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Que el miedo no acabe con tu empresa

Ante el temor general a causa de la influenza, es necesario que sepas cómo conducir a tus empleados; los expertos aconsejan hablar de forma clara, tranquila y brindar apoyo a quienes lo necesiten.
mar 28 abril 2009 06:00 AM
En México el personal de salud revisa a los comensales de bares y restaurantes. (Foto: Reuters)
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El estrés generado por la incertidumbre sanitaria de México a causa del brote de influenza puede impactar de forma negativa al clima laboral de las organizaciones, por lo que éstas deben tener un manejo adecuado de su capital humano. Sumado al estrés, el miedo o psicosis que situaciones de alta tensión pueden generar, son enemigos del desempeño de los empleados, coincidieron expertos.

"Un trabajador con miedo o una alta carga de estrés se ve directamente afectado en su rendimiento porque no está tranquilo, tiene poca concentración y su productividad baja", dice en entrevista el psicólogo organizacional, Victor Muriedas.

Cuando una persona está expuesta durante tiempo prolongado a mucha tensión, irremediablemente tendrá un desgaste sostenido que afectará no sólo su desempeño profesional, sino su salud en general, opinó por su parte el jefe de la Unidad de Psicología Clínica de la Universidad Panamericana (UP), Joaquín Marbán.

En este sentido, el rol que juegan los departamentos de Recursos Humanos (RH) es fundamental, pues son ellos los encargados de dar información sobre lo que ocurre en la organización.

La primera medida fundamental para evitar situaciones de pánico en las empresas es brindar información simple y oportuna, jamás ser alarmistas. Es necesario que siempre se sepan las acciones concretas, recomendó el director de Selección y Consultoría de Adecco México, Alberto del Castillo.

Para reforzar la comunicación, es necesario establecer vías correctas, como el correo electrónico, líneas telefónicas específicas, avisos o circulares, procurando que estas últimas sean en lugares de alta concentración de personal y dónde se aseguren de que sean visibles para toda la plantilla, agregó Muriedas.

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Si alguna persona enferma se encuentra en la empresa, habrá que valorarla médicamente; si ello no es posible, debe remitirse a una unidad médica y minimizar la ansiedad que el hecho pueda generar en el ánimo de los trabajadores.

"Ahora es cuando las compañías deben reforzar las medidas de higienes", aseguró  Del Castillo.

Entre los cambios psicológicos que el estrés y miedo provocan y afectan al desempeño laboral, sobresalen la preocupación, temor, inseguridad, dificultad para decidir y pensamientos negativos sobre el entorno.

Una actividad que disipa temores y crea un ambiente más seguro para los empleados, es mostrar flexibilidad y sensibilidad para escuchar y resolver problemas, como la tolerancia al ausentismo e impuntualidad que esta situación puede ocasionar.

El nivel de miedo o estrés tiene que ver directamente con la actividad que el empleado desempeñe, quienes laboren en lugares de contacto, serán más susceptibles de desarrollarlo que aquellos que lo hagan, por ejemplo, con proceso automatizados donde el contacto humano sea mínimo, coincidieron los expertos.

Una vez que se actuó de manera preventiva, habrá que ocuparse de aquellos casos en los que ya exista un problema declarado de psicosis, es decir, aquellos empleados que presenten un miedo anormal a causa del entorno de la empresa.

Si algún empleado tiene una crisis nerviosa, habrá que alejarlo de los demás para evitar que contagie el miedo y se haga daño a él mismo o a otros. Inmediatamente después deberá ser intervenido psicológicamente para brindarle la ayuda necesaria, dice Victor Muriedas.

Lo deseable es contar con un psicólogo calificado en la misma empresa, pero si no es así, habrá que tranquilizarlo y sacarlo del área de trabajo para que reciba ayuda inmediata.

"No olvidemos que es un problema serio, pues puede venir una somatización (presentar síntomas físicos derivados del malestar psicológico) que pueda confundirse con el virus, o peor aún, tener un ataque de ansiedad que provoque mayores complicaciones", advirtió el psicólogo organizacional.

Después de ello, siempre habrá que hablarles a los demás empleados de forma calmada, para tranquilizarlos y mantenerlos al tanto del estado de salud de su compañero, para que vean que la empresa se preocupa por ellos.

Finalmente, será necesario apelar a la sensibilidad de los patrones, para hacerles entender que los empleados necesitan o pueden requerir de tiempos fuera sin temor de perder su empleo o ser reprendidos por ello,

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