Los hombres ya se someten al bisturí
A pesar de ser una nación en desarrollo, México ocupa el quinto lugar mundial en la práctica de cirugías plásticas, según la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética. Aunque se podría pensar que el mundo de la estética es terreno femenino, actualmente en el país el 30% de las cirugías son solicitadas por hombres, así que las intervenciones masculinas de este tipo se han convertido en una microtendencia. Es más, en el país dos de cada 10 aplicaciones de botox son hechas a hombres, refiere un estudio elaborado por la consultora De La Riva.
Además de la cirugía tradicional, cita el estudio, las intervenciones no quirúrgicas -como la aplicación de botox y la depilación láser- han ido en aumento debido a su rapidez y practicidad: no requieren hospitalización ni una recuperación larga y dolorosa. "Por lo general esos procedimientos son el inicio de la incursión al campo de las cirugías", indica el especialista en medicina interna de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, Fernando Noriega.
De acuerdo con la investigación de la consultora, los motivos que impulsan al hombre a operarse son diversos, desde querer parecer ‘estrella' de televisión, hasta arreglar un detalle incómodo para obtener mayor seguridad. En forma general, "estos procedimientos han crecido porque la gente considera que si corrige algo del aspecto físico puede mejorar sus oportunidades en varios campos, como el laboral", comenta Noriega.
En el caso de México, ocho de cada 10 personas que optan por una cirugía lo hacen por mejorar su atractivo físico; cuatro de cada 10 argumenta tomar esta decisión para avanzar en su carrera profesional, y tres de cada 10 considera que una apariencia jovial impacta en cualquier trabajo, según datos del Instituto Jalisciense de Cirugía Reconstructiva (IJCR), de la Secretaría de Salud de Jalisco.
De acuerdo con el estudio de De La Riva ‘Hombre Adulto, tendencias 09/10', los hombres entre 30 y 50 años han dejado atrás el estereotipo de las canas y anhelan verse jóvenes por más tiempo. Crecieron con el discurso de ‘por siempre jóvenes', y ahora las intervenciones estéticas se han convertido en aliadas para eliminar la pérdida del pelo, las arrugas y la flacidez en la piel. "La vanidad masculina es socialmente más aceptada".
Para Noriega, el que los mexicanos estén más abiertos en este tema tiene relación con lo que viven socialmente, aunque todavía tienen la figura de 'proveedores', ésta se va sustituyendo por la de un hombre que, así como comparte gastos con la pareja, puede hablar con ella de su intención de cambiar ‘algo' de su físico.
Al estilo ‘extreme makeover'
¿Qué arreglos buscan los mexicanos? El trasplante de cabello, la operación de orejas (otoplastia) y de nariz (rinoplastia) son las cirugías preferidas por los hombres, dice De la Riva. Otro dato interesante es que entre los modelos masculinos más referidos destaquen Brad Pitt, David Beckham, George Clooney y Arnold Schwarzenegger, según datos de la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética.
La región facial es la más común de corregir, porque la cara es lo primero que se proyecta, y se busca reunir estereotipos que se promueven en la actualidad, como tener pómulos prominentes, orejas pequeñas, nariz recta o labios voluminosos, de acuerdo con el profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México, Arturo Becerril.
Las intervenciones estéticas se ven como una manera perfecta de reinventarse, la sensación de cambio empieza con el físico, pero llega a una parte muy profunda de la persona, porque da seguridad. Y, aunque el aumento de cirugías masculinas podría parecer un tema superficial, habla de cambios culturales complejos. "Los hombres plásticos son reflejo de una nueva forma de asumir la masculinidad", apunta el análisis de De la Riva.
Becerril menciona que en México no sólo se han incrementado las operaciones para hombres, sino también la cantidad de jóvenes que quieren someterse a este procedimiento para aumentar su autoestima, buscar la aceptación del grupo social donde se desenvuelven o copiar estereotipos. La realidad, sin embargo, es "que esa falta de seguridad no se ataca con un arreglo físico", señala la psicóloga Berenice Espinoza.
¿Soy hombre ‘plástico'?
Al ver tus 'entradas' de cabello en el espejo, ¿has considerado hacerte un injerto?
¿Has pasado al menos una vez por el pasillo de tintes buscando disimular las canas?
¿Te incomoda tener tanto vello y has considerado depilarte?
¿Has usado productos de belleza de tu pareja?
¿Te tardas más de una hora en arreglarte por las mañanas?
¿Alguna vez te has aclarado los vellos de los brazos o de las piernas con remedios caseros?
¿Consideras más de tres veces a las semana operarte las orejas?
Si contestaste "sí" al menos a dos preguntas, tienes potencial para ser un "hombre plástico", según De la Riva.