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Nuevas reglas de financiamiento

Con los cambios, las autoridades esperan beneficiar a más pequeñas y medianas empresas.
mié 08 abril 2009 12:16 PM
Un proyecto de investigación de una empresa grande puede llegar a representar, en cuanto a recursos, hasta 20 veces más que el de una pyme. (Foto: Dreamstime)
innovación (Foto: Dreamstime)

Gonzalo Mitre, presidente del Instituto Mexicano de Innovación y Tecnología en Plásticos y Hule (IMITPH), le apuesta a la innovación y al desarrollo tecnológico para mejorar los procesos en esta industria. Por ejemplo, en la separación de plásticos, busca que esta práctica tenga mejoras en la calidad de su reciclaje y así conseguir precios más adecuados en el mercado.
"Si yo mando mi material molido entre diferentes plásticos, me pagan muy poco, ya que en la etapa posterior alguien lo va a tener que separar, pero si yo lo selecciono, el precio sube. No puedo revolver un plástico de polietileno con uno de polipropileno", aclara el también dueño de la empresa de plásticos Grupo Simplex.
El empresario ya trabaja en el desarrollo de un proyecto para introducir tecnología de primer mundo utilizando rayos X y, a través de este sistema, separar los plásticos, pues "si se les van dos o tres botellas a los muchachos que están en la línea separadora, la calidad del producto se viene abajo". Con cautela, Gonzalo Mitre explica que la innovación consistiría en mejorar la tecnología para que el proceso sea 100% seguro, así como buscar que éste sea más veloz, ya que, considera, la tecnología actual es demasiado lenta.
Mitre buscará el respaldo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), pero tiene claro que este organismo sólo lo apoyará si desarrolla procesos de innovación y vincula su proyecto con los centros de investigación y universidades, con quienes, asegura, ya existen acuerdos "no sólo para desarrollar mi proyecto, sino también los de otras empresas pequeñas y medianas (pymes) del plástico". Y añade: "Dame una palanca y moveré el mundo", refiriéndose a lo que puede significar el apoyo de un organismo como el Conacyt.
A decir de Mitre, el cambio de moldes es una necesidad, porque si uno se equivoca un milímetro echa a perder miles de botellas, lo que arroja números rojos para las empresas.
Es claro que, como él, muchos pequeños y medianos empresarios tienen las ideas y la voluntad para innovar y abrir nuevos nichos de mercado; sin embargo, no cuentan con los recursos necesarios para dar ese gran paso: innovar en sus empresas.
De hecho, empresas proveedoras de autopartes tier one que trabajan en proyectos de desarrollo de proveedores, calculan que las pymes necesitan un capital tres veces superior a lo que actualmente facturan para adquirir tecnología de punta e impulsar el desarrollo de la innovación.
Además, la banca privada tiene esquemas de financiamiento y tasas de interés que difícilmente las pymes pueden cumplir, consideran entrevistados.
A FAVOR DE LAS PYMES
Así las cosas, para brindarles esa palanca y punto de apoyo a las pymes innovadoras, el gobierno federal trabaja en diversas directrices; por un lado la Secretaría de Economía (SE) prepara el lanzamiento de nuevos programas que darán apoyo a la innovación.
En segunda instancia, el Conacyt abrió nuevos esquemas de apoyo para las empresas dedicadas al desarrollo tecnológico e innovación, en donde las pymes tienen un lugar.  
A principios de febrero esta institución, en su página de internet ( www.conacyt.mx ), publicó tres convocatorias de igual número de programas para que las empresas de cualquier tamaño participen y tengan acceso a los recursos, que suman un total de 2,500 mdp.
Antes, anunció la eliminación del Programa de Estímulos Fiscales (PEF), con el que se les otorgaba a las empresas un estímulo fiscal de hasta 30% de la inversión y gastos realizados en proyectos de investigación e innovación tecnológica para el desarrollo de nuevos productos, procesos o materiales.
Y es que el mismo Conacyt reconoce que este programa "sólo se concentró en las grandes empresas y de manera regional, acumulándose en grandes zonas metropolitanas".
Esta misma visión la comparte el ex presidente del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), Jaime H. Yesaki Cavazos, quien participó en la elaboración del libro "Promoviendo la Innovación y el Desarrollo Tecnológico", publicado en 2008, y en el que se describen 27 casos de éxito que recibieron recursos del PEF, sin que las pymes figuraran. A título personal, afirma que "los grandotes son los que aprovecharon este programa".
En el texto citado, elaborado por el Foro Consultivo Científico y Tecnológico —conformado por un coordinador y una mesa directiva en la que participan, José Narro Robles, rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); el CNA; la Confederación de Cámaras Industriales de México (Concamin), entre otros— se da cuenta que Cementos Apasco, Camiones y Motores Internacional de México, Centro de Investigación y Desarrollo Carso, Embotelladora Arca, Expertos en Cómputo y Comunicaciones, Grupo Gamesa, Sigma Alimentos, Sabritas y Probiomed, fueron beneficiadas con el programa que en 2007, con un monto de 4,500 mdp, registró 877 empresas, lo que representó 3,198 proyectos, mientras que la demanda fue de 6,129 mdp en planes de calidad.
Claudia Carreño Fernández, directora de Estímulos Fiscales del Conacyt, defiende el desaparecido programa y asegura que, gracias a éste, la unam es la que más proyectos de vinculación logró. Otros como el Instituto Politécnico Nacional (IPN), el Centro de Investigación de Estudios Avanzados (Cinvestav), la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) y los centros Conacyt también, pero en menor medida.
Sin embargo, reconoce, sin dar cifras, que empresas que fueron beneficiadas por el PEF se quedaron en el camino y no concluyeron los proyectos presentados para desarrollo de innovación, práctica que, dice, lleva a cabo apenas 10% de las empresas del país.
Eso sí, asegura, cada vez hay una mayor participación de las pymes, incluso, afirma que actualmente el Conacyt tiene registrados el mismo número de proyectos de empresas pequeñas que de grandes, aunque aclara que no se puede comparar la inversión realizada, pues las compañías de mayor tamaño rebasan con mucho a las chicas.
"Las pymes tienen proyectos con menores recursos, no se compara un proyecto de ellas con uno de las grandes firmas, un proyecto de las grandes a lo mejor representa en gastos de inversión lo que son 20 proyectos de los pymes", indica.
Aclara que, en cuanto a la calidad de los proyectos, éstas no le piden nada a los grandes corporativos, ya que "hicimos un análisis el año pasado y éste arrojó que la calidad de sus proyectos es muy buena. Eso nos da mucho gusto porque implica que  ya están compitiendo con las grandes empresas".
Cabe destacar que el gasto en investigación y desarrollo experimental (GIDE) con respecto al Producto Interno Bruto (PIB) pasó de 0.37%, en 2000, a 0.47%, en 2006, lo que representó un crecimiento promedio anual mínimo.
"El mayor esfuerzo realizado en ese periodo correspondió al sector privado con un crecimiento promedio anual de 13.6%", dice el documento titulado Presentación del Programa Especial de Ciencia, Tecnología e Innovación 2008-2012.
El Conacyt creó los tres programas citados anteriormente para dar más impulso a las pymes, algo que también recomendó la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) —organismo que elaboró un estudio sobre la política de innovación en México—.
Se trata del programa de Innovación Tecnológica para Negocios de Alto Valor Agregado (Innovapyme), al que se le destinaron 600 mdp para apoyar a 300 mipymes.
Otro es el de Desarrollo e Innovación en Tecnologías Precursoras (Proinnova), que cuenta con 700 mdp para fomentar la vinculación y las alianzas estratégicas entre centros de investigación y universidades con empresas privadas y que desarrollen proyectos de investigación y desarrollo tecnológico (IDT) en campos precursores del conocimiento y se traduzca en productos, procesos o servicios de alto valor agregado con impacto regional o sectorial y social, algo que estimularía a muchos actores académicos y empresariales en México.
EL RETO
Según el Programa Especial de Ciencia y Tecnología (Peciti) 2008-2012, -documento que elaboró  el Conacyt  para  atender  las  recomendaciones de la ocde y de instituciones académicas que han evaluado algunos programas de apoyo a las empresas como el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), así como de las mismas empresas que iniciaron proyectos de desarrollo de proveedores en los que también participan centros de investigación y universidades-, la meta para esta administración es llegar a 2% en el rubro de cooperación para la innovación entre empresas e institutos de investigación. Hasta 2006, la cifra era de 1.52%, mientras que en ese mismo lapso la cooperación entre firmas y universidades para el desarrollo de la innovación llegó apenas a 0.65% y se busca que alcance 1.0%.
El programa de Innovación Tecnológica para la Competitividad de las Empresas (Innovatec) con un presupuesto de 1,200 mdp, el cual además de estimular el crecimiento anual de la inversión del sector productivo en idt, busca impulsar la Creación de Centros Privados de Investigación y Desarrollo de Tecnología y la articulación de su cadena productiva.
Asimismo, este programa, que dará apoyos a empresas innovadoras sin importar su tamaño, tiene como objetivo promover la protección del conocimiento generado por el sector productivo mediante el registro de patentes, pues datos del Peciti dan cuenta que en 2006 se registraron 574 patentes solicitadas por mexicanos. La meta para 2012 es llegar a 796.
Claudia Carreño Fernández, hasta el cierre de esta edición, calcula que 350 proyectos habían entrado al sistema de Conacyt para ser evaluados por este organismo, así como por otros expertos que, a su vez, seleccionarán los proyectos que serán sujetos a los apoyos de los programas mencionados.
La funcionaria no descarta que se extienda el plazo de las convocatorias que se cierran a principios de este mes. El esquema de operación de los programas señala que los recursos deben asignarse a las empresas estatales en el primer semestre de 2009 y que los remanentes regresarían a la bolsa general para los estados más innovadores.
Carreño Fernández destaca que desde que se abrieron las convocatorias, funcionarios del Conacyt "viajamos a los estados de la República para brindar asesoría a las empresas y que éstas puedan registrar proyectos". Y es que este trabajo está también contemplado en el esquema de operación de los nuevos programas.
De hecho, el Conacyt firmó un convenio de colaboración con la Asociación Mexicana de Secretarios de Desarrollo Económico (AMSDE) para actividades de promoción, asesoría, talleres, visitas, evaluación y seguimiento de proyectos. Hasta el cierre de esta edición se había trabajado con 14 estados.
"A las pláticas ya no van los empresarios solos, sino acompañados por investigadores", dice, al destacar que esto es una buena señal para incrementar la vinculación entre los emprendedores con  los centros de investigación y universidades.
Por su parte, Luis Pasaye, coordinador de desarrollo de nuevos proyectos del Centro de Tecnología Avanzada (Ciateq) de San Luis Potosí, revela que se está trabajando con los directores de los centros de investigación del Conacyt para ver cuáles son las especialidades de cada centro y alinearlos en una sola red de este organismo para que se vincule con otros institutos de investigación, como el Instituto Potosino de Ciencia y Tecnología (Ipicyt) y así apoyarse en las necesidades de los desarrollos tecnológicos.
"Si necesitamos algo de robótica, electrónica o medición de flujos, nos apoyamos en los diferentes centros", señala. Agrega que actualmente se tienen diversos proyectos con empresas privadas como Baleo Térmico, de la industria automotriz, que tiene necesidad de desarrollo tecnológico y crecimiento.
"Hay dos o tres proyectos ahí; uno de ellos es el desarrollo de diseño paramétrico, donde ciertos herramentales deben ser inteligentes. Si en un momento dado tenemos un diseño y hay piezas similares en diferentes tamaños, la idea es que el diseño se ajuste automáticamente cuando hay diferentes tipos de productos. Son cosas nuevas de alta tecnología y, así como ese, hay otros proyectos que estamos trabajando para otras compañías", asegura Luis Pasaye.
Dice que Conacyt firmó un convenio con una empresa española para que sus procesos de producción se extiendan a las pymes mexicanas.
Por ejemplo, en este caso se trata de troqueles de tipo progresivo, con los que las pymes aumentarán sus ventas, pues contarán con valor agregado y facilitarán sus procesos.
"Muchas veces las pymes dicen: ‘Pues yo sé hacer troqueles, pero sólo te hago un paso aquí y otro paso acá', pero necesitas tener cinco prensas. En cambio, si haces un troquel progresivo que haga una transferencia, es decir,  que la pieza se troquele en un sentido y luego se voltee, sería mejor, pero, ¿cómo lo hago?", dice Luis Pasaye. Y añade: "Si se les enseña a hacer eso en una sola prensa van a poder sacar piezas terminadas, a lo mejor cada cinco ó 10 segundos, mientras que ahora tienes que ocupar cinco prensas y te tardan, por decir algo, cinco minutos".
Se tiene claro que debe haber una estrategia transversal para las actividades científicas, tecnológicas y de innovación y, para lograrlo, el Peciti, apoyado en el Plan Nacional de Desarrollo (PND), tiene como estrategias:

  • Descentralizar las actividades científicas.
  • Fomentar un mayor financiamiento de la ciencia básica, tecnológica y de innovación.
  • Fortalecer políticas de estado a corto, mediano y largo plazo que permitan desarrollar la cadena educación, ciencia básica y aplicada, tecnología e innovación.
  • Incrementar, en términos reales, la inversión en ciencia y tecnología e innovación.

Claudia Carreño Fernández detalla que, a través del Fondo de Cooperación Internacional (Foncicyt), que es un apoyo de la comunidad europea a México y que se creó el año pasado, "ya tenemos colocados bastantes euros para las empresas mexicanas que estén haciendo enlaces internacionales". En el programa avance, en el que participan Conacyt y Nacional Financiera (Nafin), también se manejan fondos para el desarrollo tecnológico y la innovación.
Sin duda, el incremento de recursos destinados a la ciencia y tecnología beneficiará a las pymes, pero éstas deben tener claro que deben apostarle a la innovación, como lo hace Gonzalo Mitre, presidente del IMITPH, quien, de acuerdo con la convocatoria del programa Innovapyme, debe entregar al Conacyt un proyecto que contenga los siguientes elementos: antecedentes de la empresa; estrategia tecnológica o líneas de investigación; principales líneas de productos o servicios; infraestructura y recursos humanos dedicados en IDT; título del proyecto, justificación, objetivo, alcance y resultados; entre otros requerimientos. Al igual que lo hacen países como EU o Israel, México tiene el gran reto de invertir 3% del PIB en investigación. Se han dado los primeros pasos.

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