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5 errores que te costarán el puesto

Llegar al trabajo anhelado implica disciplina, preparación previa e incluso una imagen adecuada; carecer de un discurso para vender tus capacidades te ‘reprobará’ ante el reclutador.
mié 08 junio 2011 06:02 AM
Algunos profesionistas caen en la trampa de ver un anuncio y decir: mando mi currículo. Al ser citados no tienen la menor idea de ese grupo, ni de cómo funcionan ahí las pruebas de selección. (Foto: Photos to go)
entrevista (Foto: Photos to go)

A una entrevista de trabajo todos los aspirantes llegan con un 10, pero a lo largo de la charla irán perdiendo puntos, así que en la vacante se queda (muchas veces) no el mejor candidato, sino quien comete menos errores. Tan sólo en 2010, alrededor de 92,000 jóvenes egresaron de las universidades de la zona metropolitana del Valle de México, de acuerdo con datos de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES). En el país, la cifra supera los 350,000 profesionistas que, anualmente, salen al mercado en busca de una oportunidad laboral.

Detrás de las numerosas puertas que estos jóvenes tocan, los esperan profesionistas experimentados que competirán por mantener su puesto y escalar a otras posiciones. En el sector laboral mexicano, incluso, hay un fuerte intercambio generacional. La población económicamente activa pertenece -en su mayoría- a profesionistas entre 28 a 45 años (36%); Baby Boomers (46 a 64 años) con un 27%, mientras que la generación Y (20 a 27 años) representa el 24%, señalan datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y de la consultora Deloitte México.

Con esas referencias numéricas, la búsqueda de trabajo no puede tomarse a la ligera. Mucho menos es permisible dejar fuera alguno de los aspectos que podrían garantizar la contratación.

El currículo es un elemento muy preciado porque su objetivo es conducir hacía una cita laboral, pero es un error dejar todo el ‘peso' en este documento. Hay otros indicadores, como la imagen y el hacer una buena venta personal. En reiteradas ocasiones, "no es contratada la persona con el mayor coeficiente intelectual sino la que se supo vender mejor". Y cuando se cuida la imagen, se tiene garantizado el 50% del éxito en una entrevista, opina el director general de Imagen Excellence, David Navarro.

Algunos profesionistas caen en la trampa de ver un anuncio y decir: mando mi currículo. Al ser citados no tienen la menor idea de ese grupo, ni de cómo funcionan ahí las pruebas de selección, señala el autor Hilton Catt en el libro Claves para encontrar empleo.

Respecto a cómo opera una contratación, Navarro recomienda no sólo investigar a la firma, sino también al reclutador con quien se conversará. Por ejemplo, una pregunta en donde muchos ‘tropiezan' es: ¿Por qué quieres trabajar aquí? Si mandas un currículo es porque estás interesado en ese sitio y tuviste una investigación previa sobre los cinco "peces gordos" en donde te gustaría laboral. La desinformación, pues, es uno de los errores fatales que pueden ‘alejarte' del empleo anhelado.  

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¡Que me compren!

El marketing no se limita a promocionar productos o servicios de empresas; tú puedes (y debes) aplicarlo en ti, para aprender a vender quién eres y qué buscas laboralmente. Esto permite "sobresalir entre otros profesionales y marcar una diferencia en cómo prestas tus servicios", menciona Tom Peters en su libro 50 Claves para hacer de usted una marca.

Para llegar a una oferta que cumpla con tus expectativas y se inserte en el área de tu interés,  hay que prepararse para evitar caer en los errores que pueden marcar el fin de la contratación de un candidato. David Navarro menciona los siguientes indicadores:

1. Imagen congruente. Como profesionista, quizá no se desconoce que la vestimenta es un aspecto importante en las entrevistas. Más allá de entender, hay que ponerlo en práctica acertadamente, pues la elección equivocada de una prenda resta puntos.

Errores. Llevar un atuendo contrario al puesto que se busca, al estilo de la empresa y el tipo de clientes atendidos. Ejemplo: si el puesto es del área económico-administrativa el traje sastre es obligatorio. Por el contrario, para tareas creativas (que no son de trato directo con cliente) se puede tener un atuendo casual. Si un diseñador gráfico se viste demasiado formal, ese arreglo no proyecta sus destrezas creativas.

2. Si de moda se trata... Recurre a este indicador los fines de semana, para un trabajo lo mejor es seguir el ‘código' propuesto por la compañía.

Errores mujeres. Aunque las uñas de colores estén 'al último grito' no es recomendable utilizarlos para ir a una entrevista laboral. Piensa para el trabajo en tonos neutros, discretos. Para ellas, también aplica tener accesorios discretos, no desgastados ni exuberantes, a menos que el puesto (como sucede en la industria de la moda) permita excederse un poco (en colores, estilos, etcétera) en su uso.

Sugerencias para ellas: cuidar el aspecto del cabello y llevar zapatos cerrados.

Equivocaciones en hombres. Entre los principales está llevar un calzado descuidado, sin lustrar, uñas sucias o lucir desaliñado en el traje y cabello. En cuestión de accesorios, a ellos les beneficia el uso de un reloj, porque transmite una adecuada administración del tiempo.    

Para los dos: llevar una talla de ropa que no ajusta con la silueta comunica desconfianza. Considera que el mensaje enviado al reclutador es: no invertí tiempo en prepararme para venir con ustedes. Pensar que sólo la hoja de currículo y la experiencia se evalúan es un desacierto. Lo que dices visualmente cuenta, porque tú eres la marca de la empresa y tu apariencia es su logotipo.

En cuanto a clima, si se está en una ciudad con altas temperaturas, ellos pueden optar por una camisa (de manga larga es mejor que una de corta). Para mujeres, si llevan vestido, que éste no sea playero, ni con transparencias y debe llegar a la rodilla.

En caso de tener la reunión un viernes (incluso si ya fuiste aceptado en ese lugar) y si se permite el uso de jeans, olvídate de llevar los que utilizas para salir de fiesta. Deberás comprarte los mejores pantalones de mezclilla que puedas (en azul marino y corte recto), así comunicas "que el trabajo no sólo lo necesitas por la lana", dice Navarro.

Busca en la página web corporativa información sobre el ‘código' para vestir en la empresa. De no existir, pregunta entre conocidos para adecuar la vestimenta a esos datos.  

3. ¡Eres un profesional! (no un intento de ello). Si deseas que la gente valore lo que llevas a ‘vender', es decir conocimientos, expertise, contactos, capacidades laborales, entre otros factores, empieza por ser pulcro con los detalles que rodean tu imagen.

Errores. Tener para contacto una dirección de correo electrónico demasiado ‘personal', como "Spiderman 54", cita Navarro. Opta por abrir un e-mail formal, con tu nombre y apellido.

Otra equivocación lamentable es carecer de una bitácora de las personas con quienes has estado en contacto y que -al hablarte para dar seguimiento sobre el proceso-  no recuerdes qué ofrecía la empresa, o por qué tuviste empeño en solicitar un trabajo ahí.

4. Cuida lo que proyectas. Una máxima en temas de búsqueda laboral, es que un reclutador no pone en riesgo su puesto, ni una contratación, por alguien que no inspira confianza. Así que debes cuidar tu imagen desde que hables por teléfono la primera vez y hasta el comportamiento en el lobby de la empresa, el día de la entrevista.

Errores. Tratar de "tú a tú" al reclutador. No importa sin son igual de jóvenes, la persona detrás del escritorio es el contratante y eso amerita formalidad.

Mujeres, ojo. Un día antes del encuentro laboral hay que organizar la bolsa, si por alguna razón debes buscar, por ejemplo, una tarjeta de presentación y para ello vacías todo el contenido (lo cual te lleva varios minutos) mandas un mensaje de desorden. Si el puesto al que postulas es de logística, imagina la reacción del entrevistador. Son detalles que parecieran insignificantes, pero restan puntos, afirma David Navarro.

5. CV, también habla de ti. Aunque se dice (una y otra vez) que el currículo es la presentación más importante para un profesionista, y por tanto debe denotar orden y ser atractivo, su redacción no siempre cumple con esas cualidades.

Errores. El experto en imagen menciona que para quienes ya pasan los 35 años de edad, una equivocación común es enviar largos CV (porque fue la manera en que aprendieron a redactar este documento) o poner como título 'Curriculum Vitae', cuando esto no dice nada ni marca un valor diferencial. Hay quienes en el mismo correo incluyen las copias de los diplomas obtenidos; esto es un "tache".

Hay que presentar esta hoja en la forma más concreta posible, con datos sobre experiencia contundentes. Los jóvenes que carecen de experiencia (misma que se evalúa en dinero) necesitan enfatizar en su actitud de aprendizaje y de querer crecer en esa compañía.

Alrededor del 39% de los egresados laborando se desempeña en una actividad no vinculada con sus estudios, según el estudio 'Mercado laboral para profesionistas' de la ANUIES. Pertenecer a la cifra de quienes se colocan en el puesto deseado (por convicción y/o formación) es multifactorial, pero el primer paso para ser contratado es tuyo.

Por ejemplo ¿cuentas con un speech de 30 segundos para venderte? "Hay que tener un discurso profesional para responder cuando te pregunten por qué estás buscando trabajo". Además, es fundamental practicar el discurso para tener definido los mensajes que deseas comunicar el día de la entrevista, puntualiza David Navarro.

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