Bosé triunfa en Viña del Mar
El cantante español Miguel Bosé dijo que quiere dedicarse a tareas pendientes como la literatura o la dirección de cine, aunque sin abandonar la música con la que triunfó en la apertura el miércoles del 49 Festival de Viña del Mar en Chile.
En su séptima participación en el festival en el concurrido balneario y en medio de un eclipse lunar, Bosé se llevó las antorchas de plata y oro -los galardones del certamen- y todos los aplausos en una presentación en la que cantó sus principales éxitos ante unas 15,000 personas, como "Morena mía", "Creo en ti", entre otras.
Bosé dijo que no volverá a cantar su repertorio clásico, el cual forma parte del disco "Papito" y de la gira "Papitour" que inició el 2007 para celebrar sus tres décadas dedicadas a la música.
"Aunque no voy a dejar la música, quiero hacer otras cosas que están pendientes. Se ha hablado de literatura, de dirigir, de otras experiencias, en que si no tomo la decisión de hacerlas ahora me voy a arrepentir", dijo Bosé a periodistas en una conferencia en la madrugada del jueves.
"Es una necesidad. Las decisiones grandes en mi vida las que tengo que tomar sólo yo, sino voy a ser muy infeliz. Estoy convencido de que en esta nueva etapa la gente también me va acompañar", agregó el cantante de 51 años.
Bosé afirmó que la promoción de cada disco le demanda unos tres años, tras los cuales debe abocarse a nuevos proyectos discográficos para no quedar relegado en el mercado, situación que le impide cumplir con otras facetas artísticas.
"Yo sé que la gente lo entiende. (...) Todo el mundo dice cuándo vas a volver a hacer cine. Es que haciendo música no puedo hacer cine, porque no tengo tiempo", dijo Bosé, tras 1 hora y 20 minutos de actuación en el escenario de Viña del Mar.
Entre las varias participaciones de Bosé como actor, destacó a inicios de la década de 1990 su rol de juez travestido en la película "Tacones Lejanos", del afamado director Pedro Almodóvar.
Tras la presentación de Bosé en el Festival de Viña, fue el turno del grupo estadounidense Earth, Wind and Fire, quienes revivieron sus mayores éxitos y consiguieron que el temible público del evento, conocido como el monstruo de Viña, les otorgue dos antorchas y una gaviota de plata, premios por su buena actuación.
