Abuso laboral afecta a 30% de mujeres
Una de cada tres mujeres en el país padece violencia psicológica dentro de su hogar o trabajo, de acuerdo con cifras del Colegio Jurista.
El 15% de las víctimas tiende a considerar esa conducta como ‘natural', señala Jorge Manrique, rector de esa institución académica.
En el rubro de acoso sexual, por ejemplo, México registra 1.4 millones de casos de mujeres en esa situación, lo que representa un 10% de la Población Económicamente Activa (PEA). Esta cifra es ‘conservadora', pues se trata de un acto ilícito que en 99.7% de las veces no se denuncia y tiene el índice más alto de impunidad, advierte el Colegio Jurista
En el tema de violencia laboral, la realidad es que muchas veces la gente lo ‘pasa por alto' con el fin de ‘evitar complicaciones' y hasta que la situación avanza hay un indicio de queja.
Una de las actitudes comunes es decir, por ejemplo: "mi jefe me acosa un poco, pero eso sucede en todos los trabajos, mientras no pase de cierto límite..."; sin embargo, eso puede convertirse en escenario intolerable más adelante, menciona la psicóloga y terapeuta Elsa Noriega.
El abuso psicológico no está tipificado como delito. El Código Penal sólo lo considera delito si existe violación (artículo 265), aunque eso no significa que no haya daño en la víctima. Los problemas más evidentes son sensación de inutilidad, temor, torpeza, insomnio, neurosis y paranoia, comenta Jorge Manrique.
En los últimos cinco años "testificamos cómo el abuso emocional puede tomar distintas formas. Existe dependencia emocional, económica, negligencia emocional y/o física, abuso de poder, intelectual y cultural", por mencionar los escenarios más frecuentes", expresa el rector y abogado.
De acuerdo al Colegio Jurista, la violencia psicológica es una constante en los casos de violencia intrafamiliar y ausentismo laboral.
Elsa Noriega indica que suele confundirse abuso con sobrecarga o explotación laboral, esto último ha existido siempre y la gente puede poner un alto refiriendo que requiere más apoyo para hacer su trabajo . Pero, hay otro tipo de acciones que llegan a un maltrato físico y/o verbal.
En el trabajo hay que romper el mito de que es necesario un "poco de presión" para ser eficiente. Si hay comentarios insultantes y despectivos "hay que reportarlos", pues la persona, sea jefe o compañero, avanzará al extremo de intimidar y que la víctima no pueda más y renuncie.
"Si la persona no pone remedio pierde. Hay que insistir que en el sueldo no va incluido el hostigamiento", expresa la psicóloga.
En general, esta violencia psicológica la ejerce un hombre contra una mujer , pero cada vez existen más casos donde los victimarios del abuso psicológico son del sexo femenino contra las propias mujeres.
"De cada 100 situaciones documentadas de violencia psicológica, sólo el 1% de las víctimas denuncia, mientras que sólo un caso corresponde a hombres, por lo que el abuso psicológico es una prueba del ferviente machismo en el país", considera Jorge Manrique.
¿Cómo son los abusadores? Elsa Noriega detalla que un denominador común es su falta de empatía, "suena una característica obvia, pero puede hacerse evidente hasta que los trabajadores empiezan a alejarse de él o ella, por temor a convertirse en su blanco, y por rechazo a su forma de dirigirse".
La inseguridad del abusador, agrega, es otra característica; es gente con temor en su propia vida laborar lo que lleva a denigrar o intentar ‘acabar' con otros.
Manrique puntualiza que la victimización es una conducta aprendida, e hijas de mujeres abusadas psicológicamente tenderán a repetir esos patrones e involucrarse con personas "potencialmente" violentas.
De acuerdo con información del Colegio Jurista, éstas son algunas acciones comunes entre abusadores:
- Dependencia emocional: "Te querré sólo si..." o "sin ti no puedo vivir".
- Dependencia económica: "Yo te mantengo, quédate en casa", "administraré los recursos de los dos porque tú no sabes hacerlo".
- Negligencia emocional y/o física: Se ignoran o minimizan las necesidades de la víctima.
- Abuso de poder: Burlas, humillación o desprecio.
- Abuso intelectual: Hacer sentir inferior en el trabajo.
- Abuso cultural: "¡Por qué tienes ese acento tan horrible que deforma mi idioma!"