Publicidad

Síguenos en nuestras redes sociales:

Publicidad

Los amos del octágono

Frank y Lorenzo Fertitta son los dueños de un lucrativo y violento concepto de las artes marciales. Si algún día tienen que definir la suerte de su emporio, lo resolverán con un duelo de jiu-jitsu.
lun 17 septiembre 2012 01:26 PM

Caín Velásquez, un tatuado luchador mexicano de artes marciales, golpea su hombro contra el rostro de su rival, Antonio "Bigfoot" Silva, brasileño de 264 libras, a quien le  abre un profundo tajo en la nariz. La sangre tiñe el logo de Bud Light que está en el centro del tapete de la lona.

La sangre cubre el rostro de Silva, quien forcejea, patea y pega furiosamente a su rival esquivando en vano los repetidos golpes a su cabeza. Con 1:24 minutos para el final del primer round, el réferi declara a Velásquez ganador por nocaut técnico. Personal del ring junta toallas extras para limpiar la sangre, antes del inicio de la próxima pelea.

En la primera fila del ring, la actriz ganadora del Oscar, Charlize Theron, grita: "Pelea, pelea, pelea". A pocos metros, DeMarco Murray, corredor de los Vaqueros de Dallas, y Larry Fitzgerald, receptor de los Cardenales de Arizona, miran boquiabiertos a los luchadores desde un cerco parecido a una cadena que rodea al octágono.

También hay 15,000 espectadores más, que en promedio pagaron 300 dólares para entrar y que le prenden fuego a banderas de México y Brasil.

Ésta es una de las peleas presentadas en el Campeonato de Lucha Extrema (Ultimate Fighting Championship, UFC), una de las atracciones más lucrativas del mundo del entretenimiento que promueve las artes marciales mixtas, una mezcla de violento jiu-jitsu, lucha y patadas. El ganador, con cierta frecuencia, "somete" al perdedor con llaves próximas al estrangulamiento.

El UFC tiene contratados a 442 luchadores de 38 países y transmitirá 14 funciones "pago por evento" durante el año, con lo que recaudará 500 millones de dólares (mdd) en ventas anuales. Además, la empresa con base en Las Vegas firmó un contrato por 7 años con Fox Media Group de News Corporation, en julio de 2011, para que su contenido, televisado en 19 idiomas, esté disponible en más de 148 países.

Publicidad

Sin embargo, el UFC ha registrado un largo camino desde 2001, cuando los hermanos Frank Fertitta iii y Lorenzo Fertitta, herederos del negocio de casinos de su padre, lo compraron por 2 mdd. "Era quizá la peor marca en Estados Unidos por todo lo negativo asociado a ella", cuenta Lorenzo.

Los hermanos dicen que las reglas adoptadas en la mayoría de los estados de Estados Unidos en la década pasada -que prohíben prácticas como el piquete de ojos, las mordidas y los golpes en la tráquea- lo convierten en un deporte más seguro que el box.

"Es una forma de violencia", contraataca Bob Reilly, asambleísta demócrata de Nueva York, el único estado que prohíbe las competencias de UFC. Reilly dice que las lesiones en la cabeza de los participantes podrían tener repercusión décadas más tarde, como sucede con el futbol o el box. Boxeadores como Muhammad Ali y Joe Frazier mostraron signos de deterioro cuando eran mayores, y Reilly los atribuye a los efectos de los reiterados golpes en la cabeza. "Lo mismo les pasará a los luchadores de UFC".

Brutal o no, el UFC ha hecho multimillonarios a Lorenzo y Frank Fertitta. Cada uno es dueño de 40.5% de Zuffa (pelea, en italiano), la empresa privada que controla UFC. Flash Entertainment, una empresa de inversión del gobierno de Abu Dhabi, adquirió 10% en 2009 en un acuerdo que valuó a Zuffa en 2,000 mdd. El resto de las acciones está en manos de Dana White, promotor de peleas y ex compañero de escuela de Lorenzo.

Los Fertitta también son dueños de una participación mayoritaria en Station Casinos, centro de juegos de Las Vegas fundado por su padre, Frank Fertitta Jr. Frank III es director ejecutivo y presidente de la junta de Station, y dueño de 17 casinos en Nevada. Lorenzo es CEO y presidente de la junta de Zuffa.

Las raíces del clan

Portando trajes diseñados a la medida, sobre sus cuerpos musculosos en la arena del MGM Grand, con sus barbas cuidadas y flanqueados por sus esposas e hijos, los hermanos cuentan cómo han logrado trabajar en equipo, construyendo su empresa sin las disputas tan habituales en familias archimillonarias.

Cada uno de los Fertitta controla una fortuna por 1,000 mdd, según datos recabados por Bloomberg. Además son dueños de bienes raíces, colecciones de artes y cuatro jets. Administran sus activos por separado y a través de fideicomisos familiares. Fertitta Enterprise, la única oficina familiar con 60 empleados, administra la riqueza de los Fertitta. El personal de la empresa investiga y aprueba las oportunidades de inversión (rechazó la posibilidad de comprar acciones en Facebook, antes de su oferta pública), se ocupa de las transacciones de arte (cada uno de los hermanos tiene una colección valuada en 100 mdd) y organiza la seguridad personal.

Los hermanos no sólo trabajan juntos. También entrenan juntos. Seis días por semana, en un gimnasio de 370 metros cuadrados debajo de las oficinas corporativas de Station Casinos, a 16 kilómetros de La Franja de Las Vegas, pasan dos horas levantando pesas, saltando la soga y golpeando bolsas pesadas. Ambos son obsesivos de la correcta alimentación y tienen un chef personal que les prepara sus comidas, al menos dos veces al día. Siempre tienen a la mano un bowl con almendras y nueces de la India. Mientras entrenan, hablan de negocios. Sus pláticas constantes, presumen, les ayudan a evitar enfrentamientos.

Pero también los Fertitta pasan buena parte de su tiempo libre juntos. Con sus familias financiaron Fertitta Field en la escuela Bishop Gorman de Las Vegas, donde sus hijos juegan futbol. Y todos los domingos por la noche se reúnen en casa de su madre, Victoria, junto con sus esposas e hijos para cenar.

Frank III y Lorenzo dicen que no presionan a sus hijos para que se integren a sus negocios. "Quiero que mis hijos hagan lo que los haga felices y cualquier cosa que sea su pasión", dice Frank III. Su hija mayor acaba de graduarse y pronto se integrará al programa de gestión de un año de Station. Una vez finalizado el programa, sus planes son ingresar a una escuela de negocios.

Frank Fertitta Jr., el patriarca de la familia, nació en Galveston, Texas. Nieto de inmigrantes italianos, se mudó a Las Vegas en 1959 con Victoria y su hija pequeña, y consiguió un trabajo como conserje del hotel Tropicana. Trabajó en el negocio de los casinos como croupier, supervisor de mesas y gerente general de grupos como Stardust, Sahara y Fremont.

En 1975 se asoció con otros tres inversionistas para construir un casino lejos de Sahara Boulevard, en un terreno al oeste de La Franja de Las Vegas cerca del Mini-Price Motor. "Todos pensaron que era una locura abrir un casino que no estuviera en La Franja o en el centro de Las Vegas", dice Frank Fertitta III. "Mi papá quería hacer algo para la gente del lugar: taxistas, meseras y croupiers".

El Casino, que ahora se llama Palace Station, abrió en 1976 con 100 máquinas tragamonedas, 6 mesas de juego y 90 empleados. Un año más tarde, Frank comenzó a trabajar en el negocio familiar como albañil, durante sus vacaciones escolares. Luego de graduarse de la Universidad de Southern California con un título en negocios en 1984, comenzó a dirigir el casino con su padre durante el día, y de noche se ocupaba del blackjack. En ese entonces el negocio generaba 16 mdd de ganancias antes de impuestos, intereses, amortización y depreciación.

El más chico de los Fertitta, Lorenzo, comenzó a trabajar en las divisiones de contabilidad y de alimentos y bebidas del casino durante los veranos, mientras estudiaba administración de empresas en la Universidad de San Diego.

Años más tarde, mientras la población de Las Vegas aumentaba, los hermanos pasaban sus fines de semana manejando por la ciudad, buscando y comprando propiedades en zonas en crecimiento que podrían ser un imán para los centros de juego. Entre 1993 y 2007 desarrollaron y adquirieron 13 casinos en Las Vegas y en otros lugares como Sacramento, California, por 5,400 mdd. Al mismo tiempo, el precio de las acciones de la empresa subió casi seis veces, más  del doble de la rentabilidad del Índice Standard & Poor's 500.

La joya de la familia

En 2000, mientras el negocio de los casinos despegaba, White se acercó a los hermanos para invertir en el UFC. Un negocio moribundo, que había sido prohibido en la televisión por cable por no estar regulado. El único estado que aprobaba las peleas era Nueva Jersey, aunque hacía poco que los Fertitta practicaban jiu-jitsu, una de las artes marciales usadas en las peleas del UFC.

Frank Fertitta Jr. se molestó por la reputación que tenía este deporte. "Papá era muy conservador", recuerda Frank III. "Nos pidió que no lo hiciéramos. Creo que fue la única vez que no hicimos lo que él quería. Gracias a Dios no seguimos su consejo".

Compraron la franquicia e invirtieron 38 mdd para reactivar el deporte. Lorenzo, que había participado en la Comisión Atlética del Estado de Nevada en 1997, cuando Mike Tyson mordió a Evander Holyfield y le arrancó un pedazo de oreja, pensó que la única manera de hacer del UFC un negocio viable era convertirlo en un deporte reglamentado. Fue así que se reunió en Nueva Jersey con representantes de comisiones deportivas de todo el país para redactar las nuevas reglas para las artes marciales mixtas.

A fin de generar audiencia invirtieron millones de dólares para producir un reality llamado The Ultimate Fighter, que reunió a luchadores en ascenso que combatían entre sí con la posibilidad de participar en una de las transmisiones de pago por evento del UFC. Los Fertitta otorgaron sin costo a Spike TV -un canal de cable orientado a hombres de 18 a 34 años- la secuencia filmada y rápidamente el programa se transformó en un éxito. Para 2007, UFC vendía más que HBO Boxing y World Wrestling Entertainment.

El éxito no pudo llegar en mejor momento para los Fertitta, porque la suerte de Station Casinos estaba por cambiar, para mal. Poco tiempo después se desató la peor crisis financiera en 80 años y el negocio de las apuestas y juegos se detuvo completamente. "Después de la caída de Lehman Brothers, supimos que estábamos en problemas", cuenta Frank.

Posteriormente, los hermanos fundaron Fertitta Interactive, que analiza el mercado de las apuestas en línea. En 2011 el Departamento de Justicia de Estados Unidos revirtió su interpretación de la Ley Interestatal de Comunicación por Cable de 1961, que tipificaba como ilegales las apuestas y los juegos en línea. Al menos 10 estados analizan sancionar proyectos de ley para legalizar el poker en línea.

Los Fertitta adquirieron la plataforma de poker CyberArts Licensing, en octubre de 2011, lo que les permitiría tomar apuestas de poker si los estados comienzan a legalizar la actividad. El plan sería llevar a cabo juegos de poker en línea entre la audiencia de UFC, predominantemente constituida por hombres jóvenes. En julio, los hermanos instituyeron en Facebook un juego de poker gratuito llamado Ultimate Poker.

Con el tiempo crece la audiencia del UFC. Este año, el promotor brindará a Fox Media más de 300 horas de programación, que incluirá 56 peleas en vivo.

El contenido puede verse en más de 200 millones de hogares, que también pueden disfrutar de los partidos de beisbol, futbol y los eventos de la NASCAR. Están al aire o en proceso de desarrollo de productos derivados de The Ultimate Fighter en Australia, Canadá, India y en países de América Latina, entre ellos Brasil, donde el UFC está en segundo lugar de audiencia deportiva, sólo superado por el futbol.

Los hermanos Fertitta tienen que resolver sus diferencias sobre el destino de la empresa y han encontrado un modo único para lograrlo: hicieron que sus abogados redactaran un documento que estipula que los hermanos se enfrentarán en una lucha de jiu-jitsu. "Si no podemos llegar a un acuerdo, tendremos tres rounds de cinco minutos", explica Lorenzo. "Quien obtenga más puntos será el ganador. Dana White sería el referí".

Hasta ahora no han llegado a los golpes. "Con este acuerdo, Lorenzo tendrá ventajas. Mientras más viejo me pongo, más son sus posibilidades de ganar", bromea Frank III.

GUANTES DE ORO
Desde que los Fertitta lo adquirieron en 2001, el UFC ha aumentado considerablemente su penetración y ha abierto franquicias en Brasil, India y Europa.
Precio promedio de las entradas: ................... 250 dólares
Zonas de transmisión: .................. 148 países y territorios
Base de seguidores: ............ Hombres entre 18 y 34 años
Luchadores: .......................................... 442 de 38 países
Funciones “pago por evento” para 2012: ...................... 14
Cantidad de programas de peleas
en vivo para Fox Media para 2012: .............................. 56
LAS REGLAS DEL JUEGO
Las peleas del UFC comprenden hasta cinco rounds de no más de cinco minutos cada uno. El ganador debe noquear a su oponente, someterlo o lograr el mayor puntaje de los tres jueces que califican la batalla.
A continuación, algunos de los movimientos más comunes.
Movimientos y llaves legales
Los luchadores usan una mezcla de jiu-jitsu, lucha y patadas.
Rear Naced Choke Overhand Right
(llave que asfixia al oponente por la espalda) (derecha sobre la defensa)
   
Patada a la cabeza Rodilla voladora
   
Faltas  
Los jueces pueden imponer sanciones a los luchadores que rompan las reglas.
• Piquete de ojos • Llaves tomando la clavícula
• Mordidas • Golpes en la garganta
• Ataques en la entrepierna • Escupidas
• Lenguaje abusivo • Patadas o rodillazos en la cabeza de un oponente en el piso

Newsletter

Únete a nuestra comunidad. Te mandaremos una selección de nuestras historias.

Publicidad

Publicidad