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6 señales de alerta en el uso de crédito

Hay signos que indican si utilizas el financiamiento de forma adecuada o es tiempo de hacer un alto; antes de adquirir un crédito asegúrate de conocer tu nivel de endeudamiento y no sobrepasarlo.
vie 26 febrero 2010 06:00 AM
El pago de deudas fue el principal destino del aguinaldo. (Foto: Jupiter Images)
calculadora-deudas (Foto: Jupiter Images)

El crédito es una herramienta útil para financiar la compra de bienes o servicios, por lo que para que este instrumento sea un aliado y no tu peor pesadilla, es necesario identificar señales de alerta para darle un buen uso. La salud financiera depende de las características del individuo, ya que influyen factores como los ingresos, número de dependientes económicos y nivel de endeudamiento, sin embargo existen signos de alerta que no deben pasarse por alto, asegura el experto en finanzas personales Salvador Tamayo.

El primer paso para utilizar un crédito de forma sana es analizar si realmente lo necesitas en este momento, si puedes pagarlo, o bien saber cuál es el monto real al que puedes aspirar sin perjudicar tu bolsillo, lo que únicamente puedes determinar a través de tu presupuesto.

Recuerda que para no tener problemas financieros lo recomendable es no tener deudas por más del 30% de tus ingresos y destinar al menos el 10% de estos al ahorro, de acuerdo con el vicepresidente de Desarrollo de Negocios de MasterCard en México y Latinoamérica, Armando Huitrón.

Te presentamos los focos rojos que debes tomar en cuenta para no tener problemas con el manejo del crédito:

1. Si tus gastos son más altos que tu ingreso: este hecho es una señal contundente de que tu economía está en números rojos, pues es poco probable que tu capacidad de pago te permita liquidar tu deuda. Los expertos recomiendan pedir ayuda a través de reestructuras de crédito y no esconderte de los acreedores, ya que el monto de la deuda continúa creciendo, sobre todo cuando se trata de dinero caro como en el caso de las tarjetas de crédito. Otra manera de salir de esta situación es crear un plan de eliminación de deudas, dando prioridad a los compromisos más costosos.

2. Si no sabes cuánto dinero debes: nadie puede pagar una deuda que desconoce. "Algunas personas saben que tienen un compromiso, pero no tienen idea de cuánto le deben no a quién", dice Tamayo. En este caso la recomendación es crear una lista de acreedores que debe contener el monto, plazo e intereses generados por cada compromiso. Si le pones rostro a tus deudas será más difícil que te olvides de pagarlas.

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3. Si a menudo pagas tus cuentas con retraso: aunque el atraso sea de un día, este periodo de tiempo puede ser suficiente para generar intereses moratorios que pueden volver tu deuda impagable. Si tu horario laboral no te permite acudir con tu acreedor o hacer pagos al banco, una buena opción es domiciliar una cantidad para que te olvides de esos viajes. En cualquier caso si recurres a esta herramienta es necesario que lleves un registro de los pagos para que sepas cuánto te falta para terminar con la deuda; y si utilizas una tarjeta recuerda que siempre debes tener saldo disponible para hacer este retiro, aconseja la experta del Tec Ciudad de México, Sara Barajas.

4. Si no puedes hacer el pago mínimo: liquidar una deuda pagando sólo el saldo mínimo te puede llevar más de 10 años, según cifras de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef); pero si no puedes cubrir ni siquiera este saldo corres el riesgo de que la deuda aumente tanto que simplemente no puedas pagarla debido a los altos intereses. En este caso lo mejor es acudir directamente con tu banco para exponer tu situación y crear un plan de reestructuración personalizado.

5. Si pediste más de lo que puedes pagar: éste es el peor error que puedes cometer, ya que equivale a echarte la soga al cuello. Antes de pedir un préstamo asegúrate de conocer tu capacidad de endeudamiento, que está determinada por tu nivel de ingresos, tus gastos y el ahorro. Antes de aceptar un financiamiento asegúrate de conocer los intereses cobrados, ya que esto te dará una idea de cuánto tiempo te llevaría pagar la deuda.

6. Si obtienes un nuevo préstamo para pagar uno viejo: pedir prestado para pagar lo que ya debes es como abrir un nuevo hoyo para tapar otro, porque esto genera un círculo vicioso del que nunca saldrás. Los especialistas recomiendan que antes de recurrir a esta práctica revises tu presupuesto para ver dónde puedes recortar gastos o busques una segunda fuente de ingresos. Si es necesario que pidas un nuevo préstamo, verifica las opciones del mercado y asegúrate de que las condiciones del nuevo financiamiento sean más convenientes que las de tu deuda actual.

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