UNAM atiende a víctimas de violencia
Los síntomas psicológicos derivados de la violencia que se vive en Ciudad Juárez, Chihuahua, se han convertido en objeto de análisis por parte de las instituciones académicas, que buscan formas de contrarrestarlos.
La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) desarrolló un programa de realidad virtual similar al que se utiliza con los soldados de Estados Unidos que regresan de Irak o Afganistán, para atender a víctimas directas y testigos de la violencia en esa urbe.
La Facultad de Psicología de la UNAM, en colaboración con la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ), evaluó a 200 personas para detectar el impacto psicológico causado por la violencia. En total, 27.5% de los participantes presentaron trastornos por estrés postraumático.
La evaluación fue realizada por expertos del Laboratorio de Enseñanza Virtual y Ciberpsicología de la Facultad de Psicología. 30 personas de entre 18 y 65 años de edad que padecen ese trastorno participaron en el protocolo de tratamiento en el que se utilizan sistemas tecnológicos de realidad virtual para recrear las situaciones y los recuerdos que tienen los testigos de la violencia.
Sentimiento de terror
Uno de los participantes en el programa relató que su hermano fue asesinado en una calle de Ciudad Juárez junto a otro muchacho. Para no recordar el hecho, evitó volver a pasar por ese lugar y dejó de escuchar las canciones que le gustaban a su hermano, además de no entrar a su habitación porque al abrir la puerta "esperaba verlo en su cama".
Quien enfrenta estos sucesos tiene recuerdos persistentes y aterradores de esa experiencia. En algunos casos los efectos se dan a largo plazo, la persona se siente "emocionalmente entumecida", señala un artículo publicado por The University of Chicago Medicine.
Georgina Cárdenas menciona que este trastorno es un padecimiento con una "constelación de síntomas psicológicos", entre ellos miedo, horror y desesperanza. También hay síntomas fisiológicos, como aumento de la frecuencia cardiaca y respiratoria.
Por lo general, la persona enfrenta tres escenarios: reexperimentación intrusiva, o flashback, donde se revive el hecho y vienen a la mente imágenes involuntarias. En segundo lugar la "evitación cognitiva persistente", es decir, aferrarse a no recordar el evento. Finalmente, aparece la hiperactivación, es decir, problemas para dormir e irritabilidad, explica Georgina Cárdenas López, titular del laboratorio de la UNAM.
Durante las sesiones, desarrolladas por el Laboratorio de Enseñanza Virtual Ciberpsicología, el paciente usa unos lentes de realidad virtual para navegar por situaciones que le recuerden el hecho: las calles de Ciudad Juárez, o entornos de un asalto donde puede aparecer una mano que sostiene un arma y la voz de alguien que amenaza. Otro escenario es una balacera entre criminales y soldados.
En la sesión se presenta diferentes estímulos (voz, sonido e imagen) para lograr que la persona recree la situación y tenga la sensación de "estar ahí". Aunque de una manera segura y controlada por el terapeuta, para hacer un reprocesamiento emocional de lo que pasó. "Los apoyamos para que controlen y reduzcan su estrés. Piensan en su situación, pero con otra perspectiva", menciona la directora del Laboratorio.
En las 12 sesiones que duró el protocolo se logró una eficacia de 80% en el uso del programa. "La cifra es muy alta en los tratamientos psicológicos", celebra Cárdenas López.
En el Laboratorio de Enseñanza Virtual y Ciberpsicología se venían desarrollando ambientes virtuales para atender a víctimas de asalto con violencia y "secuestro exprés" en la Ciudad de México, entre otros eventos. El Conacyt emitió una convocatoria para trabajar aspectos de salud mental en Ciudad Juárez, y los especialistas de este centro decidieron participar del proyecto.
"Pensé que esto era urgente y que con la idea y modelos terapéuticos desarrollados podíamos dar apoyo", expone Georgina Cárdenas. El proyecto fue aprobado, tras el desarrollo del software y de los ambientes virtuales se comenzó a aplicar la terapia en la UACJ.