Matemáticas, ¿vía hacia buenos trabajos?

Los ingenieros, responsables comerciales, programadores tecnológicos y contadores, destacan entre los perfiles laborales con mayor demanda, según el informe ‘Los + Buscados de 2013' de Adecco Professional.

En la lista de profesionistas cotizados también figuran economistas, especialistas en nanotecnología, biotecnología y telecomunicación, según un estudio del Consejo Nacional de Rectores, en Argentina.

Aunque esas carreras tienen en común las matemáticas, es común escuchar que la elección de los estudios se hace porque "por ser algo que no lleva matemáticas", menciona el especialista en educación Pedro García.

Alberto Martínez, Presidente de Numeralia y MateMáximas, coincide con esa visión: "muchas personas escogen una licenciatura que no lleva números, o creen que no los llevarán, pues cada vez es más difícil encontrar algo sin matemáticas. Una decisión de ese tipo da profesionales más frustrados", comenta.

El análisis ‘Futuros de la Universidad: UNAM 2025' ubica el número máximo de egresados anuales de derecho en 2010 y su decrecimiento (disminución) se dará alrededor del 2040. Ciencias de la comunicación, políticas, administración y relaciones internacionales continúan saturadas, verán decrecimiento entre 2020 y 2040. Matemáticas y biología, en cambio, alcanzará su máximo en el 2015.

El Observatorio Laboral enlista entre los profesionistas con mejores ingresos -en promedio- a quienes estudiaron carreras con una sólida base matemática, como Pilotos Aviadores; ingenieros en Minas y Metalúrgica, así como Aeronáutica, y Medicina Física.

En el caso concreto de México habrá un déficit de talento en sectores como minería, externalización de procesos empresariales, bienes raíces y ventas (mayorista y minorista), según el informe ‘Talento Global 2021. La nueva geografía del talento: el caso de México', del Instituto de Administración Pública (IAP) del Tecnológico de Monterrey y la firma de consultoría Oxford Economics.

"Esto no significa ahora todos a matemáticas, hay un tema de vocación, y a eso se suma necesidades de mercado. El mensaje es tener empezar la vida profesional más consciente, si hay talento para las matemáticas no hay que desertar por una mala experiencia o por no estar de moda", expresa García.

Problema de raíz

Alberto Martínez encuentra en otros escenarios la aversión a las matemáticas. "Te enseñan a tenerle miedo", dice. Asegura que es un temor psicológico más que real, esto inicia en la familia. Algunos padres, al notar la afición del niño por los números, lo impulsan con juegos. Pero en otros casos, los ellos mismos son quienes transmiten su fobia al tema, consciente o inconsciente, lo hacen.

A esto se suma que los métodos de enseñanza de matemáticas continúan siendo "áridos y poco actualizados", opina el presidente de MateMáximas.

El 60% de los jóvenes mexicanos de 15 años no puede resolver un problema que implique dos pasos de razonamiento lógico, o dos operaciones aritméticas, según datos del Centro de Investigaciones en Matemática (CIMAT) del Conacyt. México ocupa el lugar 48 entre 65 naciones o economías que se califican con el Programa para la Evaluación Internacional de los Estudiantes (PISA) 2009, donde se valoran habilidades en áreas como lectura, resolución de matemáticas y conocimientos en ciencias.

De acuerdo con resultados de la Evaluación Nacional de Logro Académico 2012 (Enlace) el 75.5% de los niños y los jóvenes a nivel primaria y secundaria en el país tienen niveles insuficientes de conocimiento acerca de esta disciplina.

Para Alberto Martínez es importante dimensionar pruebas, donde se compare con naciones que presentan un desarrollo diferente. Ejemplifica que en México por cada 25 alumnos se cuenta con un maestro, mientras que en Finlandia esa relación es de siete a uno; es decir, son escenarios completamente diferentes.

El otro aspecto, cuenta Martínez, es que los maestros en México suelen enfocarse a diferentes conocimientos, es decir "eres el/la de matemáticas, español, ciencias", cuando en realidad, la pura enseñanza de números, fracciones, operaciones, requiere un alto nivel de abstracción e imaginación para que el alumno pueda sacar mayor provecho.

En el país existen algunos avances para inculcar en los jóvenes el gusto por los números, es el caso de las Olimpiadas de Matemáticas, sin embargo aún son pocos los esfuerzos y -muchas veces- se trata de acciones individuales que no forman parte de un sistema para generar un verdadero cambio.

"Seguimos enseñando matemáticas como hace 50 años, sin considerar que los estudiantes tienen un rango de atención y psique distinto. Si le pones ejercicios de un libro gigante, no funciona", ejemplifica Alberto Martínez.

Matemáticas para la vida

"Para que una sociedad sea una democracia en buen funcionamiento es importante que todos puedan leer y escribir. El alfabetismo matemático (Mathemacy) es relevante para la democracia y para el desarrollo de una ciudadanía de la misma manera que lo es el alfabetismo", citan los investigadores Helle Alro y Ole Skovsmose en el libro ‘Dialogue and Learning in Mathematics Education'.

A las matemáticas se les relega, no son igual de ‘sexy' que otras ramas del conocimiento y carreras, sin considerar que conocer más de éstas -aun cuando no sea de manera profesional- tiene aportaciones para el profesionista. "Lo más importante no es la cantidad de trigonometría, sino que tu cerebro se entrene para hacer una estrategia y lograr un objetivo, eso es un beneficio de las matemáticas, aunque a veces no se observa en forma directa", aclara el presidente de Numeralia.

La capacidad de abstracción, de resolver problemas concretos, son otras aportaciones vinculadas al conocimiento de matemáticas. Esta disciplina es "es como el gimnasio de las neuronas, permite entrenarlas y sus beneficios se observan a largo plazo", describe Alberto Martínez.

Si te detienes a pensarlo, agrega, las personas se vinculan todo el tiempo con números: su dinero, presupuestos del hogar, cifras que dan en las noticias. Entender de qué se habla ayuda a tener un panorama distinto de las cosas, pero llegar a ese nivel requiere un cambio de paradigma como país.

En las oficinas, por ejemplo, "así como se llevan cursos de inglés para los empleados sería importante incluir un poco de números, a través de un sistema cero represivo, donde no impere la máxima el número con sangre entra", puntualiza.