En diciembre pasado asumió la dirección de Banamex, donde labora hace 25 años. Casado y con tres hijos, Zorrilla es aficionado al equipo de futbol Atlante, juega tenis y eventualmente golf. De cuando en cuando disfruta de algún buen tequila. Como ejecutivo señala que el reto de los bancos ante la competencia es ofrecer al mercado diversas opciones, pues “la institución que no se acerque e identifique las necesidades del mercado perderá participación”.
En su nuevo cargo debe generar beneficio para los accionistas, pero la autoridad presiona para bajar las comisiones, ¿podrá servir a dos amos?
Somos una institución lucrativa, tenemos la responsabilidad de cuidar los recursos, la rentabilidad de los accionistas… Las comisiones son un tema de moda, están bajando debido a la competencia, ya hay más de 40 instituciones que participan en el mercado.
¿Le teme a los nuevos bancos?
No es cuestión del tamaño de la rebanada, sino de qué tamaño es el pastel. Si no crece, los competidores y nosotros tendremos miedo.
¿La competencia le enseñó cómo atender pobres?
Hay bancos de nicho que nos dieron lecciones en ese contexto. Tenemos que ganar en profundidad. Atender otros segmentos, no somos un banco de empresas y de zonas residenciales. Llegamos a otro tipo de comunidades, queremos que nos vean como un banco universal.
¿La gusta la imagen que tiene la banca?
Tenemos mucho que avanzar en cuanto a imagen. Vivimos aún los efectos de una crisis de endeudamiento mayúscula, en 1995, y tenemos la cola de esos impactos que polarizaron a clientes e instituciones bancarias.
¿Le confía su dinero a Banamex?
Tengo crédito hipotecario en Banamex, dos tarjetas de crédito, entre otras.
¿Le han hecho cobros injustificados?
Efectivamente y también he tenido llamadas del banco para saber si estoy comprando algo en Jamaica, la carrera en contra de los defraudadores, sobre todo en internet, es intensa.