Tu cartera, ¿lista para independizarse?
La necesidad de un espacio en el que puedas establecer tus propias reglas, tener privacidad o libertad para hacer reuniones, es muchas veces la razón principal para independizarte de casa de tus padres o hermanos. La pregunta ‘del millón' viene cuando llega el momento de averiguar si podrás pagar tus cuentas y mantener tu nivel de gasto, un error común de las personas que quieren independizarse es preguntarse esto hasta que han salido de casa.
El primer paso para tomar la decisión de vivir solo es hacer una lista de los gastos fijos y variables, es decir, lo que cuestan tus actividades diarias como transporte al trabajo (o costo de gasolina y mantenimiento de tu auto), comidas, artículos personales de higiene, lavado de ropa y, por otro lado, los gastos ocasionales como: salidas al cine, salidas con amigos, helados, videojuegos y en general tus actividades de esparcimiento, así lo recomienda Sandra León, profesora del departamento de Educación Financiera del Museo Interactivo de Economía (MIDE).
"Es importante que cuando determines el monto que pagarás de renta tengas esa cantidad disponible, un error puede ser que empieces a hacer ‘recortes hipotéticos ', y que en el momento de vivir solo no te alcance o surjan otros gastos que tu ingreso no pueda cubrir".
Un factor clave para tener éxito al vivir solo es que seas realista, cuando vives con tus padres y no debes pagar comidas (o cenas) y lavado de tu ropa, puedes dejar de considerar algunos gastos o pensar que pagarás mucho menos cuando hagas el súper.
"Si ya vives solo y tienes problemas con la relación ingreso-gasto, la vía de solución es que ajustes tu presupuesto a tu nueva situación antes de usar algún mecanismo (como la tarjeta de crédito) para fondear tus gastos diarios", advierte Juan Pablo Zorrilla, director de la reparadora de crédito Resuelve tu Deuda.
A continuación, te presentamos una serie de tips de los expertos que pueden ayudarte a trazar un plan financiero para tu nueva vida independiente.
1. Realiza un presupuesto: Antes de empezar a vivir solo haz la prueba y recorta tus gastos no cotidanos, eso te dará una idea del margen financiero que tendrás una vez que vivas por tu cuenta.
2. Consigue compañía: no necesariamente un compañero de departamento, puedes acordar compartir el pago de Internet con tu vecino o, si las rutas para ir al trabajo coinciden, diseñar un plan para compartir automóvil.
3. Crea un fondo de emergencia: Cuando ajustas tu presupuesto es común que tu capacidad de ahorro disminuya, pero recuerda reservar siempre una parte para tener un ahorro de emergencia para cualquier imprevisto, una reparación en casa, un accidente o una enfermedad pueden sacar a tu bolsillo de balance.
4. Traza metas reales: Al mudarte necesitarás muebles y electrodomésticos, en vez de ponerte la meta de ‘amueblar tu casa', traza metas más fáciles de alcanzar por ejemplo ‘con el ahorro que estoy haciendo, en dos meses compraré mi refrigerador'. Abandonar una meta muy alta es más fácil que desistir de un objetivo que puedes alcanzar en poco tiempo.
