Publicidad

Síguenos en nuestras redes sociales:

Publicidad

País de moda

-
vie 29 marzo 2013 03:01 PM

CONTEXTO INTERNACIONAL

En los últimos 11 años, la economía mexicana creció en promedio 3% al año. Durante ese mismo periodo, Brasil creció casi 4%, Rusia, casi 6%, India, 7.8%, y China, más de 11%. Aun así, la comunidad económica internacional parece estar enamorada del ‘Tigre Azteca', como lo bautizó el Financial Times en enero.

El interés por México no sólo tiene que ver con su inflación controlada, reservas internacionales históricas, tipo de cambio favorable y una de las deudas más bajas como porcentaje del PIB. El contexto internacional también ayudó.

"No habría un boom en México si no hubiera una recesión en el mundo", dice Almeida, de PwC.

Con un crecimiento de 3.92% en 2012, la economía mexicana superó a Alemania, Brasil, Estados Unidos, Japón y Reino Unido, entre otros. "En estos tiempos, el simple hecho de que la economía mexicana crezca -aunque sea 4%- la convierte en un destino ideal para nuestros inversionistas y empresas que buscan dónde invertir", dice Justin McKenzie-Smith, jefe adjunto de la Dirección de Comercio e Inversiones de la Embajada Británica en México.

Sin embargo, la crisis de deuda en Europa, el estancamiento económico en China y Estados Unidos y la desaceleración en Brasil no durarán por siempre. Cuando estos países superen el bache, seguirán siendo tan productivos y competitivos como antes, dice Ramón Padilla, oficial de Asuntos Económicos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). México, en cambio, sigue teniendo la segunda productividad laboral más baja de la OCDE, sólo detrás de Turquía. Además, el país perderá en cinco años una posición en el Índice Global de Competitividad Manufacturera, de la consultora Deloitte. La manufactura mexicana representa casi 19% de la economía nacional.

Publicidad

Lo ideal sería que México aproveche la desaceleración que experimentan países como Brasil y China -con los que compite para atraer inversión extranjera- para recuperar terreno. "Es como en la Fórmula 1", señala Ardavin, de la OCDE. "Cuando uno está allá afuera tiene que recorrer la mayor cantidad de vueltas a toda velocidad antes de que los otros salgan de los pits".

Para lograrlo, México debe elevar su productividad, reducir la informalidad laboral, impulsar la competencia, eliminar las restricciones a la inversión extranjera y mejorar el estado de derecho, según la OCDE. Si lo consigue, podría ligar 10 años de crecimiento promedio mínimo de 4.5%, casi el doble de lo que registró en las últimas tres décadas.

Incluso podría convertirse en la economía más grande de América Latina y la más dinámica de los países emergentes, según el banco japonés Nomura, que en julio publicó un reporte sobre la economía mexicana. "Pareciera que hay muchas cosas que nos hacen pensar que México podría estar entrando en una expansión en su crecimiento de forma sostenida", dice Benito Berber, economista en jefe para América Latina del banco japonés y coautor del estudio. Pero si las reformas no se concretan, existe el riesgo de que la moda de México sólo sea pasajera.

Brasil, por ejemplo, que hasta hace muy poco era uno de los consentidos de los inversionistas extranjeros, no supo aprovechar su momento. No elevó su competitividad, por eso ahora su economía está estancada, dice Emerson Bazílio, profesor de la Escuela Politécnica de la Universidad de São Paulo. "Definitivamente, la cuestión del tiempo es muy importante", dice Ivonne Acuña, profesora de Ciencias Políticas de la Universidad Iberoamericana.

Newsletter

Únete a nuestra comunidad. Te mandaremos una selección de nuestras historias.

Publicidad

Publicidad