Publicidad

Síguenos en nuestras redes sociales:

Publicidad

Los nueve días de fiesta de San Fermín en Pamplona enfrentan difícil faena

La fiesta de Pamplona, los San Fermines, con 400 años de tradición, inició en medio de la crisis económica y protestas contra la tauromaquia
mar 06 julio 2010 09:54 AM

Una tradición de 400 años enfrenta nuevos desafíos este año durante los encierros de toros en España.

Las celebraciones del festival de San Fermín ya están realizándose, pero el primer encierro de toros será el miércoles en la cuidad de Pamplona, al norte del país.

La ciudad está entregando una vez más 100 mil panfletos a los asistentes locales y extranjeros al festival en donde se explica cómo minimizar el riesgo de accidentes durante el espectáculo.

Es una advertencia y un recordatorio de los riesgos e incluso la muerte que puede ocurrir cuando cientos de corredores salen al lado de toros de media tonelada y de novillos. El año pasado se vio la primera cornada fatal en más de una década.

Por sexto año seguido, Pamplona ha rociado toda la ruta de 825 metros con un químico especial antideslizante para ayudar evitar heridas de los toros y de los corredores, vestidos de blanco y rojo.

Los encierros empezaron en Pamplona hace 400 años y se hicieron populares en el mundo entero después de que Ernest Hemingway escribiera sobre ellos en su libro de 1920 The Sun Also Rises, también publicado bajo el título Fiesta.

Publicidad

El evento se realiza entre el 7 y el 14 de julio. Seis toros y una manada de mansos novillos corren desde corrales a través de la ciudad vieja de Pamplona, hasta la plaza de toros, donde los toros mueren más tarde en una corrida.

Con la reciente muerte de un corredor en 2009, 14 personas han fallecido en los encierros desde 1924, cuando empezó el registro de ese dato.

Pero mientras se espera que las calles angostas de adoquín de Pamplona estén tan repletas como siempre, la tradición de las corridas está bajo presión en otras partes.

La crisis económica ciertamente está afectando. Con casi uno de cada cinco españoles sin trabajo, hay menos espectadores llenando las plazas de toros.

Y las ciudades con dificultades financieras buscan formas para reducir los gastos.

Algunos gobiernos locales están cancelando los costosos espectáculos para ahorrar dinero para servicios básicos como escuelas o salarios de policías.

Pero también hay una creciente presión para cambiar las actitudes culturales sobre la tauromaquia.

Así como casi todos los años, los miembros de PETA (Personas para el Tratamiento Ético de Animales) y otros grupos de derechos de animales organizaron una concentración el domingo en donde manifestantes semidesnudos yacían cubiertos en pintura roja en Pamplona, pero también se han visto protestas frente a las embajadas españolas alrededor del mundo.

La táctica puede estar ganando algo de acogida. Un encuesta de 2006 de Gallup mostraba que más del 70% de los encuestados dijo que no tenía “ningún interés” en la tauromaquia, mientras que el 82% de los que tenían entre 15 y 24 años tenían esa misma opinión.

Y ahora la tradición enfrenta retos legales y políticos.

El gobierno en la región de Cataluña, al sudeste de España, cuya capital es Barcelona, tiene previsto someter a voto la prohibición a esa práctica, lo que potencialmente la haría la segunda región española en prohibir las corridas de toros después de que las Islas Canarias lo hicieran en 1991.

Mientras que Pamplona se aferra a la tradición, hay una cosa que no se estará viendo –u oyendo- este año… el incesante zumbido de las vuvuzelas.

El gobierno ha prohibido la venta de las cornetas plásticas en la ruta del encierro, diciendo que sería peligroso y distraería a los animales.

Newsletter

Únete a nuestra comunidad. Te mandaremos una selección de nuestras historias.

Publicidad

Publicidad