Aprende a definir tu perfil de inversión

Ahorrar no es sólo acumular el dinero que te sobra, es generar el hábito de provisionar una parte de tu ingreso para gastarlo en el futuro. Sin embargo, para los ahorradores ‘consagrados' dejar el dinero estático puede ser una mala idea porque éste no crece y el aumento en los precios puede terminar por restarle valor.

Pese a que actualmente la inflación se encuentra en niveles bajos (alrededor de 3.5% anual), invertir es una decisión difícil porque aunque sean muy conservadores, los productos siempre implicarán algún nivel de riesgo, sin embargo, si determinas tu perfil de inversionista de manera correcta, puedes seleccionar un instrumento que permita hacer crecer tu dinero sin quitarte el sueño.

La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), recomienda tomar en cuenta cuatro factores que intervienen en las decisiones de Inversión.

1. La edad: Mientras más joven eres, tienes menos compromisos financieros y más posibilidades de asumir riesgos.

2. El objetivo de tu inversión: Debes tener presente la meta que quieres alcanzar y el tiempo que tienes para lograrlo. La Condusef explica que no es mismo invertir para asegurar la educación universitaria de tu hijo que recién nació, que para comprar un auto nuevo.

"En el primer caso debes pensar en inversiones a largo plazo que te aseguren contar con la cantidad que necesitas llegado el momento, el en segundo caso puedes pensar en instrumentos de corto o mediano plazo", dice la institución.

3. Tu experiencia: Es importante que conozcas el instrumento en el que vas a invertir, eso te permite medir mejor los riesgos que tomarás.

4. Tu tolerancia al riesgo. La pregunta clave aquí es: ¿qué harías si de un momento a otro el dinero que pusiste en el instrumento de inversión se reduce en 20%?, esto tiene que ver con el punto anterior, hay instrumentos que invierten en valores que cotizan diario en los mercados, por lo cual, cuando hay una variación muy fuerte, los recursos pueden tener caídas (o subidas) muy repentinas (ojo, no forzosamente permanentes), por eso es importante que entiendas muy bien la opción que tomarás para que sepas el tipo de riesgo.

Una vez que tienes claros los cuatro factores, puedes ubicarte en uno de los tres perfiles básicos de inversionista que plantea la Condusef.

a) Conservador. Tiene poca tolerancia al riesgo. Prefiere tener su dinero seguro aunque gane poco. Quiere inversiones que reporten rendimientos fijos o previsibles, como depósitos a plazo fijo, deuda gubernamental o cetes. Este perfil es efectivo cuando tus objetivos de inversión son de corto o mediano plazo .

b) Moderado: Busca buenos rendimientos, pero sin asumir un riesgo elevado. Procura mantener un balance entre rendimiento y seguridad. No considera las pérdidas en el corto plazo como algo malo si puede tener algún indicio de que obtendrá ganancias en el largo plazo. Los instrumentos acordes a este perfil son los fondos de deuda y renta variable, el horizonte de inversión es el mediano y largo plazo.

c) Agresivo: Es altamente tolerante al riesgo. Busca altos rendimientos por lo que está dispuesto a asumir variaciones importantes en sus inversiones a cambio de una elevada rentabilidad en el largo plazo. Invierte en fondos de renta variable e instrumentos del mercado de capitales (acciones). Para este perfil es importante que no requieras tener disponible tu dinero en el corto plazo y programes los retiros que debas hacer con anticipación.

Tipos de riesgo

Si optas por una sociedad de inversión o un instrumento que implique involucrarte con valores que coticen en los mercados financieros . Toma en cuenta la siguiente clasificación de riesgo de Principal Fondos de Inversión.

La institución señala que existen dos tipos de riesgo, los discrecionales y los no discrecionales, los primeros, son aquellos que resultan de la toma de una posición de riesgo, mientras que los riesgos no discrecionales son los que resultan  de la operación del negocio que inciden en el patrimonio, pero no son producto de la toma de una posición de riesgo.

Así los riesgos discrecionales se pueden clasificar en tres tipos:

* De mercado: son las variaciones en precios y tasas que dependen de la situación reinante en las bolsas de valores.

* Riesgo de crédito: es la posibilidad de pérdida que se pueda originar por el incumplimiento en el pago de intereses o la reducción de la calidad crediticia de una emisora. Por ejemplo, si compras acciones de una empresa y ésta quiebra o tiene un problema muy fuerte.

* Riesgo de liquidez: son las pérdidas potenciales que pueden generarse por la venta de instrumentos a tasas de descuento inusuales. Por ejemplo, si en una sociedad de inversión u n inversionista hará un retiro y no hay recursos suficientes, los administradores deberán vender algún activo (una acción por ejemplo) y hay un riesgo de que esté por debajo de su valor al momento de la venta.

Los riesgos no discrecionales son:

* Riesgo Legal: La posibilidad de pérdidas por incumplimientos legales en las administradoras.

* Riesgo Tecnológico: Es pérdida potencial por daños, interrupción, alteración  o fallas derivadas del uso o dependencia en  el hardware, software, sistemas, aplicaciones, redes y cualquier otro canal de distribución de información.

Una vez que tengas claro tus objetivos de inversión, el tiempo que tienes para cubrirlos y tu perfil de inversionista puedes empezar a comparar opciones y tomar la mejor decisión.