Los hábitos sanos retan a empresas
La tendencia de reducir la cantidad de sodio en los alimentos procesados es todo un reto para la industria debido a que implica realizar inversiones en elaboración de prototipos para desarrollar ingredientes alternativos, pruebas piloto, estudios entre los consumidores y modificación del etiquetado de los productos, explica Laura Briones, gerente de Salud y Bienestar de Kraft Foods Latinoamérica.
La población mexicana debe reducir a la mitad el consumo diario de sodio y la industria alimentaria juega un importante papel en esta iniciativa, ya que 80% del sodio que se ingiere proviene de los alimentos industrializados. De acuerdo con Briones el consumo promedio de sodio en la población mexicana es de 4,400 mg por día cuando la ingesta diaria recomendada es de 2,500 mg.
Si bien el sodio es un elemento esencial para la vida al estar involucrado en la transmisión de impulsos nerviosos (mediante el mecanismo de bomba de sodio-potasio) y balance electrolítico, su consumo en exceso puede llegar a provocar hipertensión arterial, insuficiencia renal crónica y daño en el epitelio venoso y arterial, explica Briones en entrevista. Ante esta tendencia, dice la directiva de Kraft, una solución puede ser el uso de ingredientes alternativos.
“En los alimentos procesados, el sodio tiene una función como conservador, ya que reduce la humedad evitando la proliferación de bacterias; además es un agente leudante en tanto que da consistencia y controla la fermentación, por lo que es un ingrediente que no se puede eliminar por completo”, comenta.
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