Publicidad

Síguenos en nuestras redes sociales:

Publicidad

Nadie habla de Nicole

La renuncia repentina de la primera mujer en dirigir un banco en México provocó un silencio absoluto en el gremio. Se fue de Scotiabank entre escándalos, pero hay otra posible explicación.
lun 12 noviembre 2012 03:16 PM

Nicole Reich, vicepresidenta ejecutiva, presidenta y directora general de Grupo Financiero Scotiabank, parecía feliz con la noticia. El 14 de agosto, el banco anunciaba la compra a Banamex de Crédito Familiar, una sociedad financiera de objeto múltiple.

La adquisición -explicaba Reich en una entrevista vía telefónica- le permitiría al séptimo banco más importante de México atender clientes de bajos ingresos por primera vez.

-¿Haremos otra compra? Nunca se sabe. Siempre estamos viendo las oportunidades en el mercado. México es un país que nos importa mucho y en donde queremos crecer.

Reich aún hablaba en primera persona sobre los asuntos del banco, pero la incertidumbre rodeaba su gestión. Scotiabank había pasado por dos escándalos, uno por supuestos actos de corrupción en el área de Mercadotecnia y otro por una presunta triangulación de recursos para la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto a través de una de las cuentas del banco.

-¿Tendremos a Nicole Reich por un largo tiempo en Scotiabank? -preguntó el periodista 12 días después del último escándalo.

-Eso depende de mis jefes, yo estoy encantada y feliz acá. Estamos bastante contentos con los resultados: reportamos un crecimiento de 53% de las utilidades año con año y nos sentimos muy satisfechos.

Publicidad

Un mes después, quedó claro que sus jefes -los líderes globales del Bank of Nova Scotia en Toronto- no se sentían tan contentos como ella. El 17 de septiembre, luego de que altos ejecutivos de la matriz visitaron a Reich en su oficina, el banco informó en un comunicado que la ejecutiva renunciaba de inmediato por "intenciones de desarrollo profesional".

Reich no tenía sucesor designado y el anuncio sorprendió al sector bancario mexicano, pues no cumplía el protocolo de Scotiabank. Un cambio en puestos directivos puede tardar de tres a seis meses en la empresa, según relataron tres personas conocedoras de sus políticas internas.

Tras la renuncia de Reich, la primera mujer en dirigir un banco en México, el gremio guardó un silencio absoluto. Nadie quería hablar de ella, de su mandato ni de su salida. Los pocos que lo hacían pedían no ser identificados.

Expansión buscó entrevistas con 53 personas, entre directivos y ex directivos de Scotiabank en México y Canadá, directores de otros bancos, analistas nacionales e internacionales, expertos en relaciones públicas y manejo de crisis, catedráticos, reguladores y funcionarios públicos. Pero luego de una salida enmarcada por escándalos y la falta de una explicación detallada, menos de la mitad de los consultados aceptó hablar. La mayoría de los que lo hicieron prefirió el anonimato.

Reich tampoco respondió a numerosas llamadas en busca de una entrevista.

Scotiabank sólo respondió por teléfono a través de Elsa Mercado, nombrada directora de Mercadotecnia en julio en remplazo de un directivo involucrado en uno de los escándalos.

"Por política establecida no sólo en México sino en su casa matriz y en operaciones internacionales, (el banco) no puede hacer comentarios de empleados o ex empleados -dijo-. No lo tenemos por escrito, es una filosofía en general, más aún, cuando (el caso) pudiera estar en una situación polémica".

A pesar del silencio mayoritario, conversaciones con personas que conocen la situación interna de Scotiabank en México permiten recrear una hipótesis alternativa para explicar la salida repentina de una ejecutiva que parecía estar en la cima de su profesión.

Gran parte de los observadores se concentró en los escándalos que sacudieron al banco y a Reich en 2012. Pero hay un elemento adicional que pocos notaron y que pudo haber sido aún más relevante a los ojos de la matriz en Toronto: la hoja de resultados.

Anatol von Hahn se negó a estar en la conferencia de prensa del 13 de diciembre de 2007. Cedió los reflectores a Reich, que lo remplazaba en la vicepresidencia ejecutiva, presidencia y dirección general de Scotiabank en México. El banco había anunciado el nombramiento tres meses antes.

La expectativa entre los periodistas era alta. La ejecutiva -que nació en Marsella en 1965 y creció en México- llegaba de Scotiabank República Dominicana para convertirse en la primera banquera del país.

Más de 30 reporteros la esperaban en el piso nueve del edificio del banco, en Reforma y Periférico, en el Distrito Federal. Al fondo del salón, los logotipos de la institución canadiense adornaban un estrado donde Reich daría sus primeras palabras.

El discurso de la CEO duró menos de dos minutos. El plan era sólo dar una breve presentación, dice Georgina Mendoza, entonces asesora de prensa del banco, que organizó la conferencia. La agenda no incluía espacio para preguntas. Reich bajó del estrado para irse, pero las cámaras de televisión, grabadoras y micrófonos la rodearon.

-¿Cuál es la expectativa del banco para el próximo año?

-¿Habrá más sucursales?

-¿Cuánto más invertirá Scotiabank en México?

Reich contestó, pero Mendoza dice que se la veía nerviosa porque aún no dominaba las cifras del negocio. La asesora decidió interrumpir la rueda de prensa para evitar más preguntas.

Ambas salieron en busca del elevador. En el piso 19, entraron a la oficina de Reich. Ésta cerró la puerta y confesó que los eventos de prensa tan concurridos eran apabullantes para ella, relata Mendoza.

Una fuente que platicó con Reich en sus primeras semanas al frente del banco asegura: "A Nicole no le gustaba hablar con medios, no era su fuerte".

Con el tiempo, Reich mejoró su manejo de las relaciones públicas. A los pocos meses de llegar a Scotiabank, decidió que el banco debía reforzar su presencia en medios y enfocarse en el consumidor. La mercadotecnia comenzó a tomar más importancia que nunca.

En 2009, el banco creó una dirección general adjunta de Mercadotecnia y el área dejó de depender del director de banca comercial para quedar bajo el mando de Reich.

Manuel García Lascuráin ocupó el puesto. Llegó del Grupo Gigante de supermercados, reclutado por la firma de headhunters Korn Ferry. Reich también eligió nuevas agencias externas de comunicación: Delta se quedó con la publicidad, Carat, con la compra de espacio en medios, y Fleishman-Hillard México, con las relaciones con la prensa. Scotiabank se desligó de Mendoza y de la agencia de publicidad Comunicaciones Alazraki.

La estrategia de García Lascuráin -señala un experto en relaciones públicas que conoce el caso- era mostrar a Reich como el cerebro detrás de la marca.

Con el correr de los años, las portadas de revistas de negocios con la imagen de la CEO adornaron las paredes de su oficina. También tenía recortes de periódicos con entrevistas que había dado. Entre banderas de Canadá y México, había placas y diplomas.

En 2011, Reich se consolidó como la segunda mujer más poderosa del país en el ranking de Expansión, sólo detrás de la accionista de Grupo Modelo María Asunción Aramburuzabala. En 2010, en una entrevista con esta revista para esa edición anual, la banquera se mostró orgullosa de lo que había logrado.

-Yo fui la primera mujer en manejar un banco en Perú, en Chile, en República Dominicana y en México. Tuve grandes obstáculos por ser mujer, tuve que aprender a moverme en ambientes que no eran tradicionalmente femeninos, tuve que aprender a ganarme mi lugar. Pero, al final del día, con resultados te lo ganas siempre.

"Los que han estado adentro saben que en ese banco abundan los rumores y el ‘radio-pasillo'", dice Martín Celaya, ex director ejecutivo de captación de Scotiabank. "Los mails anónimos son el pan de cada día".

El banco estableció esos correos como un sistema de denuncia de corrupción y malas prácticas que pueden ir del fraude al acoso sexual: los bautizó "silbatos rojos".

La mayor parte de las denuncias son anónimas y el sistema incluye un incentivo económico para quien señale un problema relevante.

"La reputación de Scotiabank ha sido el pilar de nuestros negocios", dice Richard Waugh, presidente y CEO de Scotiabank, en el manual interno ‘Pautas de Conducta en los Negocios'. "Hacer siempre lo correcto y proceder con integridad es esencial para mantener nuestro buen nombre, aun cuando sea difícil o parezca que estamos sacrificando otras prioridades".

Medidas como éstas son comunes en empresas multinacionales. "Señalar al compañero, vecino, incluso al mismo jefe, son prácticas que se premian con ascensos, bonos económicos o días de descanso", dice Abraham Vergara, experto en gobierno corporativo de la Universidad Iberoamericana.

Un silbato rojo derivó en el escándalo del área de mercadotecnia. La investigación comenzó en octubre de 2010 y terminó en el verano de 2012. La acusación era que proveedores de publicidad le pagaron a un directivo para ganar un contrato con el banco.

El caso llevó a las salidas de García Lascuráin, de su mano derecha, Leonardo Camberos, y de dos personas más.

La mañana del 26 de julio de este año, estudiantes y profesores esperaban a Reich en el auditorio del Centro de Estudios de Posgrado de la Universidad Anáhuac del Norte. La presidenta de Scotiabank era la testigo de honor de la firma de un convenio por el que la universidad se sumaba al Pacto Mundial, una iniciativa anticorrupción de Naciones Unidas. Reich debía dar la conferencia magistral sobre la experiencia del banco en ese convenio.

Scotiabank México atravesaba el escándalo desde hacía poco más de un mes pero, en los 90 minutos que duró su discurso, la directiva no lo mencionó.

Al salir, Reich caminaba rápido con algunos de sus colaboradores por los pasillos del edificio de posgrados. En las escaleras, un grupo de reporteros le pidió entrevista. No tenía tiempo, dijo, la esperaban en una reunión. Pero, ante la insistencia de los periodistas, decidió atenderlos.

-¿Cómo detectaron el acto de corrupción en Scotiabank? -preguntó una periodista.

-No te voy a contestar de eso. Estamos acá para hablar del Pacto Mundial y es una rotunda tontería.

-¿Siguen las investigaciones?

-No hay ningún caso de corrupción. Me llama la atención que le dediquen tiempo a semejante tontería.

El jueves 2 de agosto, otro escándalo envolvió al banco. Ricardo Monreal, líder del Movimiento Progresista de México, señaló que el gobierno del Estado de México supuestamente había desviado recursos para la campaña de Peña Nieto a través de una cuenta de Scotiabank a nombre de su coordinador de campaña, Luis Videgaray.

También acusó al Banco de México de alterar un comprobante electrónico de una transferencia para proteger a Videgaray.

El Banco de México se deslindó y dijo que sólo el banco receptor de los recursos podía comprobar la veracidad y la exactitud de la información. Scotiabank negó en un comunicado que la cuenta estuviera a nombre de Videgaray. Después, en otro boletín, aceptó haber solicitado al Banco de México corregir el comprobante electrónico de pago para reflejar correctamente quién recibió la transacción.

"Lo importante es que la cuenta destino en el comprobante original y en el modificado no tuvo cambio alguno -dijo-. Siempre fue la cuenta del Estado de México".

En ambos escándalos, Reich y su agencia no manejaron bien las relaciones públicas, dicen dos expertos en manejo de crisis que han trabajado para Scotiabank. La respuesta sobre la denuncia de Monreal "generó más preguntas de las que cerró", comenta uno de ellos. En el caso del área de Mercadotecnia, el banco nunca aclaró las causas de las salidas abruptas de sus empleados.

Fleishman-Hillard México, actual agencia de relaciones públicas de Scotiabank, aclaró que no presta servicios de manejo de crisis al banco. "En el pasado hemos manejado, por proyecto y mediante contrato, asuntos de crisis del cliente -dijo su director general, Flavio Díaz Tueme-. En los casos que mencionas, no los manejamos".

La renuncia de Reich llegó un mes y medio después del nuevo escándalo.

Los resultados -tal y como dijo Reich en 2010- son determinantes para que un CEO mantenga su lugar.

Los números de su actuación al frente de Scotiabank México -en los que pocos se fijaron cuando renunció- podrían brindar una explicación alternativa de su salida inesperada.

Con Reich, Scotiabank ganó 1.7 millones de clientes, sumó 109 sucursales y subió una posición para quedar segundo en crédito automotriz.

"La administración del banco ha sido conservadora", dice Alfredo Calvo, analista de Standard & Poor's. "Ha combinado con éxito la experiencia en el sistema bancario mexicano con los lineamientos de la matriz canadiense Bank of Nova Scotia".

Pero Reich también tuvo traspiés. Con ella, Scotiabank creció en clientes, pero no en participación de mercado. En 2008, era el sexto banco comercial del país. Cuando ella se fue, era el séptimo. En el mercado de créditos para casas, el banco creció 16% entre 2008 y 2009 para quedar primero. Pero, desde entonces, perdió tres posiciones.

Los activos del grupo aumentaron casi 50% durante los cinco años de la gestión de Reich, pero otros bancos crecieron mucho más: Banorte logró 200% e Inbursa, 150%.

El total de crédito aumentó en México 47% entre 2007 y 2012. Santander incrementó su cartera 55% y Banamex, 51%. Scotiabank logró sólo 23%.

La rentabilidad del banco canadiense fue inferior al resto. Entre 2007 y 2011, el sector tuvo un retorno de 14%. En Scotiabank fue de 11.23%, lo que significó menos ganancias para sus accionistas.

El peso de la filial mexicana en la matriz cayó levemente en los últimos años. En el año fiscal 2009, generó 200 millones de dólares canadienses (MDDC), 5.46% de las ganancias globales del grupo, según su reporte anual. En 2010, el aporte disminuyó a 5% (217 MDDC) y en 2011, a 4.76% (251 MDDC).

En los próximos años, el principal reto del banco será aumentar su cartera de crédito más de 10% anual y mantenerla en niveles bajos de riesgo, dice Calvo.

Aunque los activos, el total de crédito y la rentabilidad crecieron con Reich, los resultados de sus competidores indican que la CEO no aprovechó el potencial del mercado mexicano.

El lunes 17 de septiembre a las siete de la mañana, el consejo de administración de Scotiabank México se reunió con altos funcionarios de la matriz en un hotel de Polanco, en el Distrito Federal, relatan dos personas que pasaron por la directiva de la filial mexicana.

Después de la reunión, dicen estas personas y un ejecutivo del banco, algunos de los directivos globales llegaron al corporativo. Subieron al piso 19 para hablar con Reich.

La reunión no duró más de media hora, según estas fuentes. Por la tarde, la firma anunció la salida inmediata de Reich en un comunicado.

"Nicole ha tenido pláticas con el banco sobre sus intenciones de desarrollo profesional -decía el CEO mundial Waugh-. Respeto la decisión de Nicole y quiero agradecer su contribución a Scotiabank. Anunciaremos al sucesor en el momento adecuado".

Carlos Lomelí, director de Banca de Consumo, asumió el mando en forma interina hasta que el 2 de octubre el banco nombró a Troy Wright, entonces vicepresidente de Distribución Minorista en Canadá.

La salida de Reich fue repentina comparada con sucesiones similares. Cuando la ejecutiva remplazó a Von Hahn, la transición tardó tres meses desde el anuncio hasta la conferencia de presentación. Un ex ejecutivo del banco dice que, por lo general, la partida de un country head puede llevar hasta medio año.

Una sucesión planeada en los niveles superiores de una empresa multinacional requiere un trabajo de al menos un año entre la búsqueda del sucesor y la transición de mano del directivo saliente, dice Ludivina Herrera, directora de la Licenciatura en Administración y Estrategia de Negocios del Tecnológico de Monterrey, campus Santa Fe.

"Un proceso tan rápido implica alguna diferencia entre los intereses de la compañía y el empleado, un cambio de perspectiva y estrategia, incluso un despido", asegura Herrera.

"Con un movimiento intempestivo en la dirección de una compañía se pierde toda inercia en el liderazgo de una empresa", resalta Jorge Smeke Zwaiman, director de Estudios Empresariales en la Universidad Iberoamericana. "Al final del día, la cabeza de la firma es el líder natural para todos los empleados".

En 2004, Grupo Financiero Banorte vivió la única salida similar a la de Reich en la banca mexicana. Othón Ruiz Montemayor, vicepresidente ejecutivo y CEO, dejó su cargo ese febrero y el banco dijo que renunció. Pero, según un ex directivo del sector, la realidad es que le pidieron irse por sus resultados.

El gremio no quiere hablar del relevo en Scotiabank. Uno a uno, los voceros de las instituciones financieras, asociaciones y reguladores dijeron que no harían declaraciones porque era un asunto interno del banco canadiense que todavía no concluía.

El 16 de octubre, José Miguel Domínguez, vocero de la Asociación de Bancos de México, confirmó que ésta no daría una respuesta sobre el caso por ser un tema particular de una institución miembro.

El 25 de octubre, Alejandro Valenzuela, CEO de Banorte, encabezó una videconferencia de prensa sobre los resultados trimestrales de su banco.

-¿Qué opina sobre la salida de Nicole Reich?

-La verdad es que Nicole es una mujer que respeto y admiro mucho (...) Es una mujer muy competente. Lo único que le puedo desear es el mayor de los éxitos (...) Habrá habido razones entre ella y Scotia para esa separación. El sector financiero perdió una gran frescura que tuvimos con Nicole.

Un día después, Marcos Martínez Gavica, CEO de Santander, evitó comentar sobre Reich al presentar sus propios resultados. Al final del evento, el directivo se despidió de cada uno de los periodistas presentes.

-¿Por qué nadie habla de Nicole?

- Recientemente hablé por teléfono con Nicole - contó Martínez Gavica-. Pero no diré nada más.

El 11 de octubre, la Comisión Ejecutiva de la Asociación de Bancos de México organizó una cena para Reich en el Club de Industriales, en Polanco. Reich fue vicepresidenta del ente hasta su salida de Scotiabank.

"No fue propiamente un homenaje", afirma uno de los invitados al evento. La recepción -dice- convocó cuando menos a 30 banqueros.

El 18 de octubre, el secretario de Hacienda, José Antonio Meade, organizó una comida privada para Reich. El sector bancario sellaba así el adiós a quien fue hasta ahora su única CEO.

Poco más se supo sobre Reich desde su salida de la escena pública. La ex banquera no dio entrevistas a periodistas. Un conocido dice que la vio cenando en Polanco a principios de octubre. Scotiabank no brindó más explicaciones sobre su renuncia.

Expansión llamó a la casa de Nicole Reich en repetidas ocasiones desde inicios de octubre. El 19 de octubre, en uno de los últimos intentos, una empleada atendió el teléfono.

-Sí, le pasé su recado -dijo-. Pero la señora está de viaje.

Con información de Norma Jiménez, Cinthya Bibian, Ariadna García y Daniela Clavijo. Análisis de datos de Inteligencia Expansión.

ALMA DE BANQUERA
Nicole Reich comenzó su carrera en 1987 en Chrysler México. Tiene una importante trayectoria en la banca.
* Agosto de 1987 a enero de 1991. Inició su carrera en Chrysler México como practicante.
* Julio de 1991 a julio de 1992. Fue profesora en el Tecnológico de Monterrey.
* Agosto de 1992 a agosto de 2005. Ocupó distintos cargos en Citigroup International, como la dirección corporativa en República Dominicana y la dirección regional de Citigroup Zona Oeste de América Latina.
* Septiembre de 2005 a octubre de 2007. Fue directora general de Scotiabank en República Dominicana.
* Noviembre de 2007 a septiembre de 2012. Fue vicepresidenta ejecutiva, presidenta y directora general de Scotiabank México.
Fuente: Expansión

Newsletter

Únete a nuestra comunidad. Te mandaremos una selección de nuestras historias.

Publicidad

Publicidad