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Artesanía de alta costura

Desarrollar proyectos productivos con las comunidades es una tendencia que abrazan los diseñadores.
lun 03 septiembre 2012 01:44 PM

Al fondo, un par de cerros nevados. En primer plano, un rebaño de yaks pasta con la parsimonia que regala la imperturbable llanura alejada de todo. Los tibetanos lograron domesticar este enorme bovino de dos metros de altura y 1,000 kilos de peso para aprovechar su carne y su leche -que tiene un peculiar color rosa-, además de utilizar su fuerza para tirar del arado y trasquilar su pelambre para hilar textiles que las casas de alta moda valoran como el nuevo casimir.

Los yaks son una especie de toro lanudo cuya intensa ganadería en la segunda mitad del siglo XX deterioró el ecosistema del Tíbet. La única solución para revertir el daño ambiental implica disminuir a la mitad la población del ganado, que se estima en casi 13 millones de animales criados por las comunidades. Paradójicamente, el yak salvaje está en peligro de extinción.

El reto de las iniciativas sociales para los pastores que viven en el corazón de China, en medio de las montañas y la pobreza, no es fácil: desarrollo económico y conservación del medio ambiente. Eso resume Jean Marc Guesné, cofundador de la empresa social Norhla.

El proyecto nació en 2005, como una iniciativa para vender a las casas de alta costura  francesas textiles hilados con lana de yak doméstico. La iniciativa es una alternativa para rescatar de la pobreza a cinco millones de pastores nómadas tibetanos, explica Guesné, en un estudio de su autoría publicado este año. Actualmente, Norhla ofrece un salario mensual promedio de 50 euros, aproximadamente 800 pesos por recolectar el pelaje, lavarlo e hilarlo. Este sueldo supera en 32% del ingreso per cápita en China.

María Fonseca, directora de la EGADE Business School Estado de México, identifica que "el lujo con causa" es una tendencia que las marcas de moda practican para posicionarse frente a sus competidores. "Una buena mercadotecnia social es la que hace ver más allá del precio y justifica que una marca de lujo sea cara por las causas sociales que respalda", dice.

El modista italiano Brunello Cucinelli es uno de los que encontró en el capitalismo social una tarjeta de presentación que presume en cada producto. Desde 1985, Solomeo, una villa en el centro de la península y pueblo natal de la esposa de Cucinelli, es sede de los talleres de la compañía. Las oficinas están en un castillo del siglo XIV, sobre la colina de Umbra, decisión que detonó el rescate y la transformación del pueblo.

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"Escogí Solomeo porque siempre me fascinó la idea de vivir y trabajar en una ciudad pequeña. Un lugar donde estuvieran mis raíces. Al paso de los años, la restauración llegó de manera espontánea, casi por diversión", cuenta Cucinelli vía correo electrónico.

Destacado en la moda internacional por su propuesta de casimir en colores brillantes, Cucinelli es reconocido localmente como un mecenas, pues aprovecha la vocación artesanal de los pobladores y ofrece trabajo remunerado 20% arriba del salario promedio de la industria.

"El lujo sustentable y responsable atrae el interés de consumidores por proyectos locales que crean buenos productos específicos de la región, generan derrama económica y beneficio", explica Pablo Ramírez, director del Instituto para el Desarrollo Social Sostenible del Tecnológico de Monterrey. "Estos proyectos pueden ser las nuevas herramientas de rescate y posicionamiento económico en comunidades".

La española Beatriz Goizueta también encontró las bondades de los proyectos productivos locales vinculados a la alta costura cuando conoció la labor social de Norlha. Eso detonó su decisión para abrir www.laibajan.es, una tienda que vende por internet artículos de lujo producidos por artesanos alrededor del mundo.

"La artesanía va más allá del concepto romántico", comenta Goizueta, quien dedicó 30 años de su vida al mundo de la moda en casas como Hermès y en Marie Claire. "Es un modo de vida con valores profundos para el ser humano, por eso me decidí a ayudar a recuperar esta forma de vida".

Con información de Eréndira Hernández Cruz.

DÓNDE COMPRAR

  • Las prendas confeccionadas con lana de yak están disponibles en tiendas en línea, como el sitio español www.laibajan.es. Los precios van desde 100 euros, el envío se paga por separado.
  • La distribución de Brunello Cucinelli en la ciudad de México es a través de su boutique en Masaryk 440, Polanco, y en la tienda Saks Santa Fe.

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