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Los futuros 11 fantásticos

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lun 10 diciembre 2012 04:36 PM
Jim O´Neill, autor del libro The Growth Map, incluye 11 naciones más que, junto con los BRIC, serán, en las próximas décadas, los motores de crecimiento de la economía mundial. (Foto: Dayán Jiménez)
El mapa del crecimiento libro (Foto: Dayán Jiménez)

En una frase: En las próximas décadas, 11 países serán los protagonistas de la economía a nivel mundial.
Especial para: Inversionistas y personas de negocios que quieren estar al día con las futuras potencias.

Diez años después de haber pronosticado con acierto que las economías de los países BRIC (Brasil, Rusia, India y China) darían lugar a un nuevo orden económico global, Jim O'Neill reafirma su teoría. Además ahora incluye a 11 naciones más que, junto con los BRIC, "son y serán, en las próximas décadas, los motores de crecimiento de la economía mundial".

Entre esos países destaca a México, que "tendría opciones de ascender hasta los 10 países más ricos del mundo, si desarrolla todo su potencial".

Cuando la crisis crediticia estalló en septiembre de 2008, muchos predijeron que la historia de los BRIC había llegado a su fin. "Evidentemente, hoy vemos que esa afirmación resultó totalmente infundada; por el contrario ése fue el momento en que la tesis sobre los BRIC  alcanzó su pleno desarrollo; pues esos cuatro países resistieron los tambaleos de la economía mundial y emergieron más fortalecidos que nunca", escribe el economista.

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El PIB total de esos países casi se cuadruplicó desde 2001, pasó de estar cerca de 3,000 millones de dólares a una cifra de entre 11,000 y 12,000 millones. La economía mundial dobló su tamaño desde el mismo año y un tercio de ese crecimiento corresponde a los BRIC. Además, en la actualidad

los BRIC representan cerca de 20% del comercio mundial, comparado con el 10% que eran en 2001.

El poder económico de este grupo de naciones llamó tanto la atención en el equipo de investigación de la consultora Goldman Sachs, dirigido por O'Neill, que en 2003 se dio a la tarea de realizar un informe titulado ‘Soñando con los BRIC, el camino hacia 2050'. En éste, contempla que en 2035 China podría superar a Estados Unidos para convertirse en la economía más importante del mundo.

Para ejemplificar lo rápido que han crecido los BRIC, O'Neill echa mano de la industria automotriz como indicador de consumo. Expone que un análisis de Goldman Sachs sugiere que 70% de todos los automóviles (unos 50 millones) se compran en los países BRIC, y que China podría suponer la mitad de esta cifra.

O'Neill escribe que un día hablando con un colega que vivía en Frankfurt, éste le comentó que quería sorprender a su esposa comprándole un BMW por su cumpleaños. Cuando llamó a su distribuidor local, éste le dijo que tendría que esperar seis meses para obtener el modelo que quería, ya que había mucha demanda en China. "Ya ni siquiera los alemanes pueden comprar el BMW que quieren, cuando quieren", le dijo a manera de broma.

Cuenta también que a mediados de 2011 Kentucky Fried Chicken ya tenía 3,700 restaurantes en China, tres veces más que su rival McDonald's. Prosperó gracias a que dio a sus gerentes chinos flexibilidad para adaptar sus menús a los gustos del país, lo que implicó servir menos alitas de pollo y más platillos locales.

El Nikkei Weekly, un periódico de economía japonés, informó que la mujer china promedio que pasa por el aeropuerto de Narita gasta unos 1,000 dólares en cosméticos, lo que muestra el poder adquisitivo cada vez mayor de esta población. Por razones así, es posible que Estados Unidos pronto tenga que compartir el estatus de superpotencia con China.

El nuevo grupo

O'Neill recuerda que en 2005 habló por primera vez de los Siguientes Once (N-11) para referirse al grupo de países en desarrollo que seguiría la estela de los BRIC: Bangladesh, Egipto, Indonesia, Irán, Corea del Sur, México, Nigeria, Pakistán, Filipinas, Turquía y Vietnam.

O'Neill explica cómo será el nuevo mapa económico hacia el año 2050.

En primer lugar, identifica tres grupos dentro de los N-11, cada uno de los cuales tendrá sus propios retos. El primer grupo está conformado por Corea, México y Turquía, donde los ingresos y niveles de desarrollo ya son altos, las condiciones para el crecimiento, aceptables, y el reto es mantener y mejorar dichas condiciones para llegar al nivel de las economías más ricas del mundo.

El segundo grupo lo integran otros dos mercados emergentes tradicionalmente fuertes: Indonesia y Filipinas, que "necesitan avanzar más para acercarse al primer grupo".

En el tercer grupo incluye a Egipto, Nigeria, Pakistán y Bangladesh, "los cuales son muy diferentes entre sí, pero todos tienen el potencial para incorporarse al grupo más grande de las economías, pues sus historias de crecimiento son impactantes", escribe O'Neill.

El autor afirma que en 2050 veremos un club de ricos compuesto por Rusia, Corea y todo el G7 excepto Italia; un grupo con ingresos altos a medios que incluye Italia, México, China , Brasil y Turquía; un grupo con ingresos medios a bajos donde están Vietnam, Irán, Indonesia, Egipto, Filipinas e India; y finalmente, un grupo con ingresos bajos con Nigeria, Pakistán y Bangladesh.

Pensar en estas nuevas divisiones "nos ayudaría a nosotros y a los inversionistas y empresas a detectar qué regiones del mundo estarían creciendo, cómo avanzará su riqueza y hasta qué punto y cómo se comportarían sus poblaciones como consumidores".

En 2011, al afinar su perspectiva, el grupo de Goldman Sachs estableció que de los países del N-11, sólo Indonesia, México, Corea y Turquía disponían de un tamaño suficiente en términos de PIB para ser llamados "mercados de crecimiento" junto con los BRIC.

Los mercados del crecimiento -explica O'Neill- son países que tienen una demografía y un impulso de productividad adecuados para crecer más de prisa que la media mundial. Gozan de entornos de crecimiento mejores que la mayoría de los mercados emergentes, así como de la infraestructura financiera, el tamaño y la profundidad de mercado exigidos por los inversionistas internacionales".

Para que los inversionistas comprendan las oportunidades asociadas a los BRIC y las autoridades capten los cambios en el mundo, deben contemplar estos países separados de los "mercados emergentes" tradicionales.

El modo más sencillo de demostrar el poder de los mercados de crecimiento es el desarrollo potencial de su PIB combinado nominal desde 2010 hasta 2019: 16,000 millones de dólares.

Con respecto a la definición de  ese grupo, O'Neill recuerda un apunte que es particularmente revelador sobre México, país al que contempló como un posible aspirante a los BRIC. "Ahora me doy cuenta de que tuve suerte de no incluirlo, pues es asombroso lo modesto que ha sido el crecimiento de su PIB durante la pasada década, especialmente si se tienen en cuenta sus logros como productor de petróleo y la subida de precios de este", dice.

México poderoso

Hacia 2050, México podría ser la sexta economía mundial, comparable a la de Rusia, afirma, "si desarrolla todo su potencial", con lo que obtendría ingresos similares a los de los países desarrollados.

Para lograr este potencial, O'Neill apunta a un factor determinante, que es el incremento de la productividad. Actualmente, explica, no está claro el detonante de la productividad. Si fuera tan sencillo el crecimiento, sería más predecible y alcanzable. Un factor que ayuda a determinar esto es el llamado índice ges que consta de trece variables distintas: cinco de naturaleza macroeconómica y ocho, microeconómica.

Dentro de la macroeconómica están: inflación, deuda pública, gasto de inversión, deuda externa y grado de apertura. En la microeconómica están: uso de teléfonos móviles, uso de internet,  computadoras, esperanza de vida, educación, Estado de Derecho, corrupción y estabilidad gubernamental.

Pero, para el autor, la educación es quizás la variable más importante a la hora de conducir a la población activa hacia una mayor productividad.

En esta línea uno de los principales objetivos de los países N-11 tiene que ser la adopción de políticas capaces de aumentar sus puntuaciones ges. Si lo hacen, producirán los escenarios espectaculares que O'Neill predice para 2050.

De hecho el economista, comenta un factor favorable para México que tiene que ver con la evolución china: "A menudo se señala la pobre actuación mexicana con respecto a Brasil, a medida que se ha ido desarrollando la historia de los BRIC. Un motivo creíble es que la aparición de China como un gran centro de producción de bajo costo redujo el atractivo de México para las compañías estadounidenses. Pero, ahora, a medida que China se vaya haciendo más rica, sus sueldos aumentarán y cabe la posibilidad de que México sea uno de los grandes beneficiados".

El autor finalmente habla de un nuevo orden mundial en el que Europa, Estados Unidos, el G-7 y las autoridades como el FMI y el Banco Mundial deben revisar sus estructuras. La crisis financiera ha demostrado que ahora las 15 naciones (entre BRIC y N-11) han salido de ésta en mucho mejor forma que las economías occidentales más importantes.

"Mientras que la producción de la mayoría de las economías del G-7 no ha vuelto a su nivel anterior a la crisis, prácticamente todos los BRIC y los N-11 han recuperado cualquier pérdida de producción rápidamente y con facilidad", dice O'Neill.

"Creo fervientemente que el hecho de que dejemos de pensar meramente en gigantes económicos al alza como ‘mercados emergentes puramente exóticos' nos ayudaría a comprender mejor el equilibrio entre los riesgos y las oportunidades", dice. No se trata de un truco de mercadotecnia. "Es una manera de ayudarnos a todos a pensar más globalmente".

The Growth Map (‘El mapa del crecimiento'), Jim O'Neill, 229 páginas, 17 dólares en Amazon.

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