¿Por qué nos asustan los gritos?

¿Qué gritos hacen que se te ericen los vellitos de la nuca? ¿El famoso grito de Janet Leigh en la regadera en Psicosis o uno de los muchos que su hija Jamie Lee Curtis emite en las películas de Halloween? ¿O prefieres las versiones de Danielle Harris ?

Un nuevo estudio indica que una cosa es segura: las vocalizaciones de todas estas reinas de los gritos nos asustan porque activan un "punto específico" acústico especial en nuestro cerebro, diseñado para hacer que estemos atentos a algún peligro posible.

"Si le preguntas a una persona en la calle qué tienen de especial los gritos, dirá que son ruidosos o que tienen un tono más alto", dijo David Poeppel, director del estudio y profesor de Psicología y Ciencias Neurales en la Universidad de Nueva York.

"Sin embargo, hay muchas cosas ruidosas y muchas cosas con tono alto, así que es necesario que un grito sea genuinamente útil en un contexto comunicativo".

Al exponer a las neuronas auditivas a varias ondas de sonido de varios gritos, los investigadores descubrieron que los gritos ocupan una porción de la gama auditiva que el habla normal no ocupa, a la que llamaron "nicho privilegiado" en las comunicaciones humanas.

"Incluso notamos que este suceso se repetía cuando comparábamos los gritos con el canto o el habla, incluso en idiomas diferentes", dijo Luc Arnal, coautor del estudio.

Lo que contribuye a la existencia de ese nicho, de acuerdo con los autores, es que los gritos tienen una cualidad vocal única: la tosquedad. Pero, ¿qué tiene de "tosco" un grito? Para la mayoría de nosotros, la tosquedad sería característica de un sonido o voz rasposa, áspera o grave. Sin embargo, en el ámbito de la psicoacústica, la tosquedad equivale a disonancia o a las cualidades poco agradables de un sonido.

"La tosquedad se refiere a los cambios sonoros rápidos en la intensidad (en un rango de frecuencia de 30 a 150 Hz) de un sonido que puede tener un tono alto o no", dijo Arnal. Si eso no está claro, agregó, piensa en la tosquedad como si fuera una luz estroboscópica. "Todos conocen esas luces que destellan superrápido en las discotecas", dijo Arnal. "Se podría decir que los gritos son sonidos estrobófonos, ya que modulan muy rápido, de forma análoga, en el campo auditivo".

Se pidió a los participantes en el estudio que escucharan diferentes gritos humanos, así como alarmas artificiales tales como timbres, alarmas de auto y sirenas; luego, los compararon con sonidos de control. Los investigadores descubrieron que los gritos y los sonidos a los que se consideró más "toscos" fueron aquellos que asustaron más a quien lo escuchó.

"Descubrimos que entre más tosco sea el sonido, la respuesta de la amígdala, la parte del cerebro involucrada en las reacciones de miedo, es más intensa", dijo Arnal. Los investigadores también descubrieron que podían hacer que un ruido distinto a un grito fuera más aterrador y que se pareciera a un grito si agregaban tosquedad.

Lo "peculiar y genial" de sus hallazgos, de acuerdo con los investigadores, es que las señales de alerta, tales como las alarmas de los autos y de las casas, activan el mismo rango auditivo que los gritos.

"Estos hallazgos indican que el diseño de las alarmas de autos puede mejorarse aún más", dijo Poeppel. "Así como se agrega un mal olor al gas natural para hacerlo fácilmente detectable, agregar tosquedad a una alarma podría mejorar y acelerar su procesamiento".

¿Te imaginas qué hará la siguiente generación de reinas de los gritos de Hollywood con esta información?

"Pues sí, nuestros resultados definitivamente muestran que quienes emiten gritos toscos son los mejores candidatos para ser grandes actores y actrices de cintas de terror", dijo Arnal.

Con la especial para CNN de Liza Lucas