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Burócratas, ¿están sobrepagados?

En México, siete de 10 empresarios creen que los trabajadores públicos reciben un salario muy alto; el estudio de la consultora Grant Thorton releva una vinculación entre percepciones y desempeño.
mar 07 agosto 2012 06:02 AM
Las compensaciones no son un gasto, aprende cómo convertirlas en una inversión rentable. (Foto: Photos To Go)
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El aspecto económico es determinante entre los mexicanos al cambiar de trabajo. 5 de cada 10 profesionales asegura haber buscado otro empleo con una mejor compensación económica, según una encuesta del portal Trabajando.com.

En un escenario de guerra por los talentos hay muchas contradicciones, como decir que se quiere mejorar el rendimiento, pero "hay pocos recursos para manejarlo", señala Alberto Mondelli, director general para el Sur de América Latina de Mercer, en un artículo publicado por la firma.

Los buenos sueldos, sin embargo, no son un problema para ciertos puestos o empresas en el país. 74% de los empresarios mexicanos, por ejemplo, considera que los salarios de altos ejecutivos en empresas del sector público son demasiado elevados, además de que deberían hacerse públicos, cita el informe International Business Report (IBR) de la consultora Grant Thornton.

El análisis, realizado entre más de 12,000 empresarios arrojó que México es uno de los países con mayor percepción de que los empleados del sector público (en puestos senior y ejecutivo) ‘piden demasiado'. Sólo lo superan Suiza (88%) Australia (79%), India (78%) y Brasil (76%).

El cuestionario se aplicó en 40 países, cuyas economías representan el 80% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial.

7 de cada 10 empresarios mexicanos afirmaron que debería divulgarse las percepciones de altos mandos en las empresas públicas. 9 de cada 10 entrevistados quiere lo mismo en Grecia, economía que enfrenta duras políticas de austeridad.

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"En México, las percepciones tienden a ligarse con el desempeño más que con el prestigio o puesto jerárquico". Este modelo debe generarse también en las empresas públicas, comenta Luis Burgos, socio de Salles Sainz Grant Thornton.

De acuerdo con el directivo, en las organizaciones mexicanas privadas se tiende a generar diferentes esquemas de remuneración directiva en los que se combina una parte fija por otra variable basada en resultados. "Estos sistemas, así como la contratación de personal por determinado proyecto o contratos temporales requieren asesorías especializadas para minimizar cargas impositivas y aumentar la rentabilidad corporativa", explica Burgos.

A nivel mundial, dos tercios (67%) de los líderes empresariales de todo el mundo dicen que los accionistas deben tener una mayor participación en el establecimiento de la política de remuneración de los altos ejecutivos de las empresas públicas. Sólo el 19% cree que no conviene divulgar la política de remuneración y la remuneración individual de los altos mandos.

De acuerdo con el informe de la consultora, el 90% de los participantes afirma que la remuneración de los ejecutivos en las empresas públicas debe vincularse a los objetivos de rendimiento. En el caso de Grecia y Taiwán hubo un 100% afirmativo a esta pregunta, por parte de los participantes. De América Latina, el país más convencido en este modelo de remuneración es Brasil (96%), le sigue Chile (94%), Argentina (92%) y México (80%).

A diferencia de las economías desarrolladas, donde la abundancia de la fuerza de trabajo y la falta de ofertas de empleo provocan que el mercado laboral esté dominado por las empresas, en los países emergentes de Latinoamérica los recursos humanos tienen "el sartén por el mango" al presentarse una escasez de talento, dice Mondelli.

Esto se refleja en los salarios, hay posiciones "sobrepagadas", pero esa es la mejor opción que han encontrado muchas empresas para reclutar al talento en las áreas y funciones donde hay mayor escasez, puntualiza la psicóloga industrial Elsa Noriega.

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