Raíces andinas: nuevo grito de la moda
La diseñadora Rosario de Armenteras muestra orgullosa una fina estola de alpaca, parte de una colección que arrancó aplausos en pasarelas europeas al incluir glamorosos trajes de noche inspirados en la vestimenta de los Andes de Perú.
El país sudamericano ha visto en los últimos años un despegue de diseñadores, que parten de sus raíces y utilizan materiales peruanos de alta calidad para abrirse un espacio en la industria mundial de la moda.
"Yo estaba en un pueblito que se llama Hualhuas cuando me inspiré en esta colección y para hacerla más peruana le puse las estolas de alpaca," dijo De Armenteras, de 43 años.
La alpaca, mamífero de la misma familia que la llama, es muy apreciada por su fino pelo, empleado en la industria textil. El animal es además valorado por su carne, de alto nivel proteico y agradable sabor.
Los vestidos de la diseñadora De Armenteras se basan en las polleras o faldas que utilizan a diario las mujeres indígenas de Perú y que pueden requerir hasta 15 metros de tela.
La diferencia está principalmente en el diseño, el color, la textura y el precio, que alcanza los 2,500 dólares en la capital peruana.
"A mí no me gusta hacer disfraces, me gusta hacer cosas que la gente use y que no se queden en el perchero," dijo De Armenteras, mientras acomodaba las prendas en su taller ubicado en un barrio residencial de Lima.
"Mi ropa la puede utilizar una italiana o una peruana," añadió la diseñadora.
Reinvención permanente
En los últimos años, muchos diseñadores peruanos se han reencontrado con sus raíces, tras un largo período de guiarse principalmente de la pauta que llegaba del exterior.
Para Sumy Kujon, una diseñadora peruana de ascendencia china que utiliza alpaca y 'baby alpaca' en sus colecciones de invierno, lo importante es que la propuesta se fundamente en una reinvención permanente.
"Yo tomo algo que me gusta, una iconografía, una imagen, una referencia artística ancestral peruana y no la copio. Uno, porque no me gusta copiar; y dos, porque me gusta reinterpretarlo, hacerlo mucho más contemporáneo, actual, cosmopolita. Eso es lo que se ve en mi trabajo: sutilezas," afirmó.
Kujon fue parte de los diseñadores peruanos que representaron el año pasado al país durante la semana de la moda de París. Sus prendas, que van desde vestidos, chaquetas y abrigos hasta ponchos y chullos (gorros), han llegado a boutiques japonesas.
"Cuando vieron toda la diversidad y el trabajo llevado a un estilo mucho más moderno, más actual y más de vanguardia, hubo muchas sorpresas," comentó la diseñadora.
Impulso a la moda
La calidad y el diseño de los textiles peruanos se remonta a la época preinca. Entre los más famosos ejemplares figuran los mantos de vistosos colores de la cultura Paracas, que permanecen intactos, pese a que tienen más de 2,000 años de antigüedad.
Las exportaciones totales de textiles de Perú sumaron el año pasado alrededor de 1,736 millones de dólares, un 17.5% más que en el 2006, de acuerdo a la Comisión de Promoción de Perú para la Exportación y el Turismo (Promperú).
El Gobierno busca actualmente impulsar la industria de la moda, fomentando la presencia de diseñadores que utilizan materiales peruanos en ferias internacionales.
En el país se realiza además PERUMODA, el principal evento donde se muestra la oferta exportable de confecciones, calzado, accesorios y joyería. Este año, los negocios en el marco de la feria superaron los 70 millones de dólares.
"La idea es darle valor a nuestros recursos," dijo el subdirector de Promoción Comercial de Promperú, Jaime Cárdenas, en una entrevista.
"Lo que normalmente ha sucedido en Perú es que nosotros hemos copiado moda (...) No habíamos salido con una propuesta propia, ahora sí ya lo estamos haciendo," añadió el funcionario.
Según el coordinador general de la Industria de la Vestimenta de Promperú, Igor Rojas, el despegue de la alta costura peruana se explica también por un mercado interno más amplio, en un contexto de robusto crecimiento de la economía.
El auge de la alta costura peruana coincide además con el 'boom' de la gastronomía, con la apertura de cada vez más restaurantes en el extranjero, que permiten al país hacerse conocido más allá de sus ya famosas ruinas incaicas.
