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La Roja: un modelo de Gestión Humana

España alcanzó la final del Mundial, pero el talento sólo explica una parte de este éxito; Luis Villarejo cuenta cómo el liderazgo influye de forma determinante en los logros del equipo.
vie 09 julio 2010 03:59 PM
El periodista Luis Villarejo piensa que una de las fortalezas del equipo español recae en su manejo de grupo y liderazgo. (Foto: Reuters)
espana entrenamiento previo final mundial

Hoy la selección española de futbol da la vuelta al mundo con ese juego cadencioso y preciosista, y para algunos parece un verdadero milagro caído del cielo, o un golpe de suerte pronosticado por un pulpo. Pero atrás del juego de este equipo que acaba de instalarse por primera vez en una final de un Mundial de Futbol (y que está a 90 minutos de ganarlo el próximo 11 de julio si vence a su similar de Holanda) existe una historia que sólo alguien que vive inmerso en el día a día de liga española puede desenredar.

Luis Villarejo, periodista especializado en deportes, y ex director de información del Real Madrid, decidió escribir "Capitanes", como una forma de conectar a la gente con el mundo del futbol desde un punto de vista empresarial, y lo que él llama "dirección ejecutiva dentro de un club". Ahora que "La Roja" ha llegado a la final, sus palabras se revalorizan para entender el éxito de este equipo.

El cronista español desmenuza a lo largo de su libro cuestiones como el manejo administrativo (el directivo de futbol); el publicitario (la imagen del futbolista ‘marca' de un club al exterior); el coordinador de proyectos (el ejemplo entrenador de futbol) el de fomento del talento (el modelo del Club Barcelona y sus jugadores criados desde las bases de la institución); y el liderazgo en el pasto (el referente del equipo en el campo y frente a los ejecutivos).

En entrevista con CNNExpansión.com extiende el conocimiento vertido en su libro y nos explica cómo la gestión de Recursos Humanos traducido en liderazgo ha llevado al futbol español a disputar su primera final en un Mundial.

¿Una empresa puede aprende algo del futbol? Hoy la Liga española se encumbra como uno de los sectores económicos más importantes del mundo (la temporada anterior al Mundial, la Liga española gastó casi 451 millones de libras en jugadores nuevos, según Transfer Market). Quizá sepan algo de cómo hacer negocios.

Al líder lo escogen, no lo imponen

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La figura del líder supera a la capitanía del campo. Un verdadero timonel dirige al equipo con su ejemplo en la cancha, recoge las preocupaciones del equipo, y sirve como puente entre los jugadores y los ejecutivos.

Villarejo destaca tres tipos de liderazgo en el futbol (los cuales confeccionó a lo largo de las entrevistas que realizó para su libro) y que pueden aplicarse a cualquier grupo de profesionales: el estelar, el compartido y el de "gurú" o basado en la experiencia.

Vicente del Bosque, entrenador de "La Roja" (como llaman al seleccionado español en tiempos recientes), decidió que el liderazgo compartido ayudaba más a la personalidad del grupo que dirige , lo cual quedó plasmado en el partido contra Alemania. "Hoy me ha llamado mucha gente con el tema de Puyol (autor del gol que le dio la victoria a España ante el equipo teutón). Puyol es el ejemplo de líder auténtico, de capitán del Barça, que pertenece a lo que llama del Bosque liderazgo compartido, lo que nos hace tener un equipo muy fuerte con Iker Casillas, con Puyol, con Xavi Hernández y Fernando Torres", cuenta Villarejo.

El tipo de liderazgo de estrella también se vivió en este Mundial con las figuras de Messi en Argentina y Cristiano Ronaldo en Portugal, algo que parece no funcionó como deseaban sus selecciones."Es un tipo de capitanía donde esperas que el jugador te saque de problemas, las castañas del fuego".

El liderazgo "gurú" se caracteriza por recaer en personajes con experiencia. El escritor se remite al ejemplo de Fabio Cannavaro, capitán del equipo italiano, y su paso por el Real Madrid. La amistad que el defensa y el capitán de la selección de España forjaron en esas temporadas quizá pudo tener un impacto en la mentalidad del arquero ibérico. El periodista cuenta que en esos viajes en autobus Cannavaro le insistía a Iker que el futbol español estaba listo para alzarse en lo más alto del futbol mundial. Villarejo explica que en esa convivencia diaria "se transmite la experiencia, los valores y conocimientos. Y mira lo que es la vida, Casillas y Fabio, que compartieron ese autobús, simbólicamente, Cannavaro ahora le puede ceder la Copa (que ganó en 2006) a Iker Casillas".

El escritor tiene claro que, al menos en el futbol, al capitán no se le impone.

"Al líder lo eligen los demás. Quizá esto no funcione en la empresa, porque hay ciertos procesos administrativos para contratar a un jefe. Pero en el futbol, los empleados, es decir, los jugadores, nombran al líder. Quizá sea atípico, pero en el futbol los experimentos de poner un capitán desde la dirección técnica nunca funcionan, jamás. Son los propios compañeros los quienes te legitiman", dijo vía telefónica desde Madrird. 

Predicar con el ejemplo, sello de un líder

Para el periodista, un verdadero líder no guía a los demás sólo con discursos fuertes antes de iniciar un partido, sino con su ejemplo dentro y fuera de él. Un capitán debe comportarse como un referente para sus compañeros de equipo, pero también para los demás trabajadores y para los pequeños que vienen detrás buscando un lugar en el equipo.

El escritor recuerda en su libro un momento en que Lionel Messi se encuentra llorando en el vestuario del equipo tras perder un partido de las semifinales de la Copa del Rey frente a Sevilla.

"Ese día había cuatro o cinco chicos del filial que presenciaron como una estrella como Messi estaba llorando como una magdalena. Son cosas que te quedan, el compromiso que tiene un sujeto que lo ha ganado todo y que no para de querer más. Cuando bajan al segundo equipo cuentan lo que han vivido, y te cuentan de gente muy profesional".

Toda esta emoción se transmite aún más abajo en las divisiones infantiles del Club. Villarejo cuenta que hace unas semanas, cuando se disputaba la final del torneo de chicos de 10 años entre el Barcelona y el Madrid, un reportero entrevistó a uno de los niños que había ganado el encuentro (que se decantó en penales para los pequeños blaugranas del Barcelona) y le preguntó ¿Qué quería de regalo por la victoria? "Uno se imaginaría que el chico con su edad pediría un Wii, un viaje, cualquier detalle de última tecnología", pero el pequeño dijo que su mejor regalo sería jugar un partido en el estadio del FC Barcelona, el Camp Nou. Para el escritor de "Capitanes" esos detalles demuestran el trabajo que una institución seria transmite de los segmentos más bajos, hasta los más altos mandos.

Gestión del talento a nivel nacional

"Tal vez, son los trabajos que nadie esté dispuesto hacer pero hoy en día es muy difícil, por ejemplo, encontrar un buen vendedor que tenga habilidades de empatía, capacidad de negociación y sepa adaptarse", expresaba hace unos días la directora de Manpower en México, Mónica Flores, en el contexto de un estudio realizado por su firma llamado Escasez de Talento 2010.

El estudio revelaba que compañías a nivel mundial tienen problemas para cubrir sus plazas con el personal adecuado, y queda claro que el talento cae a cuenta gotas, ¿pero las empresas saben cómo captarlo?

"Yo quisiera ver que un arquitecto o alguien fuera del futbol tuviera paciencia con un prospecto como lo tuvieron con Jesús Navas". Este chico, jugador del Sevilla, tiene un potencial enorme, reconocido desde las divisiones inferiores de ese Club donde se crió. Un problema de extrema ansiedad le impedía viajar con la selección nacional y desenvolverse con plenitud en su profesión.

Villarejo cuenta que este chico llega al primer equipo de Sevilla, con 17 años, luego de un proceso de captación desde que tenía 14 o 15 años, y todo el Club se pone a su disposición: entrenadores, sicólogos, preparadores. La empresa trabaja con él, cree en él y de la mano de la institución llega al primer equipo.

Pero Navas tenía problemas que le impedían desplegar toda su capacidad con la selección de su país. "Al chico le entra un problema de ansiedad (no puede estar mucho tiempo lejos de casa) y a lo mejor cualquier empresa tira la toalla, pierde a ese empleado por no luchar por él, por no cuidarlo. Pero el club decide ayudarlo, se vuelcan en él. Y en un segundo estadio, el director deportivo de la Federación Española (Fernando Hierro) lógicamente ve que hay un talento, se acerca a su entorno familiar, lo va introduciendo (a la selección nacional), se queda con ellos en Sevilla para ir acercando la selección a su casa, decirle que puede ir al equipo, y hoy se encuentra a las puertas de jugar la final de un Mundial".

El experto ve en este proceso algo maravilloso que demuestra cómo el futbol español, en general, se unió para apostar por un talento, algo que se pregunta él mismo si otro perfil como un abogado, un arquitecto, un ingeniero, tendría la suerte de que una empresa lo cuidara como se hizo con este joven.

Pase lo que pase

¿Paul el pulpo tuvo algo que ver en esto? Claro que no. Si bien Luis Villarejo recuerda que la suerte no les ha sonreído en algunas ocasiones en competiciones mundiales (recuerda el partido de cuartos de final frente a Corea del Sur en el 2002, y el "mal arbitraje" que les impidió avanzar), acepta que la gente no va pensando tanto en la suerte para el siguiente partido. "Hoy los españoles van más tranquilos a los estadios sabiendo de la calidad de sus jugadores. Saben que un mal día lo puede tener cualquiera, pero ese estilo que hemos mantenido, ese sello, no lo perderemos".

Una empresa que logra tener claro sus objetivos, su trabajo, sus valores y su forma de ‘juego' tranquiliza a todo mundo. El futbol español ya está ahí, eufórico por su éxito, pero con el sentimiento de haber hecho los méritos para entender que ahí debían estar. Ese sabor de los deberes cumplidos sin duda dejará satisfechos al pueblo español el siguiente domingo que se enfrenten a Holanda en la Final del Mundial. Claro que de ganar, el sentimiento se multiplicará. Pero ya entrados en pulpos y pronósticos, Luis Villarejo sólo atinó a decir para su pronóstico del siguiente domingo: "yo sólo espero que ganemos, y me va bien que sea por un gol".

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