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Un supuesto admirador de Anders Breivik es detenido con explosivos

La policía de la República Checa detuvo a un joven de 29 años con armas que presuntamente utilizaría para un atentado
sáb 18 agosto 2012 11:10 AM
AFP
Breivik-Oslo-AFP AFP

La policía de la República Checa detuvo a un presunto admirador del asesino confeso Anders Behring Breivik, a quien le encontraron armas y explosivos que podrían haber servido para un atentado.

El detenido, de 29 años y originario de Ostrava, estaba reuniendo armas y explosivos con la posible finalidad de preparar atentados inspirados en los perpetrados por Breivik, que causaron la muerte de 77 personas, informaron este sábado las autoridades checas. 

"En un registro hemos intervenido equipos informáticos, armas, munición y explosivos", aseguró el jefe de policía de Ostrava, Radovan Vojta, de acuerdo con reportes de medios locales.

"El artefacto explosivo intervenido funcionaba", agregó refiriéndose a la operación con la que el 10 de agosto detonaron el explosivo a través de un dispositivo a distancia. 

La operación de captura la desarrolló un grupo de élite de la policía checa por el temor de que el sospechoso hubiera montado explosivos en su departamento que pudieran estallar cuando se forzara la puerta.

Vojta explicó que probablemente el detenido quería hacerse pasar por un policía durante el posible atentado, ya que había adquirido partes de uniformes, aunque reconoció que no desconocen los objetivos del detenido. 

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El sospechoso ya había sido detenido por diversos delitos, incluido el de posesión de armas, y en su comunicación por internet utilizaba el apodo de Breivik, lo que alertó a los investigadores.

Por ahora, la policía no ha querido revelar más detalles de la operación. Algunos de los vecinos consultados por los medios checos consideran que el detenido era un desequilibrado mental y no un militante de ultraderecha.

En julio del año pasado, Breivik perpetró dos atentados, en los que murieron 77 personas, ocho al estallar una bomba en el distrito gubernamental de la capital y 69 al dispararles en la isla de Utoya, donde acudió disfrazado de policía.

En su juicio, el noruego aceptó la responsabilidad de los homicidios que calificó como acciones "bárbaras", pero alegó que actuó por "necesidad" en su tarea en contra del multiculturalismo en su país. Las autoridades intentan determinar el estado de salud mental de Breivik.

Dijo a la corte que antes de comenzar con el tiroteo se dijo a sí mismo: "Simplemente no quiero hacer esto". Pero luego pensó: "Es ahora o nunca".

Además confesó que sus ataques estuvieron inspirados en las tareas terroristas del grupo Al Qaeda , al que estudió durante varios meses para emular sus estrategias y poder planear el ataque que conmocionó al país y a gran parte del mundo en 2011.

Con información de la agencia EFE

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