede en Chicago, y de todo Loews Hotels Holding, establecido en Nueva York, respaldados por el Loews Regency Hotel de Manhattan.

Movimientos clave

Lejos del piso de operaciones, las oficinas centrales de Loews son el vivo retrato de la informalidad, mientras los miembros de la familia recorren el edificio y los empleados se juntan en reuniones improvisadas. "Queremos colaborar tanto como sea posible".

Los analistas dicen que el clan Tisch es excepcionalmente unido. "Existe un sentido de respeto por la familia", dice Charles Diker, miembro de la junta de Loews y presidente de la junta directiva de Cantel Medical. "Existe una calidez como no he visto en otra parte".

Jim y Andrew ocupan oficinas adyacentes. La de Jim es un espacio de 5.8 por 5.6 metros decorado con un lienzo en negro de Richard Serra, fotos de familia y estantes con detalles escogidos por él, como un billete de un trillón de dólares de Zimbabwe y una réplica de un cartel indicador de Nueva York que dice "Jim Tisch Way". Su primo Jonathan, un piso más abajo, supervisa los hoteles Loews. Los tres Tisch son miembros de la "oficina del presidente" que toma las decisiones.

La gestión familiar ha sido parte de los valores de los Tisch desde hace cuatro generaciones; algo que, al paso del tiempo, los llevó a establecer un patrón de negocios: encontrar activos cíclicos o en problemas ofrecidos por vendedores motivados, lograr el control de los mismos y venderlos a empresas no relacionadas para recuperar la inversión original.

Desde que Jim Tisch asumió como CEO a fines del año 1998, las acciones de Loews han superado el desempeño de las de Berkshire Hathaway y del Índice S&P 500.

Por ejemplo, en 2003 Tisch hizo buenos negocios: las empresas de energía con grandes deudas estaban listas para vender sus activos y juntar liquidez luego de la quiebra de Enron. En mayo de ese año, Loews pagó 1.05 mil millones de dólares para comprar Texas Gas Transmission LLC a Williams Cos. Al año siguiente, pagó 1,14 mil millones de dólares por la compra de Gulf South Pipeline LP. Ambos activos se unificaron bajo el nombre de Boardwalk Pipeline, que hizo su oferta pública inicial en 2005. Hasta el 10 de abril, las unidades que cotizan en bolsa tenían un valor de 5.5 mil millones de dólares. El año pasado, Loews cosechó 282 MDD en concepto de distribución provenientes de sus diversos grupos de empresas Boardwalk.

Por otro lado, las readquisiciones de acciones de Loews se benefician con el llamado descuento de conglomerado, por el cual el mercado penaliza a los holdings empresariales porque Wall Street los considera muy complejos. En su sitio web y en conferencias, Loews dice a los inversionistas potenciales que el descuento hace que las acciones sean una verdadera oportunidad.

En las décadas de los sesentas y setentas, cuando los conglomerados eran populares entre los inversionistas, que los veían como hábiles adjudicadores de activos, los conglomerados como ITT obtenían grandes ganancias. Esto les proporcionaba dinero para comprar empresas baratas con sus acciones de alto valor, dice Billy Mitchell, editor del boletín Spinoff & Reorg Profiles.

Desde entonces, la dinámica dio un giro. Ahora, las empresas con una serie de negocios venden o escinden sus activos. La venta de Bulova y de Lorillard por parte de Loews siguió este patrón. Jim Tisch explica que una razón para la venta de Lorillard fue que las acciones de Loews estaban bajando debido a la inquietud de los inversionistas sobre las leyes relacionadas con el tabaco. La ofensiva del gobierno contra la mercadotecnia de las empresas tabacaleras hizo que, en abril de 1994, Andrew Tisch compareciera ante el Congreso.

 Hoy en día, mientras considera su próxima movida, Jim Tisch hace hincapié en las desventajas de las adquisiciones. El año pasado le dijo al analista Sam Yake, de BGB Securities, que la compra de una empresa era como ingresar a una habitación negra como boca de lobo donde acechan todo tipo de peligros. De esta manera sabe que al absorber las acciones de Loews a un precio inferior a su valor de mercado, está comprando acciones de cinco empresas que conoce.

Scott Black, fundador de Delph Management, con sede en Boston, dice que la organización Loews debe generar mayores ganancias. "Las piezas individuales no son demasiado tentadoras", dice Black, que en el pasado tenía acciones de Loews. "Tienen mucho valor en activos, pero no pueden hacer que crezcan las ganancias. Si bien Jim Tisch es un director inteligente, buscamos inversiones con mayor rendimiento sobre el capital". Las ganancias de Loews fueron de 2.63 dólares por acción en 2011, 14% menos que el 3.07% del año anterior.

Yake dice que los holdings actuales de Loews son sumamente cíclicos, y que la empresa debería buscar más agresivamente nuevas adquisiciones. "No se puede discutir su éxito, pero se mueven como una tortuga con dos patas rotas", añade.

En tanto que algunos inversionistas consideran que la paciencia de Tisch es su mejor virtud. "No se enloquece", dice Israel Englander, fundador de Millenium Management LLC, un fondo de cobertura de Nueva York.

Futuro, ¿garantizado?

Mientras tanto, Tisch está ocupado en las empresas propiedad de Loews. Al 10 de abril, CNA Financial operó con un descuento de más de 30% con respecto a su valor contable. A mediados de abril, High Mount enfrentó una caída en los precios del gas por debajo de 2 dólares por millón de unidad térmica británica, inferior a su precio máximo de 13.58 dólares a mediados de 2008. Y Diamond Offshore se enfrenta a críticas porque su flota de equipos de perforación es de las más viejas de la industria, con casi treinta años de existencia.

Jim Tisch y el CEO de Diamond Offshore, Larry Dickerson, dicen que ellos han estado comprando a bajo precio y vendiendo a altos. Ante la demanda de petróleo y los precios en alza de 2008, las empresas rivales -como Seadrill, con base en las Bermudas-renovaron la flota de equipos de perforación para nuevas plataformas. La inversión superó 750 MDD por buque, según IHS, una empresa de investigación con base en Colorado. En cambio Diamond Offshore siguió operando con su vieja flota, reacondicionándola. Costo: 300 MDD por buque.

Cuando la demanda por nuevas plataformas cayó en 2009 y se contrajo la economía global, Diamond Offshore compró dos plataformas nuevas, Valor y Courage por 490 y 460 MDD, respectivamente, en subastas (a un 35% y 39% menos que sus precios máximos de 2008). Entraron en servicio en 2010 y en 2011. Diamond también ordenó tres buques perforadores para aguas profundas, que serán entregados durante los próximos tres años a precios que oscilan entre 590 y 610 MDD, en comparación con los niveles más altos del mercado de entre 775 y 950 MDD.

Con el ahorro de dinero al posponer las nuevas construcciones, Diamond Offshore logró dividendos récord. Loews recaudó 2.15 mil millones de dólares en dividendos desde 2006 a 2011. Un reporte reciente de Credit Suisse Group AG califica el 31.9% de retorno a cinco años sobre el capital empleado de Diamond Offshore como el mejor de la industria. Dice Dickerson, de Diamond: "Estamos muy por encima de nuestra competencia".

Los hoteles son ahora el negocio más pequeño de Loews, pero el favorito de Jim, Andrew y Jonathan. El trío se inició en los negocios trabajando en los hoteles Loews y desayuna en Loews Regency de Manhattan varias veces por semana cuando están en la ciudad; allí saludan a algunos clientes del hotel que en una mañana cualquiera pueden ser Sandy Weill, líder de Citigroup, o Robert Kraft, dueño de los New England Patriots.

Jonathan Tisch, quien supervisa los hoteles, tiene grandes planes. Espera ampliar la cadena a 30 establecimientos en los próximos 10 años para aprovechar el crecimiento global de viajes y turismo. "Tenemos que estar en ciudades como Boston, San Francisco y Washington DC", sostiene.

Loews también está invirtiendo en la próxima generación de Tisch. El hijo de Tim, Benjamin, quien apenas acaricia los 30 años de edad, administra un portafolio de Loews que busca aprovechar las tendencias económicas globales; mientras que el hijo de Andrew, Alex, de 33 años, está a cargo de evaluar posibles adquisiciones.

Jim Tisch dice que es muy pronto para hablar de sucesión porque la está pasando muy bien con su trabajo. "Me encanta; viene muy bien para mi incipiente desorden de atención de la adultez", bromea. "Siempre hay algo nuevo".

¿Y la próxima adquisición? Como dice Diana Ross: "Tienes que confiar, darle tiempo, no importa cuánto tiempo lleve".

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