El largo camino de los mineros de Chile hacia su rescate
A falta de 160 metros para que la perforadora del Plan B llegue hasta los 33 mineros atrapados en Chile, en cualquier momento podría producirse el contacto.
Despúes, ¿qué pasará?
En el Campamento Esperanza, la pequeña ciudad de tiendas de campaña donde viven los familiares de los mineros, se esperan grandes celebraciones cuando les llegue la noticia que esperan escuchar desde hace 60 días.
A pesar de la euforia, será entonces cuando la operación de rescate entre en la fase más peligrosa para los trabajadores atrapados.
El ministro de Minas de Chile, Laurence Golborne, quiso dejar claro el sábado que la operación sólo será un éxito si se rescata sanos y salvos a todos los mineros. "No hemos rescatado a ninguno", dijo Golborne. "Tenemos que ser conservadores, todavía no ha terminado". Las autoridades esperan poder sacar a los mineros entre el 15 y el 30 de octubre.
Si la perforadora del Plan B llega hasta los 624 metros de profundidad donde se encuentran atrapados, los mineros estarán más cerca que nunca de la libertad. A pesar de eso, todavía faltará mucho para el rescate en sí.
Los responsables del rescate todavía estudian la posibilidad de reforzar el túnel de 70 centímetros con un "encamisamiento" de 26 tubos de acero de 24 centímetros de altura, que además serviría para separar las paredes de la mina y las cápsulas de rescate.
El ingeniero René Aguilar dijo que esa estructura requeriría más días de trabajo para los equipos de rescate. En el caso de los Planes A y B, se tendrían que construir unas plataformas adicionales, algo que no se necesita en el caso del Plan C porque parte ya de una plataforma de perforación petrolera. Además habría que instalar un cabrestante de 400 toneladas para empezar a reforzar el agujero.
Según el jefe de las operaciones de rescate, Andre Sougarret, colocar el encamisamiento de acero en el túnel tardaría ocho días. Pero los expertos todavía no están convencidos de que sea necesario reforzar todo el agujero, y para Sougarret bastaría con recubrir los 100 metros superiores.
"La piedra allí está rota", explicó Sougarret. "Hay que reforzarla".
Una vez concluya la perforación del agujero, se deslizará una cámara para inspeccionar si se necesita encamisar todo el túnel.
La libertad, a través de una cápsula
Aunque más de una perforadora llegue a donde están los mineros, las autoridades planean utilizar sólo uno de los túneles. El segundo agujero serviría como segunda opción si algo saliera mal durante el rescate, dijo Sougarret. Los mineros serán "extraídos" uno a uno mediante una cápsula de rescate.
La cápsula Fénix estará equipada con oxígeno, un equipo de comunicación, ruedas retráctiles para facilitar su deslizamiento y una escotilla de escape por si algo sale mal.
Los responsables del rescate explicaron que estos equipos de comunicación estarán cableados, en lugar de ser inalámbricos, para prevenir problemas en las profundidades de la mina.
La cápsula Fénix pesa 420 kilogramos y tiene una altura interior de 1,9 metros. Su diámetro es de apenas 54 centímetros. Se espera que esta semana lleguen al lugar otras dos cápsulas más.
Un entrenador específicamente traído a la zona de la mina para ayudar a los mineros a adelgazar y prepararse para el rescate dice que todos cabrán dentro.
"Algunos han perdido cerca de 9 kilos", declaró el doctor Jean Romagnoli.
Cuando se produzca el rescate, podría tardarse más de una hora en sacar a la superficie a cada minero. Romagnoli dijo que cada uno de ellos tendrá que pasar al menos media hora de pie en la cápsula. Su entrenamiento se concentra ahora en fortalecer las piernas de los mineros, unos ejercicios inspirados en los que realizan los pilotos de combate para compensar los efectos de viajar a altas velocidades.
"La sangre tiende a quedarse en las extremidades inferiores durante largos períodos", comentó Romagnoli, lo que podría causar "desmayos debido a la falta de riego en el cerebro". En cualquier caso, el médico cree que todos los mineros están listos tanto física como psicológicamente.
Después de perforar el túnel, se realizará una prueba con la cápsula vacía. Luego, un rescatista de la Marina y un experimentado paramédico descenderán al fondo de la mina para iniciar la operación de rescate.
Las autoridades dijeron el lunes que todavía no han decido el orden el que sacarán a los mineros, pero dependerá de su condición física. Los más sanos, que requieran menos tiempo y ayuda para subir, irán primero, según Sougarret.
"El orden dependerá de su condición física y mental en el momento del rescate", agregó.
Una vez en la superficie, los mineros serán trasladados a un hospital de campaña cerca de la mina donde se les administarán antibióticos, se les inyectarán fluidos y se les examinará la vista. Las autoridades han dicho que habrá una señal de televisión en vivo para todos los medios de comunicación que cubrirán el rescate.
Los vehículos que llevarán a los mineros al hospital ya se encuentran en la zona de la mina.
Después de estos exámenes iniciales, serán enviados a una zona de observación dentro del complejo de la mina donde se reunirán por primera vez con uno o dos familiares, informó el ministro de Salud, Jaime Manalich, el mes pasado.
Una vez que todos los mineros estén fuera, Manalich dijo que serán trasladados en helicóptero al hospital regional de Copiapó en un vuelo de 15 minutos. En los últimos días, las excavadoras han acondicionado tres plataformas de despegue y aterrizaje para estos helicópteros.
Manalich adelantó también que todos los mineros "sin excepción" pasarán un mínimo de dos días en fase de estabilización y observación.
El riesgo más inmediato que enfrentan, según el ministro, serían daños en la retina al recibir la luz solar después de semanas bajo tierra.
Los médicos también vacunarán a los mineros contra gérmenes comunes en la superficie a los que no han estado expuestos recientemnte, añadió.
Además, los mineros también podrían sufrir de estrés postraumático después de lo que han padecido durante tanto tiempo bajo tierra.
(Con información de Karl Penhaul)
