Anna Chapman, la presunta espía rusa, se dedica a asesorar a bancos
Uno de los espías liberados este verano, en un intercambio entre Estados Unidos y Rusia, ha sido contratado como asesor de un banco ruso, informó un portavoz de la institución este martes.
Se trata de Anna Chapman, una de de las 10 personas entregadas a Rusia por parte de Estados Unidos a cambio de cuatro presos rusos, una transferencia que evocó la política y las tensiones de la Guerra Fría .
Chapman fue contratada como asesora del presidente Alexander Volovnik del FundServiceBank de Rusia, y es responsable de las inversiones y las innovaciones desde el 1 de octubre.
En una declaración publicada en la página web del banco, se menciona que Chapman se centrará en "las innovaciones de tecnologías de información (TI), y actualmente está trabajando en un libro sobre las nuevas oportunidades que ofrece Internet en esa zona".
Chapman también está trabajando en un "proyecto culturológico relacionado con la exploración espacial", razón por la cual visitó hace poco el complejo de lanzamiento espacial Baikonur, de acuerdo con la declaración.
"Esperamos que la señora Chapman haya encontrado un socio fiable para una serie de proyectos que representan a su banco, mientras que el propio banco ha adquirido a una persona muy creativa y polivalente que está verdaderamente preocupada por el futuro de Rusia y por los problemas del desarrollo de sus industrias nacionales".
"Los proyectos que Anna ha manejado por su cuenta, realmente han ganado nuestros corazones, al igual que sus proyectos de caridad que ha puesto en marcha sin ningún tipo de mención en los medios de comunicación, los cuales continuarán sin duda. Tal vez, algunos de sus proyectos podrían tener una cobertura mediática en el futuro, pero será totalmente ella quien decida cuándo y cómo se harán", agregó el banco en su comunicado.
Anna Chapman tiene otros proyectos fuera del banco, y que éste no es su único lugar de trabajo.
La historia de la espía rusa
Anna Chapman fue una de las 10 personas arrestadas y acusadas por Estados Unidos por espionaje. Estuvo casada por cuatro años con un ciudadano británico, Alex Chapman, de quien conservó el apellido.
El ex esposo aseguró que la joven, de 28 años y propietaria de un negocio de ventas inmobiliarias por Internet, cambió su personalidad luego de tener "reuniones secretas" con amigos rusos hace unos años.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos dijo que Anna y otros nueve sospechosos tenían que reclutar agentes de inteligencia, pero que su misión no era obtener secretos de Estados Unidos. Fueron acusados de actuar como agentes de un gobierno extranjero y de conspiración para lavar dinero.
