Láser, opción para marcaje de productos
Los sistemas de codificación láser permiten realizar el marcaje de productos a bajo costo, en diversos materiales, en áreas extremadamente pequeñas, con buena calidad de impresión y a altas velocidades. Si bien la inversión inicial de un sistema de marcado de láser es entre dos y tres veces más alta que la de un sistema de inyección de tinta continua, a la larga resulta más barato ya que no requiere consumibles (fluidos o cintas), asegura Eduardo de la Torre, director general de Videojet.
Además, según cifras de Videojet, los codificadores láser alcanzan una velocidad de marcaje hasta de 2,000 caracteres por segundo, por lo que es posible efectuar marcajes en productos que se mueven a velocidades de hasta 15 m/seg, lo que garantiza una producción de alto rendimiento como lo exigen industrias como la refresquera, por ejemplo.
De acuerdo con el directivo, los sistemas láser representan 25% del mercado de los sistemas de marcaje, siendo las impresoras de inyección continua de tinta las más utilizadas por la industria para realizar el marcaje de los productos.
Se pueden realizar codificaciones a láser en casi cualquier material, como papel, cartón PET, placas electrónicas y de semiconductores, piezas para la fabricación de vehículos de motor e, incluso, perfiles y juntas de puertas y ventanas, así como tuberías, lo que ofrece una amplia gama de opciones de aplicación en la industria de alimentos y bebidas, farmacéutica, cosmética, automotriz, construcción o de componentes electrónicos, explica De la Torre.
Según el director de Videojet, empresa proveedora de sistemas de codificación, el láser marca de forma limpia y permanente datos como fechas de caducidad y fabricación, números de lote y línea, matrices en 2D y códigos de barra, logotipos, símbolos y datos concretos (contenido, peso, precio, etcétera).
Por medio de una señal de radiofrecuencia, explica, el dióxido de carbono (CO2) se estimula electrónicamente dentro del tubo del láser, lo que genera un rayo láser. Cuando el rayo se enfoca sobre el material, es absorbido y genera calor, dejando en el producto la marca deseada, ya sea como resultado de una reacción química, del grabado sobre la superficie (por ejemplo, pirograbado en PET) o por la eliminación del recubrimiento de la superficie.
