Colombia mantiene la búsqueda de los muertos por un gran alud
La comunidad colombiana de Bello sigue de luto. Aún permanecen desaparecidas 94 personas y los equipos de rescate apenas han recuperado 30 cadáveres, muertos por el gran alud que cayó sobre el poblado dos días atrás.
Algunos de ellos tendrán su sepelio este martes, mientras los familiares de los que siguen desaparecidos se han instalado en improvisadas carpas en el lugar del deslave, con la esperanza de encontrar a sus seres queridos .
El derrumbe, la mayor tragedia de la actual temporada de lluvias en Colombia, se produjo el domingo por saturación de agua en la zona y sepultó la barriada La Gabriela de Bello, municipio ubicado cerca de Medellín, en el departamento de Antioquia (noroeste).
Una pequeña esperanza para hallar a los que faltan les fue concedida por el presidente colombiano Juan Manuel Santos, quien acudió a la localidad para supervisar las labores de rescate. Allí, el mandatario se comprometió a la recuperación de los cuerpos aún sepultados.
"Es lo mínimo que podemos hacer. Vamos a trabajar veinticuatro horas al día hasta el último momento, hasta que recuperemos el último cuerpo", afirmó Santos, quien reiteró que el gobierno se reunirá este martes, en un consejo de ministros, para adoptar las medidas que permitan afrontar la emergencia causada por la temporada lluviosa en el país.
A 40 horas desde el accidente, las autoridades admiten que las posibilidades de hallar a alguien con vida son casi nulas.
El gobierno declaró "zona de calamidad" a la barriada La Gabriela para, según el ministro colombiano del Interior y Justicia, Germán Vargas Lleras, poder tomar las decisiones necesarias en relación al acopio de recursos y coordinación de tareas de atención a las víctimas.
A este tragedia se suman 1.6 millones de damnificados por las lluvias fuertes que azotan al país desde hace semanas.
La tragedia humanitaria provocada por esas lluvias, que no tiene precedentes en Colombia según las autoridades, podría dejar unos dos millones de damnificados, que equivalen al 4.3% de la población, alertó el propio Santos el pasado fin de semana.
