Publicidad

Síguenos en nuestras redes sociales:

Publicidad

Señor Q

-
lun 05 febrero 2007 12:00 AM

ESTIMADO SEÑOR Q:
Desde joven trabajé en la empresa familiar por usos y costumbres, no por desearlo realmente. Justo cuando terminé la licenciatura sucedió el error de diciembre, en 1994. Entonces me sentí comprometido a apoyar a la familia ante la difícil situación y aplique todos mis conocimientos a rescatar la empresa. En 1998 obtuvimos muy buenos resultados financieros pero al año siguiente mi padre decidió vender gran parte del grupo empresarial que con tanto esfuerzo habíamos construido. A mi hermano mayor le dejó una empresa y a mí, el menor, me dio las gracias, dejándome con una mano adelante y otra atrás. Ese año me casé y todo fue muy difícil. Sin embargo, pude levantar de la nada una oficina de corretaje y administración de bienes raíces. El negocio fue bueno y empecé a tener un ingreso respetable. En diciembre de 2005 mi padre volvió a abrir un negocio, al cual fui ‘invitado’. Me sentí comprometido a apoyar a la nueva empresa. Este negocio no ha resultado del todo bien: hace un año que no recibo ingresos. Ahora resulta que mi esfuerzo no fue lo que ellos esperaban y otra vez me dieron las gracias. Ya me han dicho que les avise cuándo quiero dejar de trabajar para volver a mi oficina, la cual tuve que descuidar drásticamente. Estoy confundido y no encuentro el rumbo hacia dónde dirigirme. Sin ingresos seguros y con deudas acumuladas, ¿qué es lo que más me conviene hacer?
Familiar confundido, DF

Querido Familiar:
Hoy, más que nunca, por fin liberado de la doble presión (monetaria y afectiva) de la empresa familiar, tienes que hacer aquello que nunca has hecho hasta ahora: algo que te apasione. Tu vida familiar y profesional parece marcada por los ‘usos y costumbres’ y los ‘me sentí comprometido a apoyar’: poca decisión, demasiadas obligaciones. El Señor Q cree que debes volver a concentrarte en los bienes raíces, corta los lazos empresariales con tu familia y quizás así puedas solucionar dos problemas al mismo tiempo: una empresa de la que te enorgulleces y una familia relajada, sin el ruido de los activos compartidos. Sol Elvira Pérez Torres Lara, profesora de planta de la EGADE, la escuela de negocios del Instituto Tecnológico de Monterrey, te sugiere que detalles lo más posible tu situación actual (experiencia, contactos, conocimientos), que a partir de allí identifiques tus opciones y que, cuando las tengas claras, les pongas un precio: "¿Cuáles son las ventajas y desventajas de cada opción? ¿Qué precio tienen? ¿Cuánto estás dispuesto a pagar por cada una de ellas?", pregunta la especialista, que ha estudiado la relación entre familias y empresas y te aconseja, además, que consultes tu decisión con tu esposa. Por otra parte, no te quejes tanto de la falta de agradecimiento de tu familia: recuerda que nunca pusiste el corazón en ninguno de los proyectos de tu padre. El Señor Q sospecha que la empresa familiar no es tu ámbito ideal y que no tiene sentido seguir intentándolo. Crea tu propio grupo empresarial: ser patriarca es mucho más fácil.
Apadrinadamente, Q

ESTIMADO SEÑOR Q:
¡Mi jefe no me habla! Al principio la situación no me molestaba, porque todos (en nuestra oficina de contaduría) sabemos que es un inseguro y un paranaoico. Pero la semana pasada presentó un desarrollo mío como ‘trabajo grupal’ y después su asistente me dijo que no podré tomarme mis vacaciones en febrero, planeadas desde hace meses. Dos veces quise conversar con él, pero no respondió a mis intentos. Estoy empezando a desesperarme.
Aislada en la oficina, DF

Querida Aislada:
Pocas relaciones son para toda la vida, y jefe-empleado no es una de ellas. No te dejes abatir: muéstrate optimista y trabaja como si nada. Casi un tercio de los empleados se quejan de que sus jefes no les hablan, y dos de cada cinco afirman que sus jefes han roto una promesa en el último año, de acuerdo con una encuesta reciente de la Universidad del Estado de Florida. O sea, que no estás sola y que esta situación no puede durar mucho más. No te escondas, no te culpes a ti misma y mantente visible: como dice el Señor Q, alguien, en algún momento, notará tu aporte y los malos tratos de tu jefe.
Antiparanoicos, Q

SEÑOR Q encuentra solución a los problemas que rodean la vida profesional. Si él no tiene la respuesta seguramente nadie la tendrá. ¿Alguna pregunta?
Escribe a: senorq@expansion.com.mx .

Publicidad

Newsletter

Únete a nuestra comunidad. Te mandaremos una selección de nuestras historias.

Publicidad

Publicidad