En pausa los cambios a ley ‘antibolsas’
A unos días de que entren en vigor las sanciones impuestas por la Ley de Residuos Sólidos del Distrito Federal, la Asamblea Legislativa (ALDF) trabaja para aprobar los cambios a esta ley que contempla multas a comerciantes que regalen bolsas de plástico que no sean biodegradables.
De acuerdo con Juan Carlos Zárraga, secretario de la Comisión de Medio Ambiente de la ALDF, esta ley —que entra en vigor el jueves 19 de agosto— no especifica qué se entiende por ‘bolsa de plástico biodegradable', y si no hay parámetros de aplicabilidad preestablecidos no se puede sancionar a los comerciantes que las regalen.
Para que pudieran proceder las sanciones establecidas en la ley, que contemplan multas de 57,000 pesos hasta 1.1 mdp y 36 horas de cárcel, tendría que definirse qué se entiende por biodegradable, así como los parámetros (composición, textura, apariencia, etcétera) que permitirían distinguir entre una bolsa que sí lo es de una que no, explicó Zárraga.
"Por todas estas ambigüedades ya hicimos algunas modificaciones a la ley, las cuales ya fueron aprobadas en las comisiones y falta que pasen al pleno, para lo cual tendremos que esperar hasta la segunda quincena de septiembre, si es que no se aprueba un periodo extraordinario de sesiones antes", comentó.
Las modificaciones que realizamos a la ley —dice Zárraga— buscan quitar el arresto y las multas excesivas por ‘regalar' bolsas de plástico.
En un comunicado, Eduardo Martínez Hernández, presidente de la Asociación Nacional de Industrias del Plástico (Anipac), dijo al respecto que la ley es ambigua en su redacción ya que los comercios no regalan bolsas de plástico porque el precio ya está incluido en el costo que paga el consumidor por los productos que compra.
"Los establecimientos comerciales diariamente entregan de manera gratuita 186 millones de esas bolsas a los usuarios, lo que representa más de 12,000 mdp al año. En el Distrito Federal se entregan 32 millones de bolsas por día, y si se venden en un peso cada una, representa un gasto para los ciudadanos de esta entidad de 32 mdp", explicó el funcionario.
Martínez aseguró que poner precio a las bolsas de plástico no reduce su impacto ambiental, y como ejemplo mencionó que en Irlanda en 2002 se implementó un impuesto a las bolsas de plástico con el fin de reducir su consumo, pero como la gente las necesitaba para llevar sus productos y depositar la basura comenzaron a comprarlas dentro de las tiendas, incrementándose 30% la cantidad de polietileno que se consumía en este país al término de un año.
Finalmente, el funcionario hizo hincapié en que el problema no es el material sino el acopio, por ello considera importante que los industriales del plástico trabajen en conjunto con la gente que opera los tiraderos de basura, los rellenos sanitarios y los centros de transferencia para buscar la manera de acopiar todos esos desperdicios.
