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El código Huatulco

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mié 18 octubre 2006 12:00 AM

Como cada año desde 1991, un grupo de lugareños de Huatulco recibió el primer día de 2006 a la orilla del mar, en la playa Chahué. Con veladoras en la mano, esperaron a que saliera ‘el güero’ (el sol) para manifestarle su esperanza de un mejor porvenir.

En la mente de muchos de ellos había un anhelo común, el mismo de años anteriores: lograr, de una vez por todas, el despegue económico de Huatulco, el paraíso del Pacífico que había sido dotado por Dios e ignorado por los turistas.

Cuando este destino nació, a fines de los 80, crecía en porcentajes de tres dígitos. Todo mundo quería su sol y la playa; su gastronomía, su cultura; y conocer la arqueología y la artesanía del lugar.

El asunto comenzó a atorarse en 1993. Ese año, la cantidad de vuelos regulares cayó 24% y se mantuvo estancado hasta que en 2003 y 2004 terminó por hundirse a menos de la mitad de su máximo histórico, una década antes.

El negocio hotelero reflejó el mismo drama. El último gran hotel construido en este sitio data de 1996, cuando Quinta Real abrió un hotel con 28 suites. Antes, se había construido el hotel Zaashila en 1993.

El problema en Huatulco podía llamarse “el enigma del huevo o la gallina”. Los inversionistas hoteleros no lo consideraban atractivo por el desinterés de las líneas aéreas en establecer vuelos directos a este lugar. Pero las aerolíneas no estaban interesadas en volar a este sitio porque no había suficientes cuartos de hotel disponibles.

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Este año parece que ‘el güero’ estaba de buen humor cuando escuchó las peticiones de la playa Chahué. Huatulco tiene previsto recibir en los próximos meses una inversión que supera los 200 millones de dólares para construir cuatro hoteles, un desarrollo inmobiliario y un delfinario.

Las cadenas hoteleras Aldesa y AM Resorts (con la autorización de Hacienda aún en trámite) invertirán inicialmente 100 MDD para construir 750 nuevos cuartos de hotel en la Bahía de Conejos y con esto aumentar a 3,000 el número de habitaciones disponibles en las playas de Huatulco para el año 2008.

Existen otros proyectos que podrían dar nuevos bríos a la región, por ejemplo, la construcción de un delfinario (Dolphin Discovery) que necesitará una inversión de 8 MDD; la comercialización de un campo de golf y de su reserva urbana; y la construcción del sitio ecoarqueológico de Huatulco (84 hectáreas). Además, el lugar quiere renovar la certificación Green Globe 21, obtenida por primera vez este año y que lo distingue como la primera comunidad sustentable de América y la tercera en el mundo.

Los promotores del relanzamiento de Huatulco también planean apoyarse en el turismo de cruceros. En 2003 sólo llegaron 13 navíos, pero este año esperan multiplicar esta cifra por cuatro. Se calcula que el lugar recibe a 80,000 turistas por esta vía, quienes dejan una derrama económica de 120 dólares por persona. Lo más importante de estas visitas es que los turistas conocen por primera vez este destino y lo consideran para sus próximas vacaciones.

La marina, abierta en 2003, también es una posible fuente de ingresos turísticos. Ubicada en la playa de Chahué, es la primera marina que cuenta con todos los servicios para el turismo náutico procedente de San Diego o Los Ángeles. En 2005 recibió 300 embarcaciones que van desde 42 pies hasta los lujosos yates de 175 pies.

“Ahora sí, ya no hay excusas”, asegura Magdalena Carral, directora del Consejo de Promoción Turística de México. Tan sólo la inversión de 200 MDD colocaría a Oaxaca entre los primeros receptores de inversión turística del país. En 2005, sólo dos estados superaron este monto: Guerrero (723 MDD) y Quintana Roo (535 MDD).

“Tarde o temprano se tenían que enterar que estábamos aquí”, dice Pía Oberholzer, vicepresidenta de la Asociación de Hoteles y Moteles de la localidad. “Huatulco es el gran secreto que está a punto de develarse”.

Empujón oficial
El nuevo impulso a la zona tiene un patrocinador: el gobierno federal, a través del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur). John McCarthy, su director, cree que este empujón podría convertir a Huatulco en un desarrollo del tamaño de Ixtapa-Zihuatanejo, que ahora tiene casi 5,000 cuartos disponibles.

Para apoyar inversiones en turismo, Fonatur puede aportar terrenos y hasta 7 millones de dólares de capital por cada proyecto, siempre y cuando la inversión no represente más de 49% del costo total. El Fondo deja la sociedad cuando recupera su inversión, y para ello pacta con la empresa que las primeras ganancias del proyecto se usen para liquidar su capital.

En el caso del hotel de Aldesa, que tendrá 300 cuartos, Fonatur aportó un terreno con valor de casi 3 MDD, más 4 millones en capital. El resto de la inversión, valuada en 46 MDD, lo aportará la empresa española. Aldesa también compró 140 metros cuadrados del predio La Esperanza para construir un hotel boutique y un desarrollo inmobiliario que podría ser residencial, de turismo-inmobiliario, fraccional o turístico tradicional, en un plazo no mayor a tres años.

La operación de AM Resorts es parecida. Fonatur aportará un terreno que vale 4 MDD y otros 10 millones en efectivo para construir este proyecto que incluye dos hoteles tipo Gran Turismo en Bahía de Conejos. Cada uno tendrá entre 215 y 220 suites de lujo, de aproximadamente 66 metros cuadrados. La inversión inicial es de 58 MDD, pero cuando se inauguren en 2008, el monto total podría sumar unos 90 millones de dólares.

La apuesta es atender en especial a turistas de Estados Unidos que tengan un ingreso promedio superior a 180,000 dólares anuales. Se cree que 70% de los huéspedes provendrá de EU. “(Huatulco) es virgen en el mercado estadounidense”, señala Alejandro Zozaya, presidente de AM Resorts.

El enigma está resuelto. “Nosotros lo tenemos muy claro: primero va la infraestructura… cambiar un avión de ruta es más fácil”, dice Zozaya. Sin embargo, Ramón Sinobas, director del desarrollo Fonatur en Huatulco, nunca vio el misterio. “Lo que estaba pasando es que Huatulco no emitía un mensaje de rentabilidad”, asevera.

Mientras llegan las nuevas inversiones, los recursos públicos para promover el destino se han mantenido. Entre 2005 y 2006, el Consejo de Promoción Turística de México gastará en esta área más de 8.5 millones de pesos. Conforme aumente el dinamismo turístico de la zona, señala Magdalena Carral, aumentarán los recursos.

Charteras al rescate
Sin contar las nuevas inversiones anunciadas y los recursos de promoción, hace dos años el destino tuvo un ligero repunte en la ocupación hotelera. Según la Asociación de Hoteles y Moteles de Huatulco, que integra a 80% de los hoteles del destino, en la temporada 2004-2005 la ocupación creció 17.38%. En los primeros nueve meses de este año ésta se incrementó otro tanto.

En temporada alta, Huatulco tiene ocupación de hasta 98%, gracias al turismo internacional. Pero la estacionalidad tiene a muchos negocios contra la pared. “Trabajamos en la temporada alta para pagar las deudas surgidas en la baja”, explica Arturo Lara Liborio, presidente de la Asociación de Agencias de Viajes de Huatulco.

Pero la llegada de más vuelos fleteros o charter está cambiando el panorama. En el ámbito nacional, además de los tres vuelos diarios de Click (Mexicana), figura Magnicharter, que ya opera como línea regular desde el DF con una ruta diaria que vuela desde Monterrey y el Bajío en ciertas temporadas. También se suma Liberación, que vuela desde la capital y en ciertas fechas desde Guadalajara. Aero Tucán, una pequeña línea aérea regional que transporta visitantes desde la ciudad de Oaxaca, también entra en esta lista.

Desde el exterior, el vuelo directo que Continental Airlines realiza desde Houston despierta grandes esperanzas en los prestadores de servicios turísticos de Huatulco. Las empresas fleteras Apple, de EU, y Signature, de Canadá, siguen siendo las encargadas de traer turistas en temporadas vacacionales, pero optaron por ampliar sus operaciones a fechas de temporada baja.

Este año, Apple realizó su primer vuelo en verano (desde Chicago), mientras que Signature amplió sus ciudades de origen para el vuelo a Huatulco. Otras compañías canadienses, como Conquest y Sunwing, también realizan vuelos a este destino y el próximo invierno Air Transat reiniciará su ruta turística. Los lugares de origen de estas rutas incluyen Québec, Montreal, Toronto, Winnipeg, Vancouver, Edmonton y Calgary.

Además, en un hecho sin precedentes, desde mayo pasado llega a Huatulco un vuelo charter directo desde Europa. Cada 14 días y hasta este mes de octubre, First Choice Holidays & Flights vuela desde Manchester, en el Reino Unido, como parte de su estrategia de ampliar su oferta de destinos mexicanos (además de Puerto Vallarta, Cancún y Cozumel).

Para este vuelo intercontinental, First Choice removió 54 asientos de sus seis equipos Boeing 767, con el propósito de ofrecer mayor comodidad a sus pasajeros durante las 12 horas de vuelo. La ocupación registrada en estos vuelos se ubica entre 93 y 97%.

En el aeropuerto local, se invirtieron más de 5 MDD para dotarlo de aire acondicionado, pisos remodelados, servicios públicos, además de algunas llamativas palapas. Para algunos, estas obras son superficiales, pues en la pista todavía siguen faltando 300 metros para completar la longitud reglamentaria de 3,000 metros para que técnicamente una terminal aérea sea considerada intercontinental.

Los defensores argumentan que el aeropuerto puede recibir casi cualquier tipo de aviones. “Hemos recibido un Tupolet de cuatro motores para cargar combustible y en temporada alta han llegado Airbus 380”, dice Víctor Pastrana, regidor de Turismo de Huatulco. “No tenemos ningún impedimento para que llegue algún avión comercial o de carga”.

Riesgos a futuro
Los empresarios y funcionarios públicos vislumbran tiempos mejores para Huatulco y calculan que los resultados se verán en dos años. Pero si tienen éxito y los desarrollos turísticos crecen a lo largo de otras playas y bahías, tendrán que enfrentar un problema gestado durante dos décadas.

En el proceso de expropiación y liquidación de tierras comunales en las Bahías de Huatulco todavía hay negociaciones pendientes. Adán Alderete Cárdenas, secretario de la Administración de Bienes Comunales de la localidad, asegura que hay comuneros a los que no se les ha terminado de pagar y en algunos lugares no se cumplió con lo estipulado.

En los Bajos de Coyula, una playa localizada al extremo suroeste de este destino, y en la Bahía de San Agustín, la última bahía del complejo turístico, hay un atraso en las negociaciones con la comunidad. Las tierras de estos lugares están dedicadas al cultivo porque la vocación turística no ha podido desarrollarse. Este desfase se debe a la lejanía de la zona hotelera. Los comuneros tienen la posesión de las tierras expropiadas, sin embargo demandan que se les regrese la propiedad.

El regidor de turismo asegura que estos comuneros tienen una economía floreciente, debido a que están aprovechando las tierras para producir papaya maradol de exportación, limón, mango y plátano. Pastrana, el regidor, asegura que la economía local ha crecido 300%, pues cuentan con más líneas de comunicación, programas municipales de apoyo agrícola y una bodega concentradora para exportación. Algunos de ellos además tienen restaurantes, taxis y lanchas turísticas.

El director de Fonatur en Huatulco acepta que existen asuntos pendientes con algunos comuneros de la zona, pero confía en que asumirán el compromiso de entregar la tierra cuando les sea requerida.

El desarrollo sustentable también es otro desafío en la etapa del crecimiento. Las obras de construcción de hoteles sólo pueden ocupar 25% de la superficie y el resto debe mantenerse como áreas verdes.

Hay otros retos como los difíciles accesos terrestres, que obligan a realizar un pesado y peligroso recorrido por carretera; los asentamientos irregulares en las zonas turísticas; la carencia de un Centro de Convenciones que atraiga otro tipo de turismo al lugar; y la falta de capacitación turística de los habitantes de la zona. Además, la altura de los edificios está restringida a tres pisos como máximo, lo cual limita el crecimiento del destino a 6,500 cuartos.

Parece que las súplicas de los lugareños han sido escuchadas por ‘el güero’. Pero Modesto Seara, rector de la Universidad del Mar, institución que asesora a las autoridades de la zona en esta etapa, aún no canta victoria. “Huatulco está a punto de dar un salto, pero no queremos que ese salto sea mortal”, dice.

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