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El castaño de Ana Frank se colapsó pero sus brotes siguen vivos

Algunos tallos del árbol están en cuarentena en EU, por las plagas y enfermedades de la especie en Europa
lun 23 agosto 2010 08:09 AM
ana frank arbol
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El castaño gigante que acompañó a Ana Frank mientras escribía su diario antes de ser capturada por los Nazis se derrumbó este lunes, informó el museo que resguarda la memoria de esta víctima del Holocausto.

El árbol, de más de 150 años, estaba enfermo desde 2005 y dependía de una especie de andamio para seguir vertical.

Sin embargo, esta mañana se colapsó, dijo Maatje Mostart, vocera de la Anne Frank House, en Ámsterdam.

“Es una pena”, dijo Mostart. “Ana Frank solía mirarlo desde su escondite. Es la única cosa natural que podía ver”.

Según la vocera, el árbol no cayó sobre el anexo secreto que escondió a Frank durante los días que se ocultó de los Nazis. “Afortunamente no aplastó a nadie, eso es un alivio”, dijo Mostart.

Frank, una adolescente judía, redactó un diario escondida en la casa de una familia holandesa durante la Segunda Guerra Mundial, mismo que fue publicado luego de que ella murió en el Holocausto. En el diario, menciona al árbol en tres ocasiones.

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“Nuestro castaño floreció. Está cubierto con hojas y luce más hermoso que el año pasado”, escribió en mayo de 1944, poco antes de que ella y su familia fueran descubiertos y deportados a los campos de concentración.

Brotes de un árbol histórico

Desde que se diagnosticó su enfermedad, cientos de brotes de las castañas del árbol fueron donadas a escuelas y parques de todo el mundo, informó el Museo Ana Frank.

La chica miraba el árbol desde la ventana del anexo secreto donde ella se ocultó con su familia por dos años.

“Desde mi lugar favorito miro el cielo azul y las ramas desnudas del castaño en donde brillan las gotas de lluvia que parecen de plata, y las gaviotas y demás aves que se deslizan en el aire”, escribió el 23 de febrero de 1944. “Mientras todo esto exista, siempre será así, creo que habrá consuelo para todo dolor, sin importar nada”.

La primavera previa a que su familia y otros que se escondían fueran capturados, Frank reflexionó sobre la vida del árbol, y la suya propia.

“Nuestro castaño ya está totalmente reverdecido y se pueden ver sus brotes por todas partes”, escribió el 18 de abril de 1944. Dos días antes, había registrado su primer beso,

Ana murió de tifoidea en el campo Bergen-Belsen, unas semanas antes de que fuera liberado en 1945. Su nombre, su historia y su mensaje quedaron plasmados en el diario y en el árbol enfermo.

Un hongo mermó el castaño a dos terceras partes de su tamaño, dijo Annemarie Bekker, vocera de la Casa Ana Frank.

El castaño fue el centro de una polémica a fines de 2007, cuando las autoridades de la ciudad pretendían podarlo y se enfrentaron a grupos de activistas que se oponían a ello.

Sin embargo, una orden judicial, el análisis de expertos y la conformación de un comité permitieron que el castaño siguiera en pie, hasta su colapso de este lunes.

Gran parte de lo que Ana redactó en su diario sorprendió a su padre, Otto Frank, el único sobreviviente en la familia.

Frank recuperó el diario y lo publicó al fin de la guerra. A nivel mundial, se han vendido 30 millones de copias.

En un discurso en 1968, informa la Casa Ana Frank, Otto Frank se refirió a su reacción tras leer las palabras de su hija.

“¿Cómo hubiera podido saber que para Ana era tan importante el pedazo de cielo azul donde veía las gaviotas volar y el castaño? No recuerdo que ella se hubiera mostrado tan interesada en la naturaleza. Pero cómo suspiraba por ella cuando se sentía como un pájaro enjaulado”.

Y resulta que los brotes que se eligieron para algunos lugares en Estados Unidos están, de hecho, enjaulados. Al llegar a EU en diciembre, los tallos fueron confiscados por el Departamento de Agricultura. Debido a las plagas y enfermedades que están minando la población de castaños en Europa, los tallos estarán en cuarentena por tres años.

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