Dragón latino

Como la segunda potencia comercial del mundo, China apuesta por sumar a su paisaje urbano innovaciones que destilen vanguardia por todos los poros. A ritmo vertiginoso, se edifican obras de última generación como las nuevas oficinas de la inmobiliaria Zhong Hong en el corazón del distrito financiero de Chaoyang, en Beijing.

"El interiorismo es un gran negocio en China", relata por correo electrónico Antonio Ochoa Piccardo, arquitecto venezolano que encabezó la renovación de Zhong Hong. "Aquí, todos necesitan la participación de diseñadores, arquitectos, interioristas... El mercado del diseño es ilimitado".

Ochoa Piccardo lleva dos décadas en el país asiático, donde dirige el despacho Red House China. En Beijing, diseñó su propio restaurante Garden of Delights, creó las oficinas de la incubadora de negocios Piëch Asia Enterprises y desarrolló el concepto "acero orgánico" del Cine 17.5. Pero el venezolano cuenta que es escasa la presencia de latinoamericanos en este tipo de trabajos.

Su proyecto con Zhong Hong costó 950,000 dólares y tardó casi ocho meses en completarse. Con tres niveles y un semisótano, la expedición a un peculiar "espacio orgánico" comienza con una recepción en forma de capullo rojo, iluminada por una enorme gota de agua empotrada en el techo. "El interior fue dictado por la estructura del edificio, que asemeja a una especie de oruga", explica.

El área de recreación tiene barras de bar, golf, ping pong y terraza. En el primer piso, sobresale un ventanal traslúcido de doble altura. Hay pasillos con senderos sinuosos que visualmente no tienen fin y, en las salas de reuniones, los sentidos se estimulan con muros inclinados, cubiertos con texturas que resaltan la tapicería de líneas curvas. Sensualidad latina, dice Ochoa Piccardo, para "dejar huella en estas tierras".

BONANZA INMOBILIARIA

Durante la próxima década se construirán 30 millones de metros cuadrados en oficinas en China, según la consultora inmobiliaria Jones Lang LaSalle.