Un pueblo de Bolivia se mantiene aislado del mundo en protesta contra Evo
El presidente de Bolivia busca una solución pacífica a un conflicto que inició hace dos semanas, en una ciudad andina en la frontera que tiene bloqueados todos los caminos y mantiene a la población aislada del resto del mundo, dijo el martes un vocero del gobierno.
Entre 6,000 y 16,0000 residentes de Potosí, al sudoeste de Bolivia, han comenzado el bloqueo. Argumentan que el presidente Evo Morales los ha abandonado, después de que le dieron todo su apoyo en la carrera presidencial de hace unos años.
Los manifestantes tienen bloqueados todos los caminos que rodean al pueblo, así como las vías ferroviarias que lo conectan con Chile. El sábado, los lugareños también cerraron el aeropuerto.
Algunos de los manifestantes incluso han iniciado una huelga de hambre, a la que se unió el gobernador provincial, Félix González, otras autoridades estatales y líderes sindicales.
El vocero presidencial, Iván Canelas, dijo este martes que el gobierno no tiene la intención de preparar una operación militar para poner fin al bloqueo, y orillar a que los manifestantes se sienten en una mesa de negociaciones.
Los manifestantes "deberán poner a un lado su intransigencia, acabar con sus tácticas de presión y optar por el diálogo como la mejor manera para dar paso a las demandas de la región", dijo Canelas en una conferencia de prensa.
"Miles de niños están siendo afectados porque las escuelas están cerradas, al igual que los centros médicos y los supermercados".
Más de 100 turistas están atrapados en el área, según el reporte de medios locales.
El izquierdista Morales, presidente indígena, llegó al poder con el apoyo de muchos indígenas y gente pobre, que representan a la mayoría de la población en Bolivia.
Los blancos en Bolivia son el 15% de la población, según datos del FactBook de la CIA. El 30% son Quechuas y un 25% del grupo indígena Aymara.
Los mestizos, que son la mezcla entre blancos e indígenas, son el 30% de la población.
