El temporal Xynthia provoca la muerte de al menos 59 personas en Europa
El temporal Xynthia ha provocado alrededor de 59 muertos a su paso por Europa, medio centenar de ellos en Francia, cuatro en Alemania, uno en Bélgica, uno en Portugal y tres en España hasta el la tarde del domingo.
La tormenta barrió el oeste de Francia en las últimas horas y golpeó con fuerza el litoral atlántico del país. El ministro del Interior francés, Brice Hortefeux, dijo que entre 45 y 50 personas murieron por el mal tiempo.
La Seguridad Civil francesa informó que tan sólo en el departamento de Vendée han fallecido al menos 29 personas como consecuencia de las lluvias e inundaciones.
En esa zona, el temporal, con vientos cercanos a los 150 kilómetros por hora y fuertes lluvias, coincidió con una pleamar que inundó numerosas zonas costeras.
En la localidad de l'Aiguillon-sur-mer la prefectura informó a media tarde que habían fallecido al menos 17 personas, aunque todavía se desconocen los datos definitivos, puesto que continúan las labores de búsqueda y de rescate de personas desaparecidas.
El que ya se considera uno de los temporales más violentos de los últimos años ya ha sido motivo de la reunión de urgencia del gobierno en París para tratar sobre la situación, cuando el frente ya prácticamente ha abandonado el territorio por la frontera norte y hacia Alemania.
El presidente Nicolas Sarkozy, que pidió a primera hora de la tarde que el gobierno se ocupara con prioridad de la situación creada en el tercio occidental de Francia, ya ha anunciado que se desplazará el lunes a las regiones más afectadas.
La empresa Electricité de France informó que aún cerca de un millón de hogares están sin electricidad y dijo que en las próximas horas se irá restableciendo el servicio en las zonas aún sin suministro, pero reconoció que habrá zonas en las que se tardarán días en volver a la normalidad.
El temporal Xynthia procedente del Alántico y que está cruzando Europa de suroeste a noreste ha causado también cuatro muertos en Alemania, uno más en Jodoigne, centro de Bélgica, y otro en Portugal; todos ellos alcanzados por árboles que fueron derribados por las fuertes rachas de viento.
