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5 datos sobre deudas que no te dijeron

Endeudarte no es tan malo, pero sólo si es para mejorar tu calidad de vida, concluyen expertos; en México sólo tres de cada 20 personas tiene el hábito de ahorrar de manera voluntaria.
mié 31 agosto 2011 06:06 AM
La dinámica de vivir liquidando compromisos financieros puede desarrollarse rápidamente, pero salir de ese ciclo puede llevar años. (Foto: Photos to Go)
tarjeta credito (Foto: Photos to Go)

Deudas: para algunos es un dolor de cabeza esta palabra y, para otros, se ha convertido en una parte habitual de sus vidas. Cuántas veces no has escuchado (o te ha ocurrido) que se tiene una tarjeta de crédito ‘a tope', pero, ante una ‘inevitable' oferta, se cae en la tentación de volver a firmar una y otra vez. "La deuda puede ser algo bueno", dice Javier Velázquez, director de Resuelve Tu Deuda, empresa de asesoría a deudores. Por ejemplo, si vas a estudiar al extranjero y no tienes dinero puedes solicitar un préstamo y pagar posteriormente. Pero hay niveles de deudas y, generalmente, "no se entiende que los intereses y el pago" son elementos que te cuestan.

Por citar un ejemplo: en México sólo tres de cada 20 mexicanos tiene el hábito de ahorrar de manera voluntaria, lo cual los coloca en una situación difícil ante imprevistos, según el estudio 'Reflexiones AXA: Es hora de ahorrar', realizado por dicha compañía de seguros.

Cuando no se tiene un control del dinero que entra y sale, el paso inmediato es ser un deudor moroso. "Hay muchos factores que terminan por llevarte a la insolvencia, el más común es la falta de organización financiera, la cual te hace pensar que puedes ‘asumir' cualquier compromiso, en efectivo, con tarjeta o préstamos", explica el contador por la UNAM, Diego Buendía.

Vivir liquidando compromisos financieros es una dinámica que puede desarrollarse rápidamente, pero salir de ese ciclo puede llevar años. Para evitar esa situación es vital detectar lo que existe detrás de las deudas. A continuación, cinco aspectos que pocas veces o nunca se dicen (al menos no en la escuela):

1. Qué conviene ¿tarjeta o préstamos?

Todo depende del producto o servicio a adquirir, aunque, en general la respuesta más inmediata entre los mexicanos es ‘el poder de la firma'. El crédito no es malo, incluso puede ser un modo de vida, sin embargo es importante entender que las tarjetas de crédito son el instrumento más caro. Una alternativa - en general- más eficiente es recurrir a un préstamo personal en una institución bancaria, con una tasa de interés más baja. Suele pagarse mejor, aunque "rara es la gente que recurre a ello", explica el director de Resuelve tu Deuda.

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La Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), incluso, empezó a distinguir los préstamos en la categoría de 'deudas de consumo'. 

2. No tengo acceso a un préstamo bancario

Se puede recurrir a la tarjeta, lo importante es evitar los mínimos en los pagos. Esto quizá lo has escuchado otras veces, lo que casi nadie dice es que al adquirir un crédito debes aplicar la siguiente regla: hay que obtener un retorno sobre lo que adquieres.

Si financias los útiles de tus hijos hay un beneficio al final, pero pagar una nueva colección de maquillaje con este mecanismo "no es tan buena idea". Pregúntate si lo que vas a cubrir con la tarjeta es algo que va a mejorar tu nivel de vida, aclara Velázquez.

3. ¡Cuidado! Estás endeudado

Ni en la escuela ni en casa es común escuchar lo siguiente: "si llevas tres meses haciendo el pago mínimo de las tarjetas estás topado en tu capacidad de pago". En otras palabras, ya estás en un nivel de endeudamiento. Ése es el momento en que debes acercarte con el banco y hablar de opciones para transferir tu cuenta a una deuda de pagos fijos con intereses menores.

4. Tener un plan B

¿Qué pasa si ningún banco quiere aceptar tu deuda? Hay otra figura a la que se puede recurrir: las reparadoras de crédito, instancias para personas que ya no pueden pagar. En este tipo de servicios, te hacen un estudio de tus gastos fijos y variables, y con base en ello comienza un plan de ahorro para liquidar las deudas. Mientras tú te enfocas en ese aspecto, las reparadoras 'negocian' con los acreedores. Lo importante es no dejar de pagar (o visitarás el buró de crédito) y comenzar, de manera preferente, con la cuenta que genere el interés más alto (aunque esto último depende de los adeudos que tengas y su cantidad).

Ojo. A veces se piensa que salir de los problemas financieros es un arte que se aprende con el tiempo, con la fórmula de ensayo y error. Es cierto, pero es posible reducir esa tormentosa situación si te apoyas con un experto en el tema. Puedes empezar por conseguir información en Internet, algunos ejemplos de páginas que abordan el tema de manejo de deudas son: Mint.com, Billshrink.com, Resuelvetudeuda.com.

5. Las mujeres son las que se endeudan más

Es un mito detrás del manejo de dinero. "Ambos pueden endeudarse, y con cantidades exorbitantes, pero lo hacen de distinta forma", explica Diego Buendía. Por su parte, Javier Velázquez comenta que, por lo regular, las mujeres suelen tener mayores problemas con las tarjetas de tiendas departamentales, a diferencia de los hombres.

Respecto al hábito de pago, cuando los hombres caen en un problema de morosidad tardan más tiempo en buscar una solución, o deciden no cubrir la deuda. A ellas sí les preocupa estar al corriente en sus pagos.

Ojo: de acuerdo con el especialista, un pico de edad en el que las deudas incrementan es entre los 35 y los 50 años, donde "se requiere un nivel de gasto mayor". Así que antes de convertirte en un deudo moroso, no olvides analizar cuánto terminarás pagando por un gasto no planificado.

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