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Mi vida sin Bill Gates

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mié 13 diciembre 2006 12:00 AM

Steve Ballmer, presidente ejecutivo de Microsoft, tiene mucho por hacer. Vista, la próxima versión del sistema operativo Windows, finalmente llegó, años después de lo pensado y empañada por las dudas de que podría violar las leyes antimonopolio de Europa.

Recientemente, Microsoft anunció que Vista contará con la aprobación de los entes regulatorios pertinentes. De hecho, Ballmer (de 50 años) estuvo profundamente involucrado en las discusiones con las autoridades europeas.

De acuerdo con los analistas de la industria, Windows Vista y Office 2007 podrían ser la última oportunidad de Microsoft para realmente sacar provecho de la venta de software en caja para las computadoras personales, ya que cada vez es más común la distribución, el desarrollo y el uso de programas a través de internet.

Microsoft está intentando recuperarse en los mercados de consumidores de rápido crecimiento, por ejemplo, está rezagado con respecto a Google en las búsquedas en internet y, por otro lado, está produciendo su reproductor de música Zune en un arduo esfuerzo por sobrepasar al iPod, de Apple.

Ballmer debe acostumbrarse a estar solo en la cúpula porque su socio y amigo de tantos años, Bill Gates, se está alejando de sus obligaciones en la empresa para dedicarse por completo a sus actividades filantrópicas y a otros negocios propios.

En una entrevista reciente, Steve Ballmer contestó preguntas sobre Microsoft, su trabajo y el futuro del software. A continuación algunos extractos de la misma:

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¿Cuál fue la lección que dejó Windows Vista? Al fin y al cabo, se suponía que iba a salir al mercado en no más de cinco años posteriores al lanzamiento de Windows XP.
No. No fue así. Tratamos de rediseñar cada componente de Windows para incorporarlo a un gran producto. Ésa era la filosofía de diseño después de Windows XP. Y no fue algo equivocado aunque no se ejecutó. Dijimos, tratemos de dar un nuevo sistema de archivos, un nuevo sistema de presentación y una nueva interfaz de usuario, todo al mismo tiempo. No es que ya la tuviéramos y solamente intentáramos integrarlas. Más bien, estábamos tratando de desarrollar e integrar al mismo tiempo. Y esto iba más allá de la tecnología más avanzada.

En el futuro, ¿cambiará el modelo de software? Por ejemplo, ¿internet será el modo de distribución de software?
Eso sucederá, a partir de nuestra empresa pero también a través de todos.

¿Esto implica que los ciclos de los productos van a ser mucho más cortos, de meses en lugar de años?
Las cosas cambiarán a un ritmo distinto. Por ejemplo, hay aspectos de nuestro servicio Office Live que cambian cada tres, cuatro o seis meses. Y hay otros que solamente se modificarán cada dos años. La realidad es que algunas de las grandes innovaciones –que se parecen bastante a tener un hijo– sólo pueden suceder una cierta cantidad de veces. Y, usted sabe, Google no cambia sus algoritmos centrales de búsqueda cada mes. Así no se hacen las cosas.

¿Vista es el último sistema operativo de esta era, es decir en el sentido tradicional de un producto íntegro de software? ¿Estos cambios en internet no abren las puertas a un Windows a la carta? Después de todo, ustedes tienen versiones diferentes de Windows para computadoras personales, teléfonos celulares.
Windows es un poco diferente porque administra el hardware y tiene que usarse con él.

Para lo que llamamos PC (con pantalla grande y teclado) trae una infraestructura de soporte de hardware y una para el desarrollo de una aplicación. No es 100% íntegro, pero casi.

¿Podemos hablar de Europa?
Es un lugar fantástico. Viví en Bruselas durante tres años cuando era niño y realmente me encanta esta ciudad.

Cuéntenos de eso que parece ser un conflicto constante, sobre cómo Microsoft diseña Windows y las características que se incluyen en el sistema operativo. ¿Hay alguna solución para este problema?
En primer lugar, yo no lo llamaría conflicto. Hemos estado manteniendo un diálogo constructivo y lo digo sinceramente. Ahora bien, ningún ente regulador, en este país o en Europa, le va a dar una estrella dorada que diga “certifico que todo está bien en Vista”. El Departamento de Justicia de EU no va a hacer eso y tampoco la Unión Europea. En el mejor de los casos, nos pueden dar un sinfín de lineamientos. Simplemente tenemos que pensar si el producto acata las normas.

En este momento, con la desvinculación de Bill Gates de los asuntos cotidianos de Microsoft, ¿cuál es el mayor desafío que tiene que superar?
Bueno, de verdad son dos desafíos. No es que Bill haya escrito cada código o haya diseñado cada producto o haya estado a cargo de este tipo de actividades todo el tiempo en estos años. Ha sido un colaborador increíble. Si Office 2007 es un gran producto, él tiene 3.5 o 10% del mérito. Tenemos que garantizar que obtendremos ese mismo valor de otra fuente.

Y el segundo, con Bill la gente entendió que estamos comprometidos con la innovación a largo plazo. Él ha sido emblemático en ese aspecto. Hemos compartido esa visión en todos estos años y me toca a mí tomar ese rol porque la gente quiere saber que la persona a cargo se compromete a invertir y hacer las cosas.

¿Cuál es el cambio más importante que ve en el modo de uso del software?
Creo que un cambio importante es la creciente comunidad. Esto aparece de manera distinta en las personas que pertenecen a diferentes grupos de edad y que cambian dependiendo de la evolución de la tecnología.

Pero la idea de muchas personas interactuando con las cosas seguirá para siempre. Esto ya se ve en los sitios de red social, en el modo en que la gente colabora en su trabajo, en la interacción a través de internet. Esto es una realidad en Xbox Live, donde dejamos que las personas se reúnan y vivan la experiencia de una comunidad de entretenimiento. Y lo veremos en la televisión y los videos. No es que ya se haya determinado el futuro del entretenimiento, pero será un parteaguas.

© New York Times / News Service

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