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Pioneras por planeación, tripulantes por elección

Es difícil pensar en una carrera más ardua que el de tripulante de submarino, pero 11 mujeres estadounidenses recién se graduaron para ello
jue 13 mayo 2010 06:15 AM
Sin Pie de Foto
CNN- Submarinos Sin Pie de Foto

Para 11 mujeres que pronto se graduarán en la Academia Naval de Estados Unidos, los recuerdos de la escuela y la tibieza de los días de primavera están por dar paso a un nuevo mundo: prepararse para la vida bajo el mar, como las primeras mujeres que sirvan en submarinos de la Marina estadounidense.

Es difícil pensar en una carrera más ardua que el de un tripulante de submarino: pasar semanas en un ambiente tenso, espacios pequeños, sumergido a cientos de pies bajo la superficie y muy pocos lugares a donde ir para someterse a una descompresión.

Añada a eso el hecho de que, así como la embarcación se sumerge suavemente en su primer viaje, este grupo hará historia como las primeras oficiales asignadas a lo que por mucho tiempo ha sido la comunidad masculina de la flota submarina.

Pero dicen que el romper con la barrera sexual está fuera de sus mentes. Entrenadas para ser líderes y aguantar los sacrificios que conlleva, dicen que están enfocadas en un panorama mayor.

“No lo hago por ser pionero”, dice Marquette Ried de Fort Collins, Colorado. Las palabras salen de su boca tan fácilmente como su amplia sonrisa cuando habla sobre su vida después de su graduación en la Academia Naval, este mes.

“Nos veo siendo como nuestros colegas hombres, pienso que seremos aceptadas de la misma forma”, dice Ried.

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La flota submarina de la Marina ha tenido tripulantes de élite, con mentes científicas y tácticas quienes pueden actuar bajo presión por largos periodos de tiempo.

Es una comunidad cerrada, donde los que no alcanzan los estándares son relevados de sus funciones; y aquellos que hacen más de lo que se les pide, disfrutan de su éxito y una próspera carrera.

Para la historia moderna de la Marina de Estados Unidos, el 'Servicio silencio'–como se le llama al deber en un submarino– ha sido prohibido a las mujeres por muchos motivos.  

Públicamente, el argumento se basa en el espacio. Hay muy poco espacio en la nave para contar con instalaciones separadas para hombres y mujeres.

En privado, muchos les dirán que las mujeres no pertenecen a esa atmósfera y que serían una distracción para los marineros hombres.

El argumento es su capacidad

El cambio es el más significativo para las mujeres en la Marina desde 1994, cuando se les permitió servir en los barcos. Los argumentos fueron similares en aquel entonces.

Y el jueves pasado, la Academia Naval mostró los servicios del futuro: los primeros submarinos con mujeres a bordo.

No se molesten en decirles estos argumentos a las graduadas. Saben lo que la gente ha dicho, y no ha cambiado de opinión.

Once de las casi 200 mujeres de la clase 2010 de la Academia, se presentaron como voluntarias para un entrenamiento submarino. Las 22 fueron evaluadas y entrevistadas por colegas hombres, y las 11 fueron aceptadas en el programa.

“Pienso que es importante que sepamos que impondremos algunos cambios entre los marinos”, dijo Abigail Gesecki.

“El profesionalismo se demostrará cuando estén dispuestos a trabajar con nosotras, y si nosotras estamos dispuestas a trabajar con ellos”, dijo Laura Martindale.

“Los pequeños espacios y otros asuntos podrían causar algunos desajustes, pero el profesionalismo de la fuerza va a superar cualquier desafío de esta nueva integración”, comentó.

Estas mujeres están entre lo mejor de lo mejor de la clase 2010. Las 11 están entre los 138 elegidos de la Academia para entrar en el programa de entrenamiento submarino.

Para ser elegido para esta carrera, un marinero debe demostrar su capacidad de conocimiento y comprensión de ciencias técnicas, así como ser lo mejor académicamente hablando.

Cerca de 20 mujeres serán elegidas entre los graduados a partir de 2010, para el programa submarino. Vendrán de los programas de la Academia Naval y de la ROTC (Cuerpo Oficial de Reservas) y de escuelas oficiales, de acuerdo a miembros de la Marina. 

Sumergida

El otoño pasado, Elizabeth Hudson de Plymouth, Massachusetts, comenzó su ultimo año en la Academia teniendo en mente ser parte de la Infantería de Marina después de su graduación.

Su equilibrio y fuerza son la de un oficial militar experimentado, y no le toma tiempo aprender lo que le servirá para ser una futura tripulante.

Pero eso no debe de ser.

Hudson, ingeniera en sistemas, escuchó sobre el cambio de políticas de la Marina el pasado octubre; se preguntó sobre lo que la Marina estaría buscando y supo que estaba calificada.

“Pensé que esa sería mi responsabilidad como voluntaria. No sabía que llegaría a ser un placer… y fue mucho más que eso, ‘Aquí hay una oportunidad’, y pensé que cumplía con algunos de los requisitos”, comenta Hudson.

Pero cuando se le preguntó su cambio de la Infantería de Marina al servicio en el submarino, dijo que no hay mucha diferencia entre las dos.

“Ambos son pequeños servicios, tienen sentido de camaradería, un amplio y especializado entrenamiento y el sentido de que eres lo mejor, o de lo mejor en la misión”, comenta.

“Obviamente uno es más demandante físicamente que el otro, que exige más trabajo intelectual, pero aquí en la Academia Naval nuestra divisa es ‘moral, mental y físicamente’, así que gracias a que estoy aquí pude desarrollarme en los tres aspectos”, dijo.

Viniendo de una familia de la Marina, su papá no la asustó con historias del mar. En cambio, le inculcó su necesidad de servir al país, y desde temprana edad, sabía que quería ser parte de la Marina.

Siendo tripulante de submarino y graduado de la Academia, su papá no le aplaudió su decisión de ingresar, pero llegó el momento en que la apoyó en su decisión para entrar en la Infantería de Marina.

“Estaba impresionado de que yo ingresara a la Academia”, dice sonriendo. “Y ahora también lo está, pero también está muy emocionado”.

Pero hay quienes no están entusiasmados, y ella sí que lo está.

Resistencia

“Hay personas que no quieren vernos en la Academia Naval”, Hudson dice, refiriéndose a los opositores de que las mujeres asistan a las academias de servicio.

“Me gusta pensar que soy profesional, espero que los que nos critican también lo sean, y que no dejen que sus preocupaciones interfieran con su capacidad y su misión”, dice Hudson.

Para Marquette Ried, la oportunidad de ser la primera clase de mujeres tripulantes de un submarino, significa dejar pasar el éxito en alguna otra carrera altamente competitiva, como piloto aviador naval.

Como ingeniero en aeronáutica y una de los mejores estudiantes de la academia, Ried fue seleccionada para cubrir una posición dentro de la aviación y tener la oportunidad de ingresar a la escuela del aire después de su graduación.

“Estaba realizando mi primer vuelo de entrenamiento y no lo disfrutaba como lo pensé”, dijo. “La oportunidad del submarino llegó con todo lo que había estado buscando”. 

Sus ojos se fijaron en esa dirección: llegó a la Academia buscando la oportunidad de ser un piloto y hacer la diferencia en la vida de las personas, explicó. 

Una carrera en submarinos no estaba en sus planes.

“Nunca me había fijado en ella hasta mi último año, entonces me llegó la oportunidad”, comenta.

“Quise el liderazgo técnico de la academia”, añade Ried.

Ella demuestra su poca preocupación por lo que viene, pero dice que los comentarios a su alrededor son positivos. “Habrá ansiedad alrededor de este cambio, pero he tenido experiencias muy positivas con mis compañeros de clase y oficiales”, dice.

“Todos están entusiasmados de nuestro arribo a bordo y no he sentido ninguna resistencia personal”, dice Ried.

Al acercarse la graduación a finales de mayo, ambas, Hudson y Ried y sus nueve compañeras esperan lo que se les avecina, pero dicen que todavía falta completar papeleo administrativo antes de comenzar la “escuela submarina”.

Cuando esto inicie, las mujeres pasarán por un programa de entrenamiento oficial submarino muy intenso -de 15 meses, que incluirá escuela de energía nuclear, entrenamiento submarino y el Curso Básico para Oficiales Submarinos.

Cuando llegue la orden de la Marina para comenzar sus carreras, también comenzará una nueva historia; ellas dudan de que haya alguna excusa para cambiar la dirección de su camino.

“Lo veo como una oportunidad que se abrió y haré lo mejor que pueda y mi trabajo será lo mejor posible”, dice Ried.

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