S.O.S. Salvando a la empresa familiar
Para disminuir los problemas que ocasionan la muerte de pequeñas y medianas empresas (Pymes) familiares, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Universidad La Salle implementarán la aplicación de un protocolo comercial que permitirá asegurar la vida de estos negocios a través de varias generaciones.
“La intención de este proyecto es dar herramientas a las Pymes familiares para su supervivencia y que logren con éxito la transición de primera a segunda generación, que en nuestro país es escasísimo el logro de esto y aún más difícil el paso a la tercera generación”, dijo la coordinadora de Educación Continua y Desarrollo Empresarial de la Universidad La Salle, Eva Pantoja.
Según datos de la institución educativa, las PyMes familiares representan el 90% de las empresas en México; tan sólo el 7% de éstas logra vivir hasta una segunda generación y únicamente un dos por ciento pasa hasta una tercera generación.
Uno de los casos más famosos de empresas familiares que fracasaron fue el de la tapatía Calzado Canadá, que nació en 1940 y fue adquirida en 2002 por la cadena de tiendas departamentales Coppel.
Detalló que el programa para la implementación del protocolo familiar contará con dos millones de dólares, que aportarán en partes iguales el organismo internacional y la universidad.
Pantoja destacó que con el proyecto se enseñará a las Pymes familiares a poner límite al acceso de los miembros de la familia a la compañía; establecer puestos de responsabilidad; definir políticas de dividendos y de financiamiento; crear una asamblea y un consejo familiar.
La directiva indicó que mediante el programa se tiene previsto apoyar a 150 Pymes en los próximos tres años.
Añadió que si una Pyme quiere entrar en este proyecto puede acceder a la página de internet de la Universidad La Salle.
La implementación del programa se hará en cuatro etapas, la primera será investigación de campo para definir los tipos de Pymes que hay en el país; la segunda será sensibilizar a un número de empresas familiares y a un número de consultores que pudieran ser candidatos para implementar el protocolo familiar; la tercera será el apoyo a las 150 empresas y la última será la difusión de experiencias y de los resultados del proyecto en general.
