Publicidad

Síguenos en nuestras redes sociales:

Publicidad

Campea el optimismo

-
mié 18 octubre 2006 12:00 AM

Los optimistas salen a relucir en la encuesta CEO Briefing que se publicó este año. Casi nueve de cada 10 de los directivos que la Unidad de Inteligencia de Economist (EIU) entrevistó, ven los prospectos de negocios globales como buenos o muy buenos, un aumento marcado de años anteriores. La misma proporción espera ver un crecimiento robusto o modesto en ingresos y ganancias en su propia organización en los próximos tres años.

El punto de vista alcista es por lo general justificado. Según los pronósticos de EIU, se espera que el incremento del PIB mundial llegue a un promedio de 4% en 2006. Si bien es inferior a 4.4% calculado para 2005, es un índice fuerte de crecimiento a comparación de gran parte de los 90. En 2007 y 2008, se espera que el crecimiento se detenga aún más, con un promedio de 3.9%, aunque en niveles históricos el paso de expansión seguirá siendo robusto.

Pero ¿por qué deben estar más seguros los CEO sobre las perspectivas globales este año? Después de todo, el ritmo del crecimiento global llegó a su punto más alto en 2004, antes de moderarse en 2005, y se espera que siga disminuyendo el ritmo en los próximos tres años.

Rob Ritchie, CEO de Canadian-Pacific Railway, observa una moderación de demanda de materia prima de los niveles ‘locos’ de 2005. “El año pasado estábamos bailando en las calles”, dijo. “Ahora nos pasamos al salón de baile”.

Los riesgos de la economía global siguen siendo considerables. El aumento en las tasas de interés podría sumergir en dificultades a los endeudados consumidores de Reino Unido y Estados Unidos, y reducir la liquidez en los mercados emergentes.

La amenaza de la caída del dólar no se ha disipado. Los altos precios de la materia prima ya pesan en la mente de muchos ejecutivos, desde la industria del transporte, por el incremento del combustible, hasta sectores menos obvios. En el sector de los refrescos, por ejemplo, la fabricación de edulcorantes de maíz depende fuertemente del gas natural. “Es preocupante”, asegura Alfred Drenes, CFO de Pepsi Bottling Group. “De pronto, el precio de la fabricación del edulcorante es mucho más importante de lo que solía ser”.

Publicidad

Basado en preguntas a 555 ejecutivos, incluyendo a 226 CEO de diferentes países, así como una serie de entrevistas a fondo con altos directivos, el reporte de la EIU encontró que el optimismo de muchos ejecutivos de cientos de empresas globales se documenta así:

El recuerdo de la dolorosa recesión de inicios de la década apenas se comienza a desvanecer. Después de una sucesión de buenos años, el crecimiento de ingresos y la cuota del mercado se han convertido en algunas de las prioridades estratégicas más importantes para los participantes. Así como el impacto de los nuevos requisitos del ejercicio del poder y la conformidad. Sólo 7% de los ejecutivos ven las regulaciones a los nuevos negocios como una de las fuerzas más críticas en el mercado este año, mucho menos de 18% que eligió esta opción en 2005.

Las economías emergentes se vuelven más volátiles. Las 30 economías emergentes más grandes crecieron en los dos últimos años. Antes de 2004, hubo al menos un país en el grupo que retrocedía. También las políticas mejoran. Las autoridades chinas intentan disminuir el gasto capital para reventar una burbuja de inversiones. El crecimiento de inversiones en India gradualmente aumentará el crecimiento de productividad en los sectores de servicio e industrial. Los programas de reforma y liberalización mejorarán los ambientes operativos de todo el mundo.

El crecimiento global se generaliza. La economía japonesa se ha recuperado en gran parte de la tragedia de los 90. Incluso Europa, que siempre se ha desempeñado por debajo del promedio, ve 2006 con mayor impulso que en 2005, con señales de recuperación en Francia y Alemania en particular.

Europa: ¿Hay luz al final del túnel?
La Unión Europea ha sido la región de crecimiento más débil del mundo en los últimos cinco años. Aunque los índices de crecimiento varían de un país a otro, la actividad en gran parte de la región ha sido obstaculizada por el aumento del precio del petróleo (que ha desgastado el poder adquisitivo), las finanzas públicas frágiles, el débil crecimiento del empleo, la actual tendencia a la baja de las bolsas y el deterioro de la confianza del consumidor y los negocios. La situación mejora gradualmente. En 2006, EIU pronostica un crecimiento real del PIB de 1.8% en la zona del euro, y 2.1% en toda la Unión Europea. La clave de la aceleración será un repunte en la inversión de negocios. El balance general corporativo ha mejorado de manera considerable desde 2002, y las compañías que pospusieron el gasto capital no tendrán otra opción que remplazar la maquinaria vieja de las plantas.

La actividad económica debe recuperar el ritmo en 2007, conforme se amplíe la recuperación. En 2007, pronosticamos que el crecimiento real del PIB será de 1.9% en el área del euro y 2.2% en toda la unión. Hay tres factores que deben apoyar el gasto de consumo: un repunte en el crecimiento de empleo; una baja en la inflación (que aumentará los salarios reales); y una recuperación en la confianza del consumidor.

Asia: Oportunidades y riesgos
Como en años anteriores, los ejecutivos creen que la región de Asia-Pacífico impulsará el crecimiento. Dos tercios de los participantes de la encuesta esperan que la región ofrezca mayores oportunidades, por delante de Europa y Norteamérica.

Y tienen razón. Se espera que Asia (excluyendo a Japón) tenga el índice de expansión más rápido de cualquier región en 2006-2010, a un índice promedio de crecimiento anual de 5.6%. La mayoría de las economías de Asia tienen un alto índice de ahorros nacionales y están sujetas a políticas macroeconómicas por lo general prudentes, lo que crea un ambiente fértil.

“La recuperación económica de Asia, el surgimiento de la libre empresa, el influjo de empleos y capital extranjeros, la voraz y creciente demanda de consumo (todos estos factores se conectan para crear enormes oportunidades de negocios)”, señala Dave Lesar, presidente y CEO de Halliburton.

China es el motor de crecimiento en la región asiática y el mercado más importante para las ambiciones de crecimiento de los encuestados. Los pronósticos de crecimiento (8% en 2006, 7.3% en 2007 y 7% en 2008) aunque moderados, seguirán haciendo de China uno de los mercados emergentes más atractivos.

También se espera que India haga un buen papel en los próximos años, a pesar de una disminución en la demanda nacional. Prevemos que el crecimiento del PIB llegará a 7.8% durante 2005-2006, antes de disminuir a 7% en 2006-2007 y a 6.5% en 2007-2008. La economía no relacionada con la agricultura se está expandiendo a un ritmo saludable, con el sector de servicios (que ahora es el motor principal de su desarrollo), listo para crecer casi 9% anualmente en los próximos dos años. “India está creciendo muy rápido y de formas muy inesperadas”, asegura David Lim, CEO de Neptuno Orient Lines (NOL) en Singapur.

Y no hay que olvidar a Japón. El crecimiento de su PIB supera las expectativas, con un avance en la economía en 2005, gracias a la inversión del sector privado y a la demanda de consumo. El PIB japonés se desacelerará pero seguirá estando bien en los próximos dos años, con un crecimiento de 1.6% en 2006 y 1.2% en 2007 y 2008.

Los altos precios del petróleo son una amenaza para las perspectivas de crecimiento económico en Asia, que importa dos tercios del oro negro que consume. La región es especialmente vulnerable a acontecimientos en EU (un buen comprador de exportaciones de Asia). El aumento del proteccionismo amenaza con socavar el trabajo de exportación de algunas economías emergentes de Asia, con un sentimiento de proteccionismo que está surgiendo de EU y la Unión Europea. Además, la región enfrenta la posibilidad de que la gripe aviar mute y se propague entre los humanos, con consecuencias catastróficas.

América: EU en la mira
EU es, desde hace tiempo, el motor del crecimiento global, pero los índices de expansión se están suavizando. Después de una actuación muy fuerte en 2004, cuando la economía creció 4.2%, el crecimiento se detendrá en 3.6% en 2005 y esperamos una disminución mayor a 2.8% en 2006 y 2.6% en 2007. Parece probable un modesto rebote en 2008 a 3%.

La disminución esperada en 2006 refleja, en gran medida, el trastorno del consumidor, resultado de los altos niveles de deuda en el sector personal. Las tasas de interés a corto plazo ya han aumentado bruscamente, reduciendo la cantidad de liquidez que está siendo inyectada a la economía. Se espera una intensificación de los próximos meses que llevará al estímulo monetario a su fin.

El sector corporativo está en mejor posición económica que el personal. Pero es probable que la rentabilidad se deteriore en 2006-2007, conforme el crecimiento de productividad se detenga y el empleo aumente. La deuda corporativa sigue siendo alta y el aumento en las tasas de interés será una carga para algunas compañías. Todos estos factores indican que la inversión de capital fijo de empresas probablemente aminore en 2006.

Mientras crezcan las tasas de interés, los inversionistas en EU exigirán ganancias más altas en sus carteras del mercado emergente. Para finales de 2006, los países que necesitan financiar su déficit de cuenta corriente, o transferir deudas extranjeras considerables, se lo verán más duro.

El problema de un ambiente de financiación internacional en deterioro, será particularmente grave en Latinoamérica. La región ha experimentado un fortalecimiento en el desempeño económico, con la salida de Argentina y Venezuela de recesiones prolongadas, y con el desempeño razonable de Brasil tras el aumento de exportaciones a China, el incremento de precios de las materias primas y en la demanda doméstica.

Pero la región se caracteriza por grandes requerimientos de financiamiento, empujados por la necesidad de transferir préstamos considerables del extranjero. Para fin de año, el pago de intereses de la deuda posiblemente se haga más pesado. Combinado con una disminución de la demanda de importaciones de EU y China, y la estabilización de los precios de materias primas tras años de incrementos rápidos, se espera que estos factores lleven a una desaceleración en el crecimiento latinoamericano en 2006 y 2007.

Fuerzas críticas
Como nunca antes, los líderes empresariales confrontarán una variedad de fuerzas de mercado mientras se proyectan a los siguientes tres años. Desde el aumento de demandas del consumidor hasta el cambio demográfico, desde el riesgo de eventos catastróficos (pandemias, desastres naturales, terrorismo y cosas así) a un aumento en el énfasis en temas ambientales, la variedad e intensidad de los desafíos que enfrenta el mundo corporativo es inmensa. Pero si hay un tema que surge más fuertemente que otros en el sondeo y entrevistas, es el de la globalización.

La globalización realmente no significa ser global, desde luego. Para muy pocas empresas significará cubrir casi todos los países del planeta. Para la mayoría, significará un enfoque en mercados especialmente prometedores. Más CEO encuestados están de acuerdo con la aseveración de que sus organizaciones se concentrarán en menos mercados clave en los próximos tres años que los que no están de acuerdo. “Es necesario elegir bien las posibilidades”, aconseja Lew Frankort, CEO de Coach. “Se necesita estar extremadamente enfocado y no tratar de hacerlo todo de una sola vez”.

Al mismo tiempo, muy pocas empresas planean no aventurarse en el extranjero en búsqueda de crecimiento. Se espera que la proporción de ingresos con los que cuentan los mercados extranjeros crezca de un promedio de 30.5% de ahora entre todos los participantes del sondeo, a 41.5% en un periodo de tres años. La mayoría de los encuestados están de acuerdo en que sus organizaciones darán prioridad a los mercados internacionales sobre los domésticos.

Muchos de estos mercados internacionales serán maduros. Avanade, un integrador de tecnología formado por Accenture y Microsoft, no es el único que ve una esperanza especial en Japón después de un largo periodo de poca inversión en la tecnología de información.

Sin embargo, las oportunidades más importantes están en otra parte. El aumento en demanda de los mercados emergentes está identificado como la fuerza que ocasionará el mayor impacto en el mercado global en los siguientes tres años.

Uno de los hallazgos más relevantes es que los ejecutivos esperan una mayor participación en sus negocios de sus operaciones internacionales, que crecerían hasta un tercio en su volumen los próximos tres años. La corrida de nuevos negocios tendría un gran epicentro en China.

Una paradoja de la nueva globalización es que el valor del conocimiento local se incrementa cada vez más. En este sentido, los ejecutivos enfrentarán mercados más exigentes, con gustos cambiantes entre consumidores y mayor competencia entre rivales. Entender a los consumidores de cada lugar será el mayor reto que los ejecutivos de las compañías globales habrán de enfrentar. Y para superarlo, la mejor estrategia será apoyarse en socios locales. El abastecimiento local será clave para crecer.

Newsletter

Únete a nuestra comunidad. Te mandaremos una selección de nuestras historias.

Publicidad

Publicidad