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En China, la imagen vale para comprar

A diferencia de México, los chinos eligen el dinero plástico más por su imagen que por su costo el sector de tarjetas de crédito creció 1333% en los últimos cinco años, según datos de TNS.
mar 12 agosto 2008 06:00 AM
Los chinos prefieren las tarjetas con diseños que reflejen s

A diferencia de los mexicanos, que buscan menores tasas de interés y mayores recompensas en las tarjetas de crédito, los chinos prefieren plásticos que los vinculen con causas con las que se identifiquen o estén de moda, como las ecológicas.

Un estudio hecho por la consultora de investigación de mercados TNS Global en China, estableció que el 68% de los orientales prefiere pagar un 10% adicional en el costo de su plástico si ese excedente se utiliza en causas a favor del medioambiente.

“Así como en México hay tarjetas gold o platinum, en China existen las green cards, que están vinculadas a instituciones o productos ecoamigables”, dice en entrevista la subdirectora de Sectores de TNS-México, María de Jesús Hernández.

Y es que los “productos verdes” y las empresas socialmente responsables están de moda en China debido a que proporcionan un mayor estatus social, por lo que no es de extrañar que los habitantes estén dispuestos a pagar un costo extra por sumarse a estas tendencias.

El crecimiento del sector de tarjetas de crédito ha vivido un boom impresionante: actualmente circulan en China 40 millones de plásticos, es decir, 1333% más que en 2003, cuando se contaban sólo tres millones de unidades, según datos de TNS.

“Este gran abanico de oportunidades hace que sea difícil para las 110 instituciones bancarias que operan en ese país encontrar un diferenciador que los posicione en las preferencias de los clientes. No es como en México, donde la mayoría de los plásticos se reparten entre dos marcas principales”, afirma Hernández.

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A diferencia del país oriental, en México circulan 25 millones de plásticos emitidos por 41 instituciones, según cifras de la Asociación de Bancos de México (ABM).

Está en chino

Las necesidades del consumidor chino no son tan obvias ni tangibles como las del mexicano, que además de precio y recompensas, busca que su plástico sea de aceptación comercial masiva.

El chino en cambio, apuesta por la personalización, por un producto que lo represente como individuo, no como parte de la masa. Esto, sumado a sus necesidades emocionales, establece ligeras pero sustanciales diferencias.

“Más allá de lo funcional, como el límite de crédito, el consumidor oriental busca que su tarjeta lo posicione en un target determinado, es decir, compra estatus”, dice la directiva de TNS-México. De hecho, un alto tope crediticio raramente se menciona como un requisito indispensable para escoger un plástico.

Por eso el diseño, la imagen y la personalización, son claves en la elección de una tarjeta de crédito. En este sentido, el plástico debe ser atractivo para que el usuario esté feliz de mostrarlo al pagar, ya que lo considera como un reflejo de su personalidad.

No todo son diferencias, tal como sucede en México, el mercado de tarjetas de crédito en China apuesta por los segmentos. En el país oriental, por ejemplo, el sector de adultos mayores es uno de los más peleados por los bancos, ya que el Grey Market, formado por 153 millones de chinos mayores de 60 años, tiene un alto poder adquisitivo.

Otro factor en común es que los plásticos asociados a centros comerciales siguen ganando terreno: “Son aquellas tarjetas para compras en autoservicios que dan retornos dependiendo de la compra”, dice Hernández.

Los requisitos son casi idénticos, pues aunque obtener un plástico en China es relativamente más fácil que en México debido al proceso de popularización de este instrumento financiero, las condiciones básicas son tener una residencia e ingresos estables, comprobante de que actualmente se está empleado y capacidad de pago.

El 69% de las tarjetas de crédito se usa para compras directas en establecimientos comerciales y artículos que no son de primera necesidad, como en el caso de México. En ambos países, el plástico de débito se emplea en su mayoría para hacer retiros de efectivo.

A decir de la directiva, el gran reto de la banca china es lograr que los consumidores vean en su tarjeta de crédito una marca a la cual serle fiel: “Hasta que ello no se logre, seguiremos viendo una gran movilidad, ya que actualmente no se ha conseguido que el tarjetahabiente sea cautivo de ninguna institución”, finaliza.

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