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La UNAM desarrolla nanopigmento

Es útil para teñir plásticos, vidrio, tintas para impresoras e, incluso, cosméticos. Éste no existía en ese tono ni en tal composición química, y ahora está en proceso de patente.
lun 14 marzo 2011 10:10 PM
El nuevo pigmento es amigable con el ambiente y sirve para teñir plásticos, vidrio, tintas impresoras, e incluso, cosméticos. (Foto: SXC)
quimica_investigacion (Foto: SXC)

Un equipo de trabajo de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) desarrolló un nanopigmento azul turquesa no tóxico, a base de litio y titanio, amigable con el ambiente y con la salud humana, útil para teñir plásticos, vidrio, tintas impresoras e, incluso, cosméticos.
Debido al tamaño de sus partículas, menores a 10 nanómetros (1,000 millonésimas de partes de metro), es homogéneo y se dispersa bien sobre cualquier superficie, por lo que tiene un mejor desempeño que los pigmentos convencionales que contienen partículas más grandes, explicó vía comunicado de prensa Ana Leticia Fernández Osorio, responsable del equipo de trabajo.
La investigadora comenta que un pigmento generalmente no se disuelve en el medio en el que se aplica. Para lograrlo debe presentar una buena estabilidad térmica, así como ser resistente a ambientes agresivos (ácidos y alcalinos).
Explica que el nanopigmento azul turquesa muestra esa estabilidad hasta los 100,100 ºC y presenta un mejor desempeño como pigmento, comparado con los comerciales, cuyos tamaños de partículas son del orden de entre 10 y 30 micrómetros.
Fernández Osorio recordó que desde el año 2000 comenzó a trabajar con nanopartículas, y para 2003 obtuvo las primeras síntesis de óxidos metálicos. "Quisimos darles una aplicación y, por ello, comenzamos a estudiar sus propiedades ópticas".
Al principio, las que obtuvo Fernández Osorio eran de 20 y 30 nanómetros; posteriormente, utilizó el método sol-gel, con solventes orgánicos, hasta alcanzar dimensiones menores a 10 nanómetros.
Este método (sol-gel) consiste en utilizar butóxido de titanio (líquido) y acetato de litio (sólido) como precursores. "Mezclamos los dos y con la alteración del pH de la solución, se forma un gel blanco que se seca a temperatura ambiente, para después llevarlo a 600 ºC, de lo que se obtiene un óxido de litio-titanio azul turquesa".
Este nanopigmento no existía en ese tono ni en tal composición química, por lo que este proyecto, que inicialmente era parte de la tesis de licenciatura de Marco Polo Jiménez Segura, está en proceso de patente con la colaboración de la Coordinación de Innovación y Desarrollo de la UNAM.
Con el apoyo de sus estudiantes, los trabajos de Fernández Osorio continúan para lograr nuevos pigmentos inorgánicos, y como resultado figura la obtención de un nanopigmento de vanadato de bismuto, del que existe una versión en tamaño de micras, con nuevas propiedades y que no se decolora, a diferencia del convencional.
Asimismo, desarrollaron otro nanopigmento a base de cobalto, el primero que no es azul, sino rosa.
Actualmente reciben financiamiento del Programa de Apoyo a Proyectos para la Innovación y Mejoramiento de la Enseñanza (Papime).
La académica comentó que también se ha considerado un acercamiento con la industria, porque es ese segmento el que dirige los productos al mercado con mayor demanda, y "hacia ahí hay que ir".

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