Lectura para los vivos
Este libro abre un espacio en el que se funden la aguda realidad del mundo y la conciencia de irrealidad de la vida.
El paisaje y sus animales, las imágenes de la memoria, los ciclos de la naturaleza, las condiciones de existencia de las mujeres, los objetos domésticos... todo parece estar bañado por una luz extraña.
Es entonces cuando el lector comprende que quien habla ha conocido la confidencia de la muerte. Y bajo una mirada así la vida no sólo resulta precaria, sino irreal; nuestra presencia aleatoria, las relaciones con los otros; pero el libro asoma otra línea de fuerza: la necesidad de recuperar paulatinamente la naturalidad de sentirse vivo y darse cuenta del mundo.
Olvido García Valdés escribe con una gran diversidad de formatos, donde lo breve y fragmentario convive con lo extenso, el verso con la prosa, las composiciones de “Y todos estábamos vivos", de Editorial Tusquets, van fraguando uno de los recorridos emocionales más intensos y complejos de la poesía española contemporánea.