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¡Cuidado! Empresas que matan

Hay organizaciones que se encargan de “asesinar” toda iniciativa para mejorar la administración evita que esta enfermedad gerencial afecte a tu empresa y acabe con la creatividad de tus emple
mar 29 enero 2008 04:22 PM
Se aprovechan de la necesidad de sus empleados para someterl

Después de un año y medio en el que la exigencia extrema y la falta de motivación fueron los principales compañeros de trabajo de Lourdes, al fin decidió renunciar.

“Sentía que me ahogaba, cada día alguna actitud sin sentido de mis jefes iba matando mi espíritu creativo”, afirma esta diseñadora de 29 años. “Mi permanencia en ese empleo ya era insoportable”, finaliza.

Igual que Lourdes, miles de empleados ve a su empresa como un vía crucis, pues aunque existen organizaciones que estimulan el crecimiento y la creatividad, también están las que, literalmente, matan.

En las compañías afectadas por esta enfermedad gerencial, el trabajo es una exigencia que debe cumplirse por encima de cualquier cosa y el talento no se ve como una virtud, sino como un obstáculo a vencer.

En estas empresas no se habla de muerte física, pero sí se “asesinan” los elementos claves para que una administración sea exitosa.

“Se llaman ‘empresas que matan’ porque echan por tierra toda la experiencia acumulada de sus profesionales haciéndolos parecer torpes e ignorantes”, asegura Félix Socorro, especialista en Gerencia y Recursos Humanos.

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Identifícalas

A decir de Socorro, estas empresas se distinguen por ocho prácticas:

1. Matan la iniciativa y la creatividad: desaprueban cualquier propuesta, idea o sugerencia que se les haga para cambiar o mejorar un proceso. Obvian las explicaciones y se concretan a manifestar que ESA es la forma en que se trabaja en la empresa, dando con ello por terminada la conversación.

2. Matan la identificación: exponen de manera abierta y directa el maltrato y demuestran poco respeto por la gente y su personal.

3. Matan los sueños y expectativas: ponen trabas para el desarrollo personal y profesional del individuo, no de manera directa, sino con metas a largo plazo que se yuxtaponen a las que su personal se ha establecido originalmente, con lo que ahogan su deseo de crecimiento y superación.

4. Matan el trabajo en equipo: mantienen una constante subdivisión del personal, haciendo y motivando comentarios negativos entre un área y otra, con lo que generan desconfianza y desinterés entre los miembros de la empresa.

5. Matan la comunicación: cuestionan, reprenden e incluso amenazan a su personal en cuanto al manejo de la comunicación, impidiendo el intercambio profesional de correspondencia y dudando de la utilidad de la misma.

6. Matan la disponibilidad: exigen sacrificios innecesarios a sus trabajadores, jornadas que superan las doce horas diarias los siete días a la semana, privando de vida social y descanso a su personal.

7. Matan la planificación: otorgan a todo el mismo nivel de prioridad, exigiendo los mismos plazos para ofrecer respuesta a diferentes requerimientos, sin importar el nivel de dedicación que cada uno posea.

8. Matan la motivación: tratan a los empleados como meros peones, sin valorar sus destrezas, potencialidades y habilidades, estas empresas destruyen los lazos que unen a las personas con su actividad y con ello la motivación que el individuo trajo consigo.

“Estas prácticas deshonestas son obra de la cultura y valores de los responsables de administrarlas, lo que hace casi imposible generar un verdadero cambio de actitud, ya que éste debe provenir de adentro hacia fuera, y ello resulta particularmente difícil”, agrega Félix Socorro.

¡Cuidado!

Pero no todas las “empresas que matan” son fáciles de reconocer.

La mayoría atrae buenos perfiles, personas con valiosas ideas, dispuestas a aportar y con una considerable experiencia, pero cuyo paso por esas organizaciones es corto e infructífero, ya que la misma naturaleza de la empresa impedirá su desenvolvimiento y uso de destrezas.
Si quieres identificarlas y evitar, en la medida de lo posible, verte atrapado en una de estas organizaciones, he aquí las características más comunes de las empresas que matan:

a) Suelen tener una amplia historia o en un corto tiempo han logrado destacar en su mercado.

b) Aunque poseen distintos niveles gerenciales, la responsabilidad reposa exclusivamente en una o dos personas que son las únicas que pueden tomar decisiones.

c) Dan la impresión de ser prósperas u organizadas, pues suelen contar con gratos ambientes o alta tecnología, aunque ello no es un elemento diferenciador.

d) Sus procesos de selección son extremos: o muy rápidos, lo que impide estimar correctamente; o demasiado lentos, impidiendo establecer apropiadamente el nivel de expectativas.

e) Aprovechan la necesidad de estabilidad, ingresos o expresiones de su personal para someterlos a presiones, horarios y exigencias inusuales.

f) Casi siempre poseen un alto índice de rotación a todo nivel, acompañado de explicaciones elaboradas e incluso inverosímiles de las razones que motivaron la salida (voluntaria o no) del empleado.

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