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Una víctima de abuso sexual se entera del papel de encubrimiento del Papa

Matt McCormick muestra su reacción al enterarse de que Joseph Ratzinger fue un factor para que su atacante se mantuviera en el sacerdocio
jue 30 septiembre 2010 07:01 AM
mccormick
mccormick mccormick

*Segunda parte del especial Lo que el Papa sabía, que la Unidad de Investigaciones Especiales de CNN preparó esta semana

MORRISONVILLE, Illinois (CNN)  Matt McCormick estaba en grado séptimo cuando el padre Alvin Campbell lo llevó a casa después de un partido de beisbol. Mientras conducían por las carreteras del campo, Campbell puso su mano en el muslo de McCormick y "sólo la dejó ahí".

Fue la primera vez que el sacerdote lo tocó. Durante los siguientes tres años, dice McCormick, el abuso iba a ir mucho más allá.

Ya pasaron 25 años de eso. Tres meses atrás McCormick supo que el papa Benedicto XVI tuvo un papel importante en mantener al sacerdote abusador dentro de la iglesia cuando CNN le contó sobre la carta firmada por el pontífice –el entonces cardenal Joseph Ratzinger- se negó a expulsar al sacerdote pedófilo.

Ratzinger está incluido como acusado en una demanda contra el Vaticano por el abuso sexual a 200 niños sordos por parte de un sacerdote.

Caminando alrededor de un pueblo granjero de 1,000 personas de Illinois en donde creció, McCormick señaló dónde había sido abusado: dentro de la escuela, dentro de la rectoría y dentro de la misma iglesia.

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Antes de realizar sus tareas como monaguillo, McCormick y otros niños fueron abusados por Campbell en una sala ubicada tan sólo a unos pasos del altar.

"Él pensó que sería gracioso si nosotros teníamos erecciones bajo las togas", dijo McCormick.

Sin embargo, como otras víctimas jóvenes de abuso, McCormick no pensó que el cura fuera un monstruo.

"Uno no lo ve como un depredador, lo ve como un amigo", lamentó McCormick, parado en la misma iglesia en la que fue abusado. "Lo ves como alguien que te da dinero, bicicletas y juegos y viajes… Sus acciones eran tan lentas y tan sutiles que para el momento en que te dabas cuenta qué estaba pasando, estabas atrapado".

El confesionario: escena del crimen

Campbell también discutía temas sexuales con McCormick en el confesionario.

"Usó el manto de la cristiandad en su papel de sacerdote para relacionarse con los niños de los parroquianos y abusaba de ellos", dijo Fred Nessler, un abogado que ha representado a cientos de víctimas de abuso sexual en iglesias, incluyendo a 10 que señalaron a Campbell como su abusador. "Ellos preparan a los niños. Primero, los atraen con la idea que van a estar cerca de un padre y sus padres usualmente piensan que es una buena idea".

Cuando tenía 16 años, McCormick intentó suicidarse con un cuchillo y una sobredosis de pastillas. Su padre tuvo que romper la puerta de su cuarto para salvarle la vida.

"Me sentí como una víctima y me sentí avergonzado", dijo McCormick. "Así que era negación, negación y negación hasta llegué al punto de que me pude alejar y no tener que negarle a nadie porque las personas no preguntaban".

Como adolescente también bebió mucho y fumó marihuana, ambos hábitos que dijo que Campbell le había presentado.

"Muchas veces nos metió en ese marco de pensamiento en el que no eres tú mismo, en donde estás un poco por fuera de todo y ahí es cuando los abusos empiezan", dijo McCormick.

A los 41, McCormick está felizmente casado. Recibió una compensación por parte de la iglesia católica y es sólo uno en un puñado de víctimas de Campbell que habla públicamente sobre el abuso.

Un caso resonante

Cuando CNN lo contactó en junio, McCormick no sabía que el caso contra Campbell había salido del ámbito de la parroquia local.

Al sacerdote lo condenaron en 1985 por varios cargos de abuso sexual y recibió una condena de 14 años. Pero al obispo de Campbell, Daniel Ryan, le inquietaba algo: a pesar de la condena, Campbell seguía siendo un sacerdote y rechazó renunciar.

El obispo llevó el caso ante la Congregación para la Doctrina de la Fe, a cargo del entonces cardenal Joseph Ratzinger y actual papa Benedicto XVI. Ryan le pidió a Ratzinger remover a Campbell del sacerdocio.

En una carta en la que citó el derecho canónico, Ratzinger dijo que no podía expulsar a Campbell sin el permiso del propio Campbell y sugirió llevar a cabo un juicio en la iglesia local, lo cual pudo haber tardado años. A Ryan le costó tres años convencer a Campbell de solicitar su propia expulsión.

McCormick quedó mudo al leer la carta donde el Vaticano permitía a Campbell seguir en el sacerdocio.

Monseñor Charles Scicluna, el fiscal del Vaticano, dice que la Iglesia ha cambiado.

"El derecho canónico tiene un escenario diferente", expuso Sciclina. "Esto no podría suceder bajo la ley actual".

Tras cerrar sus propias heridas, McCormick planea iniciar una fundación que ayude a otras víctimas de abuso sexual.

"Los niños son los que van a crecer y ser los fieles en las bancas de las iglesias", dijo. "Son los que necesitan protección. Necesitan las redes de protección y la supervisión que, por ahora, no existe".

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