Cómo crecer en la incertidumbre
Los empresarios esperan cambios con todo nuevo gobierno. Pero quizás no esperaban tantos como los que se vieron en los primeros meses del sexenio de Enrique Peña Nieto.
El presidente dejó en claro que está dispuesto a hacer reformas estructurales profundas y que no le incomoda encarar más de una al mismo tiempo. Sus principales iniciativas implican cambiar marcos regulatorios de sectores económicos muy importantes. La reforma de telecomunicaciones es un desafío para gigantes como América Móvil y las televisoras. La reforma energética puede abrir la puerta de la explotación petrolera a las principales empresas extranjeras.
Periodos de transición como éste crean incertidumbre para las empresas, dice Rita McGrath, profesora de la Escuela de Negocios de la Universidad de Columbia y experta en crecimiento estratégico en ambientes inciertos.
¿Cómo pueden prever los empresarios los cambios de un nuevo gobierno?
Por lo general, cuando ven la posibilidad de un cambio de gobierno, los CEO pasarán más tiempo visitando a los funcionarios. Asociaciones y cámaras, como la Cámara de Comercio (en Estados Unidos), harán esfuerzos por explicar qué cambios pueden esperar. Los recursos, generalmente, se van en conseguir información y establecer relaciones con personajes influyentes.
¿Hay industrias más vulnerables al cambio de gobierno?
Algunas son más sensibles, como la de la salud, por ejemplo. Empresas que venden aparatos médicos o farmacéuticas invertirán más en cabildeo para entender qué permitirá y qué frenará el nuevo gobierno.
Es raro el sector que la incertidumbre de un cambio político no afecte. El financiero, por la regulación, el de producción de alimentos, por cuestiones de cadenas de suministro.
¿Cómo incluye la empresa en sus planes un cambio presidencial?
Todas las empresas establecen sus apuestas y éstas pueden tomar diversas formas. Por ejemplo, deciden quedarse con un poco de efectivo extra o establecer más continuidad en sus procesos. Intentan tener opciones en diversos escenarios. Lo negativo es que destinan una gran cantidad de recursos a estos planes de contingencia y los dejan de invertir en otros elementos, como la innovación.
¿Un ambiente volátil golpea o inspira la innovación?
Las dos. Típicamente, la inseguridad detiene la inversión en innovación. Cuando hay incertidumbre, los esfuerzos de innovación se enfocan en cómo reaccionar a los probables cambios, por ejemplo, en cómo reaccionar si hubiera nuevas regulaciones o nuevos impuestos y cómo zafarse de eso. Es una reacción normal, no maliciosa, pero sería mejor que los esfuerzos se enfocaran en causas más nobles. Un ambiente de incertidumbre desvía la energía de la innovación.
Sí hay casos en los que una incertidumbre sobre cambios regulatorios inspira positivamente la innovación. Algunas empresas en Estados Unidos tomaron en serio la probable regulación ambiental antes de que ésta se implementara y pidieron a sus mentes más brillantes encontrar soluciones porque sabían que, en el largo plazo, habría un beneficio. De ahí surgieron proyectos de aire limpio, agua limpia y remover el plomo de combustibles.
Monsanto, por ejemplo, probó que la incertidumbre provoca innovación creativa. Los miembros de la empresa pensaron que podían modificar genéticamente cualquier cosa. Al llegar a Europa vieron que la presión social y el miedo sobre lo que proponían tendría influencia en el marco regulatorio y con creatividad se alejaron del mercado de personas para enfocarse en el industrial y en la agricultura.
¿Hay oportunidades de negocio en un ambiente volátil?
Sólo cuando la incertidumbre es total y constante no hay espacio para oportunidades.
En un periodo transitorio de incertidumbre, hay oportunidades en nuevos nichos de negocio o nuevas necesidades y novedosos mecanismos de fondeo.
Una de las formas más productivas en que las empresas manejen la incertidumbre es asegurándose de tener opciones en sus estrategias. Si algo no sucede como esperaban, tienen un plan B al cual recurrir.
La cabeza del gobierno va y viene, pero la mayoría de los líderes son estables, así que no hay que dejarse llevar pensando en cuánto van a cambiar las cosas, porque es muy extraño que haya un cambio radical.
¿Es posible evitar la volatilidad?
La regla más vieja para prepararte para algo que no conoces tiene dos vertientes: tratas de prevenir lo negativo u optas por la resiliencia. Las empresas que invierten más recursos en prevenir, en resiliencia, serían más efectivas en el largo plazo.
¿Un mayor foco en resiliencia y menor en prevención podría afectar menos la innovación?
No estoy segura de que haya una correlación directa. El proceso de innovación es el daño colateral de muchas situaciones, una de ellas es la incertidumbre política, otra, los problemas financieros y hasta un cambio de régimen o de estrategia dentro de la empresa.
¿Qué recomienda a empresarios mexicanos que transitan por el inicio de un nuevo gobierno?
Ser sincero con uno mismo y con la empresa en cuanto a lo que puede pasar. No caer en la negación.
El CEO de Research in Motion (hoy BlackBerry) fue entrevistado en 2007 sobre el impacto que tendría en la empresa el nuevo iPhone. Descartó cualquier consecuencia porque asumió que quienes usaban BlackBerry serían leales y que el iPhone -al no ser tan seguro como la BlackBerry- no causaría problemas. No son conjeturas inapropiadas, pero no dejó espacio para planear una estrategia de reacción.
A las empresas que ponen malas noticias sobre la mesa y responden de manera organizada les va mejor en periodos de transición que a las que pretenden que nada sucede. Sean honestos, acepten cuando algo los puede lastimar y analicen cómo reaccionar. No hablar de algo malo que podría ocurrir no lo va a mejorar.
Rita McGrath. Es profesora en la Universidad de Columbia. Es autora de varios libros sobre aprovechamiento de la incertidumbre y desarrollo de empresas, como Busters: 40 Strategic Moves that Fuel Exceptional Business Growth.