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Los jefes más jóvenes no son una amenaza

Tu jefe posiblemente aún estaba en pañal cuando tú conseguiste tu primer trabajo de tiempo completo; las generaciones cambian y, si el joven manda, debes aprender a crear una relación laboral sólida.
mié 04 mayo 2011 06:02 AM
Si tu jefe más joven no está listo para el puesto, ayúdalo a aprender a estar a cargo.  (Foto: Fortune)
jefe joven (Foto: Fortune)

Un mensaje a los jefes más jóvenes: no es que sus empleados mayores no comprendan cómo usar las computadoras para comunicarse, sino que prefieren el contacto cara a cara. "Un jefe más joven suele pensar que los empleados mayores no son tan hábiles con la tecnología, ni tan veloces", dice Cam Marston, presidente de la compañía de consultoría Generational Insights. La verdad es que los baby boomers comprenden los mensajes de última tecnología y el Twitter, pero ven a la tecnología como un complemento, más que como una necesidad.

Estos baby boomers siguen trabajando incluso cuando ya alcanzaron la edad de retiro, y muchos de ellos incluso rinden cuentas a personas menores. Un sondeo realizado en 2010 por CarrerBuilder a 5,200 trabajadores, descubrió que el 69% de aquellos de 55 años de edad o mayores tienen jefes más jóvenes.

Si tú eres uno de esos jefes y quieres tener éxito con tus subordinados mayores, "levántate de tu escritorio, míralos a los ojos y diles que necesitas que se haga tal trabajo para tal fecha, 'y si necesitas ayuda, házmelo saber'". Éste es el consejo de Marston, autor de Motivating the "What's in It for Me?" Workforce: Manage Across the Generational Divide and Increase Profits.

John Dewar, de 27 años de edad, es ingeniero en sistemas para una compañía de consultoría IT. Ha supervisado a varios empleados que son mayores que él.

Originalmente él no quería invertir en la comunicación cara a cara. "Yo los visitaba cuando había un problema, pero no quería ser el jefe incómodo". Él prefería los correos pero supo que sería difícil comunicar el tono adecuado, sobre todo con sus colegas mayores. "Los mensajes parecían muy rudos. Un día di ‘enviar' a un correo y de inmediato llegó una persona a mi oficina a quejarse. Terminamos en la misma página después de hablar del problema".

Desde entonces aprendió que, con parte de su equipo, sobre todo con los mayores, debe hablar de forma directa. "Después documento lo que hablamos en un correo electrónico". Pero Deware dice que el principal problema fue convencerlos de que sabía lo que hacía, y que él estaba a cargo.

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"Mucha gente me dijo ‘yo llevo más tiempo en esta empresa'. Tuve que mantener mi postura y pisar con firmeza. Con la mayoría tuve diálogos honestos sobre lo que esperaba de ellos y sobre lo que ellos esperaban de mí".

Su recompensa por la perseverancia fue que descubrió que podía confiar en los empleados mayores y en su ‘conocimiento institucional', sobre cómo lidiar con la burocracia.

Crear credibilidad: ¿una batalla cuesta arriba?

Los jefes más jóvenes suelen tener problemas para establecer credibilidad, dice Bruce Tulgan, fundador de RainmakerThinking Inc., una compañía de consultoría de RH. Los jóvenes que fueron puestos a cargo de otros suelen tener un historial formal impresionante y mucha ambición. "Quieren dejar huella pronto, resolver problemas, inventar cosas".

Pero al mismo tiempo, no cuentan con la experiencia ni conocen el contexto, dice Tulgan. Y el contexto es muy importante. Deben recordar que "no todo se materializó cuando ellos llegaron".

Sé directo sobre lo que no sabes, recomienda Tulgan. Debes reunir información de gente más añejada que te rinde cuentas a ti. "Pregunta cuál es la misión, dónde entra tu equipo, para qué fuiste contratado. Reúne la información que responda este contexto".

Uno de los peores errores que puedes cometer, según Tulgan, es llegar a anunciar que llegó el nuevo jefe y que las cosas van a cambiar. 

Tomar el enfoque de la humildad falsa de "no me consideren un jefe" tampoco funciona. Deben pedir que les digan cómo funcionan las cosas, pero el nuevo jefe debe explicar por qué fue contratado. El jefe debe indicar cómo planea conducirse como líder del grupo y compartir su modus operandi. 

Ventajas de la relación jefe joven/empleado mayor

Janis Grover, consultora de mercadeo de alimentos de especialidad, ha trabajado para un jefe más joven en dos ocasiones. La primera fue con un vendedor nacional importante, y fue un desastre, pues su jefa joven no tenía experiencia y "no sabía pedir ayuda. No aceptaba los hechos y competía con nosotros. Se peleaba con una secretaria de 60 años sobre cómo llenar un formulario".  Fue despedida después de un año.

Después, Grover trabajó para una compañía familiar donde "todos eran mucho más jóvenes". En esta ocasión, en lugar de sentirse amenazados por la experiencia de Grover, "me veían como una experta que sabía mucho del producto, y me usaban como un recurso".  

Sharen Glennon, directora de mercadeo en el Instituto de Tecnología Stevens, sabe que tiene un enfoque distinto para la comunicación en la oficina en comparación con sus jefes más jóvenes. "No uso tanto los medios sociales. Me gusta más hablar cara a cara. Intento adaptarme a otros métodos y también uso el mío. Yo toco la puerta".

Glennon cree que hay ventajas en tener un jefe joven que se acerque más a la edad de los universitarios a los que quiere llegar. "Tener una persona joven es una buena idea. Es difícil para nosotros, que somos más grandes como para adaptarnos", dijo.

Si trabajas para un jefe más joven, Tulgan recomienda intentar ser honesto contigo mismo. "Alguien tomó una decisión de negocios en la que esta persona es tu jefe. Esta persona no está más arriba ante los ojos de Dios, sólo en la tabla organizacional".

Si tu jefe más joven no está listo para el puesto, ayuda a esa persona a aprender a estar a cargo sin rebasar límites, y lograrlo es todo un arte. "No debes imponerte y decir que tú llegaste antes, cuando él estaba aún en primaria", dice Tulgan. Sólo debes dejar claro que quieres dirección.

Pregunta cómo puedes ayudar a monitorear y medir tu desempeño, y cómo quiere tu nuevo jefe que le informes de tu progreso. Si tu jefe no deja las reglas claras , no te escondas ni esperes que ocurra lo mejor. Debes aceptar la autoridad del jefe todo el tiempo, pero tú debes actuar con el ejemplo "y siempre asegurarte de dejar las cosas claras", dice Tulgan.

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