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Un italiano 'toma' la cúpula de San Pedro en protesta contra la UE

El italiano, que teme perder su restaurante, se subió a la cúpula para protestar contra las políticas económicas de la Unión Europea
mié 03 octubre 2012 07:55 AM

Un empresario italiano tomó la cúpula de la basílica de San Pedro en El Vaticano donde pasó toda la madrugada del miércoles como protesta contra el gobierno de Mario Monti y la Unión Europea.

Se trata de Marcello Di Finizio, dueño del restaurante La Voz de la Luna, de la ciudad nororiental italiana de Trieste, que el martes, a las 17:00 horas local, subió como un turista más a la cúpula vaticana, saltó la verja de seguridad y se encaramó en un ojo de buey de la cúpula.

Allí desplegó una pancarta: "Help. Basta Monti, basta Europa, basta multinacionales. ¿Desarrollo? Nos estás matando a todos. Esto es sólo carnicería social".

Según informó este miércoles El Vaticano, Di Finizio mantuvo anoche un largo coloquio con los ministros italianos para Asuntos Europeos, Enzo Moavero, y para Asuntos Regionales, Piero Gnudi, que le ofrecieron una entrevista en el palacio Chigi, la Presidencia del gobierno italiano, lo que rechazó.

Di Finizio protesta contra la directiva Bolkestein de la Unión Europea, que impone que sean sacadas a subastas las concesiones de restaurantes balnearios a la orilla del mar a partir de 2015.

Aunque agentes de la Gendarmería vaticana acudieron inmediatamente al lugar para intentar convencer al empresario de que cesase su protesta, Di Finizio, que está asegurado con un arnés para evitar caerse, anunció que continuará en la cúpula.

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La plaza de San Pedro está llena de fieles para asistir a la audiencia pública de los miércoles del papa Benedicto XVI.

Di Finizio ya se había subido a la cúpula de San Pedro el 30 de julio pasado para protestar, pero en aquella ocasión permaneció solo cuatro horas.

El restaurante de Di Finizio, La Voz de la Luna, situado frente al mar, fue destruido hace algunos años por un incendio, y, tras lograr su reapertura, podría perderlo por la ley europea, ya que esos terrenos pueden ser subastados.

El pasado 16 de marzo, el empresario también estuvo tres días subido a una grúa del puerto de Trieste.

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